Mas Allá De Tu Mirada *Editando*

Capitulo 10

Es de día, aún me encuentro en la cama, el sol ilumina la habitación, los pájaros cantando, el sonido de los autos. De pronto siento que mueven mi cama y eso hizo pararme de un golpe.

-Justin, que haces aquí!- dije a lo que el me tapa la boca.

-Te dije que me las ibas a pagar hailey- me dice con un tono grosero.

-Por favor no me hagas nada- supliqué casi derramando lágrimas.

-Quedate quieta y no te haré daño-Me dijo bajando la vos y acercándose un poco a mis labios.

-Justin.... Que haces?- lance un suspiro en su cara. Rozo sus labios contra los míos, yo sé que lo hacía para provocarme y no me resistí, siempre había querido besar los labios del jefe del equipo de baloncesto, aunque ya no lo era, me parecía atractivo, era alguien al quien no se podía renunciar. Empezó a besar mis labios de una forma desesperada, difícil de renunciar, con mucha pasión. nos despegamos para tomar aire y mire sus ojos, me pedían a gritos que lo volviera a besar.

Lo agarre de su remera blanca, atrayéndolo hacia mi, solté un suspiro en sus labios, a lo que el soltó una sonrisa. Sonó mi celular, eso hizo que me separará de Justin. corrí rápidamente al escritorio donde lo había dejado la noche anterior. Era Niall. Justin soltó un gruñido y se marcho sin decir nada.

-Hailey, como has estado?-dijo en un tono alegre. El no sabía nada sobre el reformatorio.-Como te ha ido en tus vacaciones con Alfredo.

-Mu... muy bien.- dije soltando una risa sarcástica. El clima acá es hermoso, los paisajes....

-Y la comida?-rio. Seguro ya sabes cocinar.-Dijo sarcástico.

-Deliciosa, no te imaginas. No te burles eh?- solté una risa. Niall fue un gusto hablar contigo, me tengo que ir ya casi empiezan las clases y tengo que ir a la biblioteca a pedir mis libros.- Ay no, para que le dije- pensé dándome tres golpes con la palma de mi mano en la cabeza.

-¿Espera? ¿Clases? ¿De que?.

-Luego te explico, me tengo que ir.

Ya se hacía tarde y era hora del almuerzo, tenía vergüenza de volver a ver a Justin, no quería salir, pero me decidí y fui a darme una ducha rápida. Salí del baño, me puse una camisa color rosa pálido, mis converse y un Jean rasgado.

Llegué a la cafetería, mire entre la gente y no estaba, Justin no estaba.- donde se abra metido, pensé. siento una fuerte presión en mi cuello.
-Me estabas buscando.-susurro.

-Por que te marchaste sin avisar.-Dije agarrando un bollo de pan.

-No quería incomodar.- dijo en un tono seco. Quien te llamo? Que querían?

-Era Niall y a ti que te importa.-Le dije casi gritando.Idiota- no, por que se lo dije.-Pensé y maldije.

-¿Que me has dicho?- dijo frunciendo el ceño. Hailey Baldwin te estás buscando problemas.-Solto una risita un poco aterradora.

-Ah, si.-Dije en un tono valiente.

-¿Me estas desafiando?.-Se acerco un poco a mi como si me fuera a contar un secreto. Hailey, nadie de aquí se mete conmigo, ni mucho menos me dice groserías.- dijo con una risa burlona.

Agarre mi desayuno, Mermelada de uva con pan tostado y una taza de leche caliente. Comí lo más rápido posible para poder quedarme encerrada en la habitación y rezaba para que Justin no llegará a interrumpir la poca privacidad que me quedaba. Llegué a mi habitación cansada de subir las escaleras, necesitaba tomar mis aspirinas ya que sufría de migraña; revise cada cajón tratando de encontrarlas, me acordé que tenía que desarmar varias maletas tal vez ahí las encontraba. Después de buscar, me acosté en mi cama tratando de olvidar todo por un rato, caí profundamente en sueño. Luego de varias horas escuche sonar mi teléfono, me levanté en seguida aún casi dormida.

-Hailey!? ¡Hailey!, Al fin contestas, como haz estado- dijo Ana.

-Muy bien y tú?-Dije llevándome una mano a mi cabeza.

-Bien, Hailey te extraño mucho- falta mucho para que nos volvamos a ver, y estoy tan ansiosa de contarte lo que ha ocurrido, a que no me crees?- Añadió.

-Que que pasa? A ocurrido algo?-Le dije algo confundida.

-Estoy saliendo con.... Niall- Soltó un grito muy fuerte que creo que todos los del reformatorio habían escuchado.

-Enserio-Dije sorprendida. No lo puedo creer, felicidades, por lo menos algo bueno pasa en tu vida.

-Gracias hailey. Por que dices eso? A ocurrido algo respecto a tus vacaciones con Alfredo?

-No Ana- no pensaba decirle lo del reformatorio, no ahorita.

-Hailey, tu no puedes mentirme, soy tu mejor amiga se que te pasa algo.

-Bueno... si, pasa algo. No quería contarte, ya sabrás que me acusaron de tener cocaína en mi vestido, conducir en una carrera ilegal de motos...

-Si? Se de eso, yo igual estoy incluida en eso, tuve que hacer obras comunitarias. Pero dime que pasa?.

-Pues Alfredo... Decidió que tenía que venir al reformatorio y quien diría no? Arruinó mi vida por completo. Acá ya casi empiezan las clases.

-Enserio hailey?, Por que no me habías contado? Pasé horas llamando a Alfredo para saber sobre ti y no me respondía, pensaba que te habías enojado conmigo por que tampoco me respondías.

-Si, lo siento es que no quería alarmarte pero eso no es lo peor, adivina qu...?-Mi voz se quebró al ver a Justin abrir la puerta de mi habitación. Lo siento tengo que colgar.

Solté rápidamente el teléfono. Justin se acerco a mi, sentía una ola de calor sobre mi cuerpo, Me agarró de las manos y empezó a recorrer con mi dedo índice su pecho, me agarró de la cintura invadiendo el poco espacio que nos separaba, empezó a besar mi cuello de una forma apasionada difícil de renunciar.

-Justin para.- dije casi sin respirar.

-No te gusta Hailey, llevamos haciendo esto por muchos días, ahora es difícil dejarlo de hacer- Dijo todavía besando mi cuello.
Quieres que pare?

-Deberias.-Solté un suspiro.

-Me estas desafiando?. Yo dejaré de hacerlo cuando yo quiera.- Dijo en voz baja y rosando sus labios contra los míos.

Era imposible e inevitable, el era una persona odiosa y arrogante, Frío y sin emociones algunas. pero por dentro el era la persona más hermosa y encantadora, dulce, tierna y protectora. El era todo lo que a una mujer le encantaba, el tenía ese don de enamorar a las personas con tan solo tocarlas. El era un chico al que todas las mujeres necesitan, pero no era el que yo necesitaba.

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Fin del capitulo.