"Un casa es una casa... Un hogar es con las personas que amas"
O eso fue un intento de formular una frase de la autora que había desaparecido durante un buen tiempo.
Pero eso fue lo que llegó a la mente de aquel Hitman que veía al arcobaleno de la tormenta dormido con su niña en brazos, a su lacayo dormido cerca y sentado en el suelo debido a que la pequeña le sostenía un dedo, y que con la otra manita sostenía los anteojos de Verde. Una sonrisa se veía en la cara del sol mientras se quitaba el saco, y dejaba su sombrero igualmente colgado en el perchero.
Había pasado dos meses desde aquel suceso, los arcobalenos no podían estar más tranquilos de ver a la pequeña que los reunió a salvo. Viper a pesar de que no se quedó les dió un pequeño broche, con el cual la pequeña podría seguir en contacto con ella al igual que Lal y con Coronello, Fon y Skull salieron del hospital, el lacayo antes que la tormenta, y este le ayudo a Reborn a recolectar todas las cosas que se pudieran rescatar de su casa, su hermana por supuesto, regaño a Skull de que siempre se estaba lastimando, pero siempre mantuvo la sonrisa de que su hermano se recuperaba rápido. Ya cuando Fon salió del hospital, Reborn había comprado una nueva casa lejos de la anterior y más espaciosa, era de 5 recamaras con baño cada una, sala, comedor, cocina integrada, un gran cuarto de lavado, un jardín y cochera para dos autos.
Fon lo miro sorprendido, cuando Reborn lo llevo a su casa, realmente estaba contemplado que todos se quedarán, había destinado una habitación para el lacayo, una para el, había una habitación para la pequeña y la del arcobaleno más fuerte, aunque Reborn sabía que la de la niña casi no sería ocupada o no en este momento, había una para Verde, que el rayo rechazo de inmediato pero prometió visitar a la pequeña.
Aquella mañana fue un poco extraña a comparación de lo que podría esperar el Hitman, se levantó temprano por supuesto, el era el sol así que se levantaba con el amanecer mismo, dejo a su pequeña rodeada de las dos almohadas para evitar cualquier accidente, preparo su traje para el día que le esperaba y tomo una ducha rápida, ya con el traje puesto, vio a su pequeña que comenzaba a despertar y formaba un pequeño puchero, primero al notar que de nuevo León no estaba con ella, y su pequeño estómago pedía alimento.
-Buenas días pequeña.- Reborn se acercó y la cargo, notando aún más sus ganas de llorar.
-Vamos primero desayunas y después te cambio...- La bebé se mantuvo solo con ese pequeño puchero, Reborn bajo a la cocina dispuesto a calentar un biberón que había dejado listo en el refrigerador la noche anterior para su niña, pero al llegar vio al arcobaleno de la tormenta preparar el desayuno, este al notar la presencia de los dos sonrió dejando lo que estaba haciendo.
-Buenas días Reborn.- Le sonrió al sol.
-Buenas días Haya-chan...- Se acercó a la pequeña que al ver a la tormenta cambio su expresión de puchero, algo más calmada pero aún daba señales de querer llorar.
-Debe de tener hambre...- Fon rápidamente saco el biberón ya con la temperatura adecuada y se lo entrego a Reborn.
-Gracias Fon...- El Hitman de inmediato le dió el biberón a la pequeña que comenzó a beberlo gustosa.
-En un momento está el desayuno Reborn.- Le dijo la tormenta continuando su labor.
-En realidad ese debería de ser mi trabajo.- Dijo el Hitman mirando al joven de cabellera larga.
-Nos estamos quedando en tu casa y te estás haciendo cargo de nosotros, es lo menos que puedo hacer Reborn.- Dijo con sinceridad el joven chino sonriéndole al sol.
-Buenos días...- Se escuchó de un somnoliento Skull que se mostró con una camiseta olgada y boxer, mientras los sempais del aquel chico suspiraron al verlo.
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Un Bebe Y... Un Hitman¿?
FanfictionEl Noveno Vongola algo preocupado y cansado de la actitud y poco humanidad de su más confiable asesino Reborn, decide tomar cartas en el asunto después de las consecuencias de una misión. ¿Cómo lo tomara Reborn?, y lo mas grave es ¿Cómo llego un beb...