Tras el engaño de Justin, Madison decide irse lejos de el con el corazón roto y en compañía de la persona que siempre ha estado ahí para ella; su mejor amigo Logan.
Y así, brindarles una vida mejor a sus próximamente nacidos mellizos. Una nueva vida...
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Justin's P.O.V.
–Ay Dios mío Justin, pero ¿que te pasó?– la rubia Kate me miró con asombro y algo de incredulidad
–Hermano, hemos venido en cuanto nos enteramos lo que te pasó. ¿Estás bien?– la cara de preocupación de Scott era evidente, con el tiempo nos habíamos hecho grandes amigos, después de todo, es el prometido de Kate.
–¿Quien te hizo esto Bieber? ¿Quien te odia tanto para dejarte así? –Soltó Vanessa mientras me examinaba lentamente
Me bombardearon con preguntas el par de rubias y mi amigo a penas entrarón a la habitación. Cerré los ojos y tome una profunda respiración, por lo que me arrepentí de inmediato ya que me costaba respirar. Malditos bastardos.
–Estoy bien, tran...
–¿Que estás bien? ¿Eres idiota? ¿A caso no te haz visto en un espejo?
–Kate tiene razón, te ves como la mismísima mierda.– concordó Vanessa
–Lo siento, pero concuerdo con ellas hermano, te han echo trizas.
–Tienes la cara toda magullada.
–Ni siquiera puedo ver tus ojos. ¿Están abiertos o...? –pregunto Ryan quien también estaba en la habitación
–¡Basta!– habían colmado mi paciencia –Estoy malditamente consiente de que parezco mierda porque, ¡demonios! Me siento como una y por favor, por favor, ¿Podrían callarse un minuto? Me va a explotar la cabeza.
–¿Eres Justin Bieber o un pandillero?
–¡Cierra la boca Sommers!
•••
Madison's P.O.V.
–¡Buenos días solecito!– interrumpieron mi sueño gritando en mi oído causando que cayera de la cama.
–Maldición, Logan.
–Lo siento Mads,, pero son las diez en punto y las pulguitas ya despertaron.
–Jesus, a penas he dormido tres horas. –murmuré agotada
–Ser mamá es trabajo de tiempo completo y de horario corrido, sin descansos. –me miró con una sonrisa de lado –Déjame darte una mano. –me tendió la mano ayudándome a pararme del suelo y me dio un sonoro beso en la frente –Te prepararé el desayuno y unos biberones a los niños.
Asentí y le ofrecí una sonrisa de agradecimiento, para después tomar una respiración profunda antes de adentrarme en la habitación de mis mellizos.
–Ya llego mamá. –canturree, que comience la acción.
