Cap. 4 Je t'aime

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Hoshitani y Ootori corrían por todo lado en sus respectivas casas. El taxi que esperaba a Yuuta para llevarlo a la casa de su senpai había estado en la entrada de su casa desde hace 5 minutos.

- Es un taxi, debe esperarme, de todas maneras Ootori-senpai va a pagar por él, ¿verdad? – se repetía una y otra vez mientras corría por su habitación calzándose los zapatos que usaría, ajustando un poco su corbata, y tomando su celular para ver la hora. – es tarde debo irme... Ah una nota, dejaré a mi madre una nota.

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Ootori no se encontraba menos nervioso que Yuuta.
Había tomado una ducha rápida y ahora con la toalla en su cabeza corría y miraba a su alrededor para detectar cualquier cosa que olvidara ponerla en su lugar; el pastel, las velas, el champagne, (siendo una ocasión especial permitiría Yuuta beber un poco).

- Solo será un poco, esta noche debe ser solo nuestra – se decía para sí, mientras iba a la cocina para recoger los cubiertos faltantes en la mesa. – y ahora todo listo, solo falta vestirme.

Corrió a toda prisa a su habitación, tomó un pantalón de mezclilla que no luciera demasiado elegante, "demasiado". Una camisa blanca cerraba su atuendo.

- Espero no lucir tan producido por él, y disimular bastante -

*Ding Dong*

Se encontraba a medio peinarse cuando el timbre sonó.

- En un momento voy – gritó y se apresuró a colocarse un pasador sujetando un mechón rebelde de cabello – que nervios – se dijo mientras se miraba en el espejo y revisaba una última vez su atuendo.

Yuuta POV

Mientras iba en el taxi rogaba que el taxista se demorara un poco para yo poder calmar mis nervios; pero al mismo tiempo, estaba ansioso por verlo de nuevo.

Tarde unos 15 minutos en llegar a casa de Ootori-senpai. Llevaba en uno de mis bolsillos un pequeño obsequio, que espero que le guste. Ante mis ojos Ootori-senpai era una persona sobria y elegante, por lo que le compre un prendedor plateado con de esos que se pueden poner en las gabardinas y hacen un toque especial a la gente con garbo, este tenía finas líneas lilas, y cuando lo vi, pensé si, esto fue hecho para él. (N/A: ni la autora sabe en que momento lo compró). El pequeño pero elegante prendedor estaba guardado en una cajita negra con un lazo café y pequeños detalles en dorado. - Espero que le guste.

Al llegar al departamento de Ootori-senpai, estire mi mano para presionar el timbre *ding dong* - es ahora o nunca- me repetí a mí mismo. En el interior una voz no se hizo esperar – en un momento voy - *que nervios*

FIN POV

Luego de dos minutos de espera Ootori abrió la puerta y vio a un Yuuta bien vestido, pero no demasiado, se había arreglado un poco más pero sin perder ese aire despreocupado e infantil de siempre. 

- Bienvenido a mi casa, adelante – dijo galante el mayor

- P-perdón por la i-intromisión- respondió un nervioso Yuuta al ver a un Ootori guapo y bien vestido frente a él.

Al entrar al departamento sintió un agradable aroma a café que hizo que sus nervios se relajaran un poco.

- ¿Te gusta el café? – pregunto Ootori dirigiéndose hacia uno de los sillones, una clara invitación a que Yuuta se sentara.

- Sí, me relaja – Yuuta sonrió un poco más tranquilo; pero al pasear su vista por el departamento y ver que este era muy bien amoblado y que además la luz de la lámpara era tenue, dándole un ambiente romántico, sus nervios se volvieron a disparar. – Ah, etto... emmhh gracias por la invitación.

Una canción, el inicio de todoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora