Era por la mañana temprano cuando un grito procedente de una de las habitaciones del palacio del Bosque Negro perturbó el ambiente pacífico. Y entonces, alguien gritó:
"¡LEGOLAS! ¡Te mataré por esto!"
Elladan miraba sus botas a la vez que despotricaba, a punto de echar espuma por la boca. Su hermano Elrohir, que acababa de despertarse por el ruido, miraba a su gemelo desde la cama, perplejo y con los ojos todavía medio cerrados por el sueño.
"¡ESTÚPIDO E INSOLENTE HIJO DE UN HUARGO! –Elladan todavía no había acabado con su diatriba-. ¡LEGOLAS!"
La persona en cuestión apareció por fin en la puerta. Apoyado contra ella con los brazos cruzados, el príncipe de cabellos dorados del Bosque Negro sonrió despreocupadamente.
"¿Sí? ¿Me llamabas?"
Tras oír eso, Elladan gruñó y avanzó hacia Legolas con los brazos extendidos, preparado para estrangularlo.
"¡Tú, pequeño...!"
"¿Qué demonios está pasando aquí? –Keldarion, el hermano mayor de Legolas, apareció de repente. Frunció el ceño observándolos a ambos-. Vais a despertar a padre con todo este alboroto."
Sin dejar de sonreír, Legolas saltó fuera del alcance de Elladan y se escondió detrás de su hermano.
"Sí, Ell, cálmate. El rey se enfadará si perturbas su sueño."
"¿Calmarme? –Elladan le lanzó una mirada feroz-. ¿Pretendes que me calme después de que pusieras esas serpientes en mis botas? ¡Casi me muero del susto cuando me las puse! ¡Me picaron el pie izquierdo, idiota!"
Elrohir se echó a reír al instante, cayendo sobre sus almohadas con los hombros temblorosos. Keldarion se mordió los labios para no sonreír y miró a su hermano, sacudiendo la cabeza.
"¿Que hiciste qué?"
Mientras Elrohir seguía riéndose de fondo, Legolas se encogió de hombros y se acercó a las botas pero manteniéndose alejado de Elladan. Metió las manos en ellas y sacó las dos pequeñas culebras que acababan de darle al dueño de las botas el susto de su vida.
"¿Ves? –Legolas dejó que las serpientes se enroscaran en sus brazos-. Son inofensivas."
Elladan no sabía si tirarle las botas. O tal vez podría estrangularlo con las serpientes, pensó.
"¡Inofensivas mi trasero! –el hijo mayor de Elrond avanzó amenazadoramente hacia el príncipe-. ¡Te dije que me mordieron! ¡Y deja ya de reírte, Ro!"
Elrohir se rio todavía más fuerte.
"Oh, no seas un bebé, Ell –respondió Legolas. Para disgusto de Elladan besó a las serpientes en la cabeza-. Sabes que no son venenosas. Sus picaduras no te matarán."
"Sí, pero yo puedo matarte a ti."
"Está bien, está bien. Ya basta –intervino Keldarion cuando Elladan agarró a Legolas y lo sacudió-. Suelta al mocoso estúpido, Ell, me encargaré de él después. Y Ro, deja de reírte antes de que tu hermano te mate."
Riéndose, Legolas se sentó en una de las camas todavía sosteniendo las serpientes. Se alegró de que la broma que había preparado al alba hubiera sido un éxito.
"Ell, Ro, conoced a mis pequeños amigos, Elladan y Elrohir. Los llamo El y El para abreviar."
Los tres elfos miraban a Legolas sin parpadear, estupefactos.
"¿Cómo los llamaste?" –preguntó Keldarion casi asfixiándose por la risa.
"¿El y El? ¿Como nosotros? –Elrohir sonrió mientras se levantaba de la cama-. Muy... um... creativo, Legolas."
ESTÁS LEYENDO
¡Humanos Desagradecidos!
FanfictionLegolas y la pandilla se gastan bromas unos a otros. Pero cuando los humanos entran en escena, es inevitable que alguien acabe gravemente herido