Capitulo 3: Perdida.

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¿Dónde estoy? ¿Qué paso? ¿Altaír?

Todo se veía borroso, tenía un fuerte dolor de cabeza, estaba sentado y sentía que mis manos y pies estaban atados. Y solo podía escuchar ruidos parecidos a voces... mientras trataba de asimilar todo lo que escuchaba...

-¿Qué hacemos Jack?-.

-No lo sé... déjenselo al jefe, el decidirá...-.

Una sombra venia hacia mí, hasta que todo se tornó negro una vez más, sin poder escuchar nada.

*****Hey, despierta idiota, nos mataran.*****

Abrí los ojos una vez más para ver quien me hablaba, pero no venía a nadie. Solamente a Altaír, amarrada a una silla a mi lado, estábamos en una habitación poco iluminada, donde solo estábamos nosotros y una mesa junto a la puerta, donde estaban nuestras cosas. Era obvio que estábamos siendo raptados. Apenas recobre totalmente mi consciencia, mis nervios aumentaron. Empecé a moverme, intentando zafarme de la cinta que tenía en mis manos y pies, pero fue inútil.

Pasaron horas, y Altaír seguía inconsciente, parece que el golpe fue demasiado fuerte. En ese momento entró un hombre alto, vestido con uniforme militar, entró en la habitación seguido de dos hombres más. Por su postura y forma de caminar, se notaba que no era del ejército. Era diferente a la de papá. Además, tenía pelo rizado y largo, el ejército no permite esa estética. Mientras caminaba hacia mí dijo:

-Baya, baya. Pero qué bonita pareja. ¿Son de por acá?- dijo mientras caminaba.

-...- Me mantuve en silencio.

-mientras él sonreía- ¿Qué pasa, el ratón les comió la lengua?- preguntó.

-¿Quién eres y que quieres de nosotros?- cuestione con cabeza gacha.

-Oh si hablan- Dijo con tono burlón- Pues mira... joven...-

-Levi...- acoté.

-Claro... Levi. El mundo está destruyéndose y es oportunidad para nosotros, de hacer lo que queramos- dijo mientras caminaba de un lado a otro.

-¿nosotros...? -

-Sí, nosotros... mira... nosotros somos personas diferentes...-

-¿A qué te refieres?- pregunte mientras levantaba la mirada lentamente.

-Nosotros... somos diferentes a la sociedad... pues en mi grupo hay: asesinos, violadores, pedófilos, etc. A eso me refería joven Levi- una sonrisa malévola se le dibujaba en su rostro y en la de los otros hombres.

Mi corazón empezó a latir de tal manera que pensé que se me iba a salir. No pude pensar en mas que tratar de zafarme y tratar de matar a ese idiota. Nunca había sentido un tipo de sentimiento así. Era como una combinación de ira, rabia, furia y sed de sangre. Intentaba sacarme la cinta. Él se burló de mi diciendo:

-Hey, tranquilo amigo, te pusimos mucha cinta. No podrás zafarte de esta... jajaja-.

Pero mis movimientos eran tan bruscos que la cinta se empezaba a agrandar y a des aflojar.

_hey, quédate quieto infeliz- dijo mientras se apoyaba con sus manos en mis rodillas y me miraba fijamente frente a frente.

En ese momento no se me ocurrió más que darle un cabezazo, justo en la nariz. Y eso hice. El reacciono, retrocediendo, tapándose la nariz, que le sangraba, y emitiendo sonidos de dolor. Gritándole, a uno de los que parecía ser su subordinado, dijo:

-¡Tú idiota, dame un cuchillo!- dijo extendiendo la mano.

Entonces aquel hombre que estaba a su derecha, le alcanzo uno de los cuchillos que estaba sobre la mesa, donde estaban nuestras cosas. Lo tomo de del mango, dejando la hoja del cuchillo debajo de su mano y me lo clavo a mí, en mi pierna izquierda. Solo pude gritar.

-A ver si ahora te zafas idiota-. Comento mientras acomodaba su cabello y se marchó junto con los otros dos hombres.

Altaír despertó a causa de mi grito. Me miro y luego miro mi pierna y la sangre que caia de ella, se impresionó diciendo:

-Dios, Levi. ¡¿Qué te paso y dónde estamos?!

Tratando de calmarla dije- Tranquila. Un idiota que se cree militar nos raptó y ahora estamos atrapados con asesinos, violadores y pedófilos...-

-¡¿Tranquila?! ¡¿Cómo quieres que esté tranquila!?

-Altaír, no mires mi herida, mírame a mí- la mire fijamente y muy serio a los ojos, como si supiera que pasaría.- ¿Saldremos de esta sí..? ¿Confía en mi...?

Ella asintió la cabeza en signo de aceptación mientras empezaba a llorar. En ese momento mi celular empezó a sonar, estaba a un lado del diario, seguramente eran mis padres... no sé qué me pasa, estoy empezando a ver borroso y mi cabeza empieza a caerse sola... Todo se volvió negro.

**** ¿Otra vez idiota? ¿Enserio eres tan frágil, que te desmayas por un simple cuchillo? Parece que estarás así hasta que pueda volver a tomar el control, o por lo menos una parte del control... ****

Abrí los ojos, todo se veía borroso, esa extraña voz me había despertado. Miré a mi lado pero Altaír no estaba y me comencé a desesperar. Mire hacia todos lados pero no la encontraba con la mirada. No entendía nada, el cuchillo seguía incrustado en mi pierna, pero la hemorragia se había detenido. En la mesa solo estaba mi Red 9.

****Pensé que eras inteligente Inmundo animal. Toma el cuchillo con la boca, apoya la silla contra la pared y déjalo deslizarlo para tomarlo con las manos y cortar la cinta****

No se quién me había hablado, pero hice caso. Como pude, levante la silla y la apoyé contra la pared, dejando un espacio para mover mis manos. Me incline de tal manera que pude tomar el cuchillo con la boca y lo deje deslizar por la pared. El cuchillo paso muy rápido y casi se cae de mis manos, pero pude sostener el mango con mis dedos índices. Tome firme mente el mango del cuchillo y corte aquella cinta que me tenía prisionero, para luego cortar la de las manos y ser libre finalmente. Ahora tenía que buscar a Altaír. Solo tenía la Red 9 y el cuchillo para defenderme, si lo que dijo aquel tipo era verdad, había más de tres imbéciles en el lugar, así que usare el cuchillo. Tome la Red 9 y la guarde en mi bolsillo trasero, antes de salir de aquella habitación, me fijé mi pierna, la herida ya no estaba. Lo que me impresionó porque el cuchillo estaba bastante profundo, no le di demasiada importancia y me posicioné a un lado de la puerta, por si del otro lado había algún tipo de amenaza. Estaba listo para abrir la puerta, lentamente giré la perilla, y abrí la puerta con cautelo. La habitación donde estaba atrapado, era la última de un largo pasillo que constaba de 2 puertas más a los lados. No parecía haber nada en los pasillos, así que caminé lentamente por aquel largo pasillo. Sostenía el cuchillo en la mano derecha, mientras me posicionaba como en una posición de combate, esta posición me la había enseñado mi padre cuando tenía 14. Me acerqué con cuidado a la puerta de la izquierda abrí la puerta pero no había más que manchas de sangre en las paredes y el piso, quedé totalmente asqueado por tal escena. Salí de esa habitación y me dirigí a la que estaba en frente. La puerta de esta era de acero y tenía una cerradura que era diferente, trate de forzarla con el cuchillo pero el intento fue nulo, no tenía otra idea que usar la Red 9, sabía que la idea era arriesgada, porque podía llamar la atención de los guardias, pero tratar de encontrar a Altaír era más importante en ese momento. Tomé la pistola apunte a la cerradura, no sirvió del todo, quedo una pequeña parte intacta, solo basta con un golpe en la cerradura.


Dear NotesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora