No entendía que pasaba. Tal vez un monstruo me había lastimado. Pero no tenia sentido, si un monstruo me hubiese lastimado, estaría más que muerto, al igual que Altaír, pero ella estaba bien. Me levanté y recorrí la casa en busca de aquello que me hubiera hecho los rasguños.
Había recorrido toda la casa, pero no había nada ni nadie, las puertas y ventanas seguían como la noche anterior y no había rastros de que algún ente hubiera estado en la casa durante la noche, gracias a esto mi temor disminuyó, pero seguía entando, de todas formas sabía que si seguía preocupándome era peor, así que trate de no darle importancia. Volví a la habitación y noté que mi celular estaba cargado a un cien por ciento. Tenía veinte mensajes de mi madre. En los mas viejos, es decir, los de hacía ya cinco días se notaba no tan preocupada, pero a medida que los días pasaron, los mensajes se notaban cada vez más tensos. Todos y cada uno de ellos, preguntaban dónde estaba, como estaba y por qué no respondía. Ante esto, decidí llamarla para que se despreocupara un poco.
-¡LEVI!
-Hola mamá...
-¿¡QUE TE PASO!?
Cuando dijo estas palabras, le conté todo lo que pasamos y al terminar, agregué diciendo que estábamos bien y en camino a la casa de Altaír, en busca de sus padres, a lo que mi madre respondió:
-Levi, cuida bien de ti mismo y de Altaír, los monstruos son muy peligrosos, se que tienes los requisitos necesarios para sobrevivir, porque eres igual a tu padre...
-Gracias mamá... por cierto... ¿Dónde está papá?
-Supongo que es hora de que sepas en que trabajamos tu padre y yo... Mira.... Tu padre está fuera de la ciudad... está comandando tropas de rescate, en las ciudades más afectadas. Por otro lado, yo estoy en un laboratorio lejos de casa... el director de ciencias en microbiologías y el gobierno, nos hacen trabajar muy duro, junto con otros biólogos del país. El laboratorio llego al punto de parecer una cárcel de alta seguridad. pero no tiene importancia.... con tal solo pensar que una cura puede surgir y que el mundo vuelva a ser seguro para ti, es bastante motivación para seguir con la investigación...
Lagrimas empezaron a caer de mis ojos al oír sus palabras y con la voz medio quebrada, pregunté:
-Ma... ¿dónde estás...?
-No puedo decírtelo hijo... lo lamento... Adiós...
En ese momento mi madre había colgado. Pero no entendía por qué había hecho esto, tal vez si me decía algo malo me iba a pasar.
Dear Notes, son las 7:15, estoy en el comedor... acabo de hablar con mamá... al aparecer no la veré por un largo tiempo... lo mismo con papá. Mamá dijo cosas muy sentimentales... nunca me había hablado así desde que era pequeño... en fin, solo quería decir esto. Adiós, Dear Notes.
Subí a la habitación, Altaír apenas estaba despertando y con una enorme sonrisa dice:
-Buenos días, niño rico ¿Estás listo para salir?
Tratando de ocultar mi depresión y enojo por lo de mis padres contesté:
-Buenos días. Si ya estoy listo. Cámbiate y prepárate, debemos apresurarnos.
-Emm... bueno... ¿pasó algo mientras dormía?- cuestionó confundida por mi tono de voz.
-No. Solo prepárate y vámonos.
-Okey...
Ya preparados y armados, decidimos bajar, tomar los pocos alimentos enlatados que había e irnos. Tomamos la camioneta con la que habíamos huido de los asesinos y nos dirigimos en dirección a lo que fue alguna vez la casa de Altaír, la cual estábamos bastante lejos, según el GPS de mi celular sería una hora y media de viaje. Cuando ya llevábamos media hora de viaje nos encontramos con una horda de monstruos. Había por lo menos unos 40 infectados. Rápidamente todos empezaron a rodear la camioneta, no quedaba ningún espacio libre alrededor, estábamos completamente encerrados. Todos empezaron a golpear los vidrios, pero ninguno lo golpeaba con suficiente fuerza como para romperlo. No sabíamos que hacer, el pánico empezaba a recorrer nuestros cuerpos. Solo se escuchaban los gemidos de esas cosas, tratando de acceder para devorarnos. En ese momento, se escucha un grito de furia, con una voz muy áspera y entonces los gemidos de desesperación de las bestias cesan. Y empiezan a abrir un pasillo, dejando pasas a un infectado bastante diferente a los otros. Este, estaba completamente calvo a deferencia de los otros que aún conservaban algo de cabello, se movía con más facilidad y no tenía dificultad y tenía masa muscular más desarrollada. Mientras se acercaba los demás monstruos le cedían el paso, como si fuera alguien de importancia. Finalmente se detuvo frente a mi lado de la puerta y empezó a mirarme fijamente durante unos segundos. Acto seguido dio un grito muy grave y empezó a darle cabezazos muy fuertes al vidrio de la camioneta. La fuerza que utilizaba era tal que solo necesitó 2 golpes para empezar a quebrar el vidrio. Sabía que si daba por lo menos dos más iba a romperlo del todo. Era obvio, no podía matarlos a todos, no tenía tantas balas y además ese monstruo era más fuerte que los otros... todo estaba perdido, moriríamos...
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Dear Notes
General FictionLevi, un adolecente acomplejado por su forma de ser, tiene que enfrentarse a los desafios de un nuevo mundo. Mundo donde reina soberanamente la muerte en toda su pureza. Para sobrevivir a este futuro contrautópico, nuestro protagonista marginado rec...