Capitulo 1

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El Noveno miraba el reporte de la última misión de su sicario mas confiable, Reborn sin entender como había terminado en tal conflicto. Lo había enviado a una misión donde tenía que rescatar a varias familias que habían desaparecido misteriosamente, pero todo termino en una masacre por parte del Hitman, según el reporte hecho por investigadores y médicos forenses.

-¿Que haré?- Le preocupaba Reborn por su actitud frente a los demás, ante Nono se mantenía al margen y le mostraba respeto pero frente a otros era bastante arrogante y sin mencionar que a todos les apunta con un arma.

-Reborn hace con excelencia su trabajo... es extraño que la misión haya terminado de esa manera...- Escucho de su guardián de la tormenta, Coyote mientras entraba a la habitación con una tasa de té para el Noveno.

-Lo se... pero también me preocupa esa arrogancia que tiene con los demás...-

-¿Quieres que cambie su actitud?-

-Solo un poco... para que se relacione con los demás sin necesidad de apuntarles con un arma...-

-Lo del arma sera un problema... después de que consiguió a León por la maldición de los arcobalenos...-

-Normalmente se vuelven niños con esa maldición pero esta vez les permitieron permanecer con su cuerpo normal... creo que tendré que pensarlo...-

-Déjalo por hoy... tienes que descansar...-

-Tengo que terminar el papeleo de hoy...-

-Yo lo terminaré... ve...- Los dos se sonrieron y el Noveno dejo todo en manos de su guardián para ir a descansar.

Mientras tanto un hombre vestido de traje y fedora negra, excepto que esta tenía una franja naranja, salía de un elegante bar acompañado de una de sus tantas amantes dispuestos a ir a un lugar más cómodo.

-Reborn... ¡Kora!- El chupete que odiaba el Hitman comenzó a resplandecer y dejo de ver a su acompañante para ver a cierto rubio de ojos azules parado frente a el, se detuvo por unos segundos pero continuo caminando ignorando por completo a su "compañero" que sonrío ya que era muy normal su reacción.

-Vamos Reborn... ¿Prefieres irte cuando te tengo noticias de tu última misión...?- El Hitman detuvo su caminata y soltó de la cintura a su acompañante que entendió todo y se fue sin decir nada.

-Habla...- Le dijo con el arma en mano, dejando ver sus ojos negros tan profundos que cualquier mujer caería a sus pies con solo verlos.

-El Noveno se sorprendió mucho del como termino todo, y dicen que se molesto al ver el reporte... se ha vuelto un tema muy tocado por todos los miembros de Vongola...-

-Deja de estar como mujer chismosa y ve al grano...- Colonello lo miro sonriendo como si nada.

-Dicen que te va a castigar por el resultado de esa misión... y será algo muy fuerte...- Reborn se quedo callado tras escucharlo, el hecho era que el no mato a las familias que tenia que rescatar, cuando encontró el escondite ya estaban muertos y en venganza torturo a los secuestradores por hacer que su misión estuviera incompleta, pero nadie lo escribió en el reporte.

-Esos idiotas no han dicho las cosas completas...- Quería arreglar las cosas pero Nono tenía varios asuntos importantes por lo cual decidió esperar a su regreso, aun así eso no impidió que fuera a saldar cuentas con los investigadores y médicos forenses.

-No te estoy exigiendo una disculpa...- Los investigadores miraban con miedo al sicario que no mostraba piedad en su mirar, el hecho era que el arcobaleno nunca dijo lo que realmente había pasado a los investigadores que estaban a punto de pasar a mejor vida.

-Lo sentimos mucho Reborn pero nunca nos dijiste como estaba la situación cuando encontraste el escondite... solo escribimos el resultado de las autopsias...- Dijo uno tratando de soñar firme frente a la arma que se posaba en su frente, fueron uno a uno arrojados fuera de la habitación la cual estaba destruida.

En ese preciso momento había llegado Timoteo junto con Coyote de una reunión en Japón, vieron que sus subordinados no sabían que hacer y grandes estruendos se escuchaban.

-¿Que esta sucediendo aquí?- Dijo Nono preocupado.

-Boss... me golpearan después de esto pero... Reborn-san se enojo y esta golpeando a varios investigadores y médicos forenses...- Dijo un subordinado asustado, nadie mas que los arcobalenos, Nono y sus guardianes podían detener y/o calmar a Reborn cuando se irrita o enoja.

De inmediato fue Nono por Reborn que sin importarle los daños hizo que corrigieran el informe, Reborn sintió que alguien se acercaba, entre los escombros vio a su jefe.

-Reborn... tenemos que hablar...- Nono lo miro serio, Reborn bufo por debajo, lo que había hecho era en vano, las cosas se le salieron de las manos por la negación de corregir el informe por parte de los forenses.

Sin decir nada siguió a su jefe que entro a su despacho para descansar un momento, sabía que las intenciones de Reborn no eran malas pero su actitud como la que tomo hace un momento era el problema.

-Reborn... eres un excelente subordinado... cumples tus misiones con excelencia a pesar de lo que sucedió con esta última, pero no puedo seguir tolerando lo que acaba de suceder mientras yo no estaba...- Reborn sabía que no podía defenderse, el desastre de abajo estaba y no se podía negar, solo le quedaba aceptar su castigo.

-Reborn... estarán suspendidos tus servicios a Vongola como sicario, y no recibirás remuneración alguna, tendrás que conseguir algún trabajo o algo... no podrá continuar tu estadía en la mansión por tiempo indefinido.- A Nono le dolía pero pensaba que de esa forma Reborn cambiaría un poco su actitud.

-A León no te lo quitare ya que es tu compañero, pero el tiene prohibido convertirse en cualquier arma, ya sea de fuego o blanca... esa es la condición para que continúe a tu lado...- Reborn miro serio a Nono, la decisión lo tomo por sorpresa pero el no era de reclamar o poner excusas.

-Entendido...- Sin remedio alguno Reborn se fue de la mansión al día siguiente con las pertenencias que tenia, sabía que el cambio iba a ser duro por su vida llena de comodidades en cuestiones comunes, vivienda, comida y ropa, pero el sabía adaptarse a cualquier ambiente.

En un abrir y crear de ojos ya había pasado un mes en el que Reborn dejo de ser el asesino a sueldo número uno de la mafia, había conseguido un trabajo en una empresa japonesa y de inmediato se traslado para haya, su casa y vehículo no eran muy lujosos para su gusto pero no estaba en la posición de quejarse.
Era de noche y después de un día de trabajo llego a su casa dispuesto a descansar un poco, hacer la cena que le hacia falta ya que por una reunión no pudo ingerir alimento alguno, se sentó en la pequeña sala y se durmió un rato tras la tranquilidad que había en el ambiente.

Se despertó al escuchar la fuerte lluvia que se había desatado, pero en medio de esta escucho un llanto, Reborn pensó que era su imaginación pero los gritos se escucharon mas fuertes, salio a ver que era sin imaginarse que alguien había dejado a un bebe en su puerta.

"Un bebe... abandonado..."

Un Bebe Y... Un Hitman¿?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora