Llegando a la casa de Reborn medio destruida, tuvieron que encerrarse los tres ya que las vecinas estaban más que locas por saber qué fue lo que sucedió y si podían ayudar en algo, además de que querían cargar a la bebe y demostrar que son buenas madres, vaya locura.
-Aunque es bueno que ya hemos llegado... ¿No está demasiado destruido para que estemos aquí?- Dijo Colonello, notando a través de lo que quedaba de la ventana que seguían pasando mujeres tratando de ver por la misma, el hecho de que fuera de noche les ayudaba mucho en ese aspecto.
-No es para quedarnos... Tenemos que ir al hospital... Fon y Skull deben de estar internados.- Dijo Reborn con León convertido en una linterna, fue a lo que era su teléfono que por suerte seguía intacto y mostraba que tenía más de treinta mensajes y llamadas perdidas.
-Eso no es buena señal...- Dijo Colonello, sabiendo cómo eran las del vecindario.
-Posiblemente este uno de mi jefa... Pero tendremos que oírlos todos...- Los dos sabían que más de la mitad deberían de ser mujeres desesperadas y hablarían como niñas pequeñas, empezaron a poner los mensajes mientras Haya aún estaba dormida y Verde la cargaba sin mucho ánimo.
Mensaje 1
¡¡¡¡¿¿¿SEÑOR REBORN SE ENCUENTRA BIEN??? SOY SU VECINA DE ENFRENTE... HABLE SI NECESITA ALGO!!!!
-¿Cuanto a que más de quince mensajes son así?- Dijo Colonello con una gotita al estilo anime.
-No apuestes de algo que es obvio...- Dijo Reborn con resignación, de seguro más de una le pidió su número a su vecina más confiable y esta se los dio sin mucha alternativa, continuaron escuchando los mensajes que eran cada vez más extraños hasta llegar a uno donde una mujer hablo con calma.
Reborn... Ya que dejaste el edificio con un criminal en tu oficina... En serio que es de sorprenderse, en fin... Hablame cuando todo termine y dime si la niña esta bien, Y si necesitas ayuda, ya esta reservado un hotel para hospedarte mientras arreglas tu casa... Pero me debes una explicación...
-¿Esa es tu jefa?- Reborn sonrió al terminar de escuchar el mensaje, su jefa era realmente un mundo de misterios.
-Si...- Reborn vio una nota escondida abajo del teléfono, era la letra de su vecina más confiable donde le decía a qué hospital habían sido llevados y que ella estaba con ellos, tomaron unos juguetes de Haya y un cambio de ropa para ella, volvieron a subir al auto y fueron al hospital.
-Oh... Señor Reborn.- Escucharon los tres y miraron a una mujer, su cabello era largo y de color violeta al igual que sus ojos y de piel blanca, era la vecina normal de Reborn.
-Siento mucho pedirte las cosas sin explicación Bianca...- La mujer sonrió negando con la mano.
-No te preocupes, era una emergencia... Además uno de los heridos es mi hermano.- Dijo con una sonrisa algo forzada, los tres la miraron sorprendidos, vaya que el mundo daba muchas vueltas y no era muy grande.
-Skull no ha dejado de ser tan descuidado en ese aspecto...- Dijo algo preocupada.
-¿De verdad eres la hermana del inútil de Skull?- Dijo Verde mirando a detalle a la mujer que solo sonrió.
-No le digan así... Y si...-
-Pero no se parecen en nada...- La mujer río un poco mirando a Colonello.
-Lo sé, él tiene toda la cara de nuestro padre...- Dijo en tono tranquilo. -Veré si pueden pasar a verlos...- Dejo solos a los arcobalenos con la nena aun dormida, Verde y Colonello voltearon a ver a Reborn que se mantenía tranquilo.
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Un Bebe Y... Un Hitman¿?
Hayran KurguEl Noveno Vongola algo preocupado y cansado de la actitud y poco humanidad de su más confiable asesino Reborn, decide tomar cartas en el asunto después de las consecuencias de una misión. ¿Cómo lo tomara Reborn?, y lo mas grave es ¿Cómo llego un beb...