Me senté al borde de la cama. Mientras me ponía las botas nuevas, trataba de calcular cuánto tiempo había dormido. Pero en ese momento entro a la habitación Zero, mientras Decía:
-Vamos, arriba. En un rato saldremos.
Tras decir estas palabras dejó la puerta abierta y se dirigió a la siguiente habitación, que era la de Ilena. A pesar del aviso que había dado Zero, Altaír seguía durmiendo. Decidí despertarla, moviéndola un poco y funcionó. Al abrir los ojos, le dije que había que prepararnos, que íbamos a salir. Luego de esto, salí de la habitación y dejé a Altaír cambiándose. Me dirigí a la sala de armas, para tomar lo que me correspondía, luego de esto, tome mi mochila, que se encontraba en el living y fui con Zero a preguntar que teníamos que hacer.
-Ya me preparé y estoy listo.- Le dije al presunto líder no oficial.
-Bien, las chicas también están listas, tenemos las armas y la comida. Solo nos falta el trasporte...
-Podemos usar la camioneta en la que llegamos Altaír y yo. Es bastante grande y tiene bastante combustible- Dije.
-Genial. Ya tenemos todo.- Comentó entusiasmado Zero.
En ese momento llego Altaír a donde estábamos todos, preguntando:-¿Cómo vamos a viajar?
-Con la camioneta en la que llegaron- respondió Ilena.
-Pero la camioneta quedó en medio de la calle...- Agregó Altaír.
En ese momento todos nos miramos.
-¿Hay Clawsers?- Comentó Naomi.
-Tal vez...- Respondió Zero.- Levi, sube a la azotea y ve a fijarte la situación afuera.- Agregó
Asentí con la cabeza y me dirigí a donde me había indicado Zero. Al llegar pude notar pequeños grupos de Clawsers, de los que parecían ser normales. No vi por ningún lado al líder de los monstruos, lo que significaba un alivio. Bajé y me dirigí a donde estaban todos.
-Hay pequeños grupos de los Clawsers normales y no vi por ningún lado al líder.-Informé.
-Bien, saldremos en una posición táctica y nos dirigiremos directamente a la camioneta. Solo atacaremos con armas que no emitan sonido, para evitar llamar la atención.- Dijo Zero.
Acto seguido, salimos hacía la calle, en dirección a la camioneta donde Altaír y yo habíamos llegado. No tuvimos inconvenientes en el trayecto, ningún infectado se interpuso en nuestro camino. Cuando llegamos a la camioneta, Zero me dijo que me siento a su lado, mientras que las chicas irían atrás nuestro. Una vez adentro, Zero pregunto dónde estaban las llaves. Altaír y yo nos miramos y empezamos a pensar. En ese momento Ilena interrumpió el momento diciendo:
-Chicos... los Clawsers Se dieron cuenta de nosotros.
La situación se volvió más tensa. Pequeñas hordas de Clawsers empezaban a juntarse haciendo grupos muchos más grandes. Desde todas la direcciones se podían oír uñas chocando contra el metal de la camioneta. Gemidos agonizantes acompañaban los sonidos de las uñas. Fue en ese entonces que recordé donde estaban las llaves. Las había sacado en el momento en que Zero nos había salvado, por si las volvíamos a necesitar. Y sin darme cuenta, las había dejado en algún lugar de la casa.
-Están en la casa...- Dije.- Las tome en el momento en que nos ayudaron y luego las dejé en algún lugar del comedor...- Agregué.
Todos, entonces, me miraron con rabia.
Entonces Zero, tratando de guardar la calma dijo:- Esta bien... iré yo a buscarlas, solo necesito que alguien me cubra...
-¡No!, no irás. Irá Levi, él fue quien metió la pata.- Dijo Altaír con un tono airado.
En ese entonces, me sentí mal. Había cagado todo el plan. Además de que Altaír ahora me tenía un poco de odio... No sabía que hacer.
Pero en ese momento, Naomi, desde atrás, dijo:- Nadie tiene que salir.- Y dando instrucciones desde atrás, agregó- Zero, debajo del volante tienes una tapa que guarda muchos cables, sácala.
Tras que Zero hiciera lo que Naomi indicó, ella agregó:- Bien, ahora veras varios cables que salen de la ranura donde se pone la llave, roma el que sea completamente rojo, córtalo y luego únelo con el primer amarillo que veas que va en dirección al volante.
Zero volvió a hacer lo que Naomi le indicaba.
-Naomi... los cables no llegan...- Dijo Zero Bastante Nervioso.
-Mierda... los cortaste muy lejos y ahora no llegan...- Respondió Naomi angustiada.
La atmosfera se hacía cada vez más intensa. Los infectados comenzaban a golpear los vidrios, y cada vez eran más a nuestros lados. Y nosotros, no avanzamos... Era nuestro fin.
Todos nos quedamos callados... Esperando lo inevitable. Todos sabíamos que íbamos a morir... En ese entonces, mire hacia abajo, culpándome por todo lo que había pasado. Pero al hacerlo, miré en mi pecho mi collar de la suerte. El de cobre, que había tomado antes de salir de casa.
-Todavía no vamos a morir- Dije entusiasmado.
-¿A qué te refieres?- Pregunto Zero.
Me saqué el collar y se lo di, mientras decía:- Toma, es cobre, úsalo para unir los cables. Así se va a encender la camioneta.
Todos miraron la situación y sonrieron. Zero tomó el cobre del collar y unió los cables, como había indicado anteriormente Naomi. La camioneta se había encendido. En ese momento, Zero aceleró y pasando por arriba de algunos Clawsers salimos de aquella horrible situación. Estábamos a mitad de camino, cuando las chicas estaban dormidas, usándose como almohadas entre ellas... podría considerarse una escena erótica, pensé mientras las miraba. Zero seguía conduciendo, y en todo el no entablamos una conversación. Hasta que en un momento dijo:
-¿Hace mucho conoces a Altaír?-
-Si... Nos conocemos desde niños.
Entonces Zero hizo un gesto de afirmación con la cabeza y cambiando de tema, dijo:- ¿Y tienes noticias de tu madre? ¿Algo nuevo sobre el virus?
-No... perdí el contacto con ella, solo podíamos hablar por teléfono, con mensajes... y mi teléfono, lo perdí. No sé dónde está.- Respondí.
-Ah, eso me recuerda...- Dijo mientras buscaba algo en su bolsillo.- Toma, lo encontré cuando te desmayaste.- Agregó mientras me daba mi celular.
Agarré mi teléfono y traté de prenderlo, pero no podía.
-Está roto...- Dije.
-Sí, cuando te desmayaste y caíste contra el suelo, se rompió por completo. Entonces lo tomé y lo guardé. Quería dártelo antes de salir, pero se me olvidó- Dijo el chico pálido sonrientemente.
Me quede mirando el celular un rato y luego lo guardé.
-Tranquilo, cuando pasemos por una tienda de electrodomésticos, podrás tomar uno y ponerle el chip de ese celular. Así no perderás nada y podrás comunicarte con tu madre.
Miré a Zero y sonreí. En ese entonces, volví a mirar el camino, De entre las calles se podían ver grandes escombros de edificios. A medida de avanzábamos por las anchas calles, los pedazos de edificios eran más. Mientras más avanzábamos, más había.
-¿Qué habrá pasado?- pregunté.
-El ejército... seguramente debe haber algo peligroso en esta parte de la ciudad... deberíamos apresurarnos...
Tal vez Zero tenía razón. No había otraexplicación lógica para que esta parte de la ciudad estuviera así... Por alguna razónempecé a sentir una sensación de peligro que nunca había sentido, al estar enese sitio. En ese momento, tras girar en una calle la camioneta se detuvo Zeroy yo pudimos ver un ver una fila de lo que parecían ser Clawsers, pero estosestaban más desarrollados en cuanto a masa muscular, parecían ser líderes de lashordas de los infectados típicos, pero no tenían el mismo aspecto. En eseentonces la horda, que parecía estar esperándonos, corrió rápidamente hacíanosotros. Zero me miró y yo asentí la cabeza. Entonces el aceleró la camionetaen dirección a los infectados... colisionaríamos.
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Dear Notes
Ficción GeneralLevi, un adolecente acomplejado por su forma de ser, tiene que enfrentarse a los desafios de un nuevo mundo. Mundo donde reina soberanamente la muerte en toda su pureza. Para sobrevivir a este futuro contrautópico, nuestro protagonista marginado rec...