Cap. 24 Las esperanzas se pierden y un camino se abre

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Los días pasaban y las esperanzas de Tsukigami y Kuuga menguaban con el tiempo. Kaito había hecho hasta lo imposible por sacar información a Tsubasa, pero el azulino era completamente hermético, no soltaba absolutamente nada de información. Lo único que confirmó es que el amigo de su hermano sí estaba en Canadá, y aunque pidió pruebas, Tsubasa nunca se las proporcionó. Esa información era inaccesible para todo el mundo excepto para las altas direcciones y el consejo Kao.

El grupo intentó persuadir a Lion, pero él también enmudeció como tumba, alegando que Tsubasa había dado directamente la orden de no divulgar ningún tipo de la información sobre el paradero de Hoshitani.

Lion cuestionó muchas veces a Hiragi el motivo de no informarle a Itsuki que Yuuta se había retirado del programa y posteriormente de la Academia. No creía correcto que su hermano desconociera tal información, sin embargo lo único que Tsubasa le había pedido a él y el resto del consejo era guardar el secreto y que a ellos no les correspondía decírselo.

Era una situación bastante triste, un amor que a él se le hacía obvio entre su hermano y la pequeña estrella terminó mucho antes de empezar, y sin embargo él no podía entender que tan dolorosa había sido la situación para que su hermano prácticamente huyera y Hoshitani abandonara sus sueños.

Que tuvo que pasar para abandonar a tu familia, amigos, sueños y sentimientos; no lo entendía, realmente no lo entendía. Y eso era demasiado doloroso, incluso para él.

6 meses después

Con una infructuosa búsqueda, Stardust (o lo que quedaba del grupo) pararon con investigar el paradero de su amigo. Incluso se habían ganado una orden de restricción hacia los padres de Hoshitani y su vivienda. Habían llegado a colmar la paciencia del padre del castaño y como consecuencia de ello tuvieron problemas con la policía, con la academia y con sus respectivas familias.

Haruto, a petición de su hermano, también había desistido de la búsqueda y el cuarteto simplemente decidió seguir con su vida, no sin antes estar molestos con todo lo sucedido y, en un mudo acuerdo, no volver a tocar ni mencionar el tema. Se dedicaron a sus estudios y a su música. Eso era lo que por ahora podían hacer.

En Canadá

Medio año había pasado desde la llegada de Yuuta a la academia. Su inicio no había sido tan dramático por el cambio de horario, idioma, costumbres; como lo había imaginado. Con el apoyo de su ahora amigo, Nicholas, había sido muy llevadero todo.

15 días después de su llegada a Canadá recibió un email de su hermana contándole toda la situación que estaba pasando en su casa relacionado a su partida y fue allí donde Yuuta entendió que ahora estaba completamente solo; "no vuelvas", "botaron tus cosas", "vendieron tus muebles", "olvídate de esta casa", se grabaron en su mente y en su corazón. Ya no tenía familia, eso era seguro. Lo único que los unía a ellos era el apellido.

Pero él era fuerte (o indiferente) a las circunstancias que le recordaban a Japón y que, al parecer, y con el fin de sus lazos familiares, ya no le perseguirían. Por lo que tomando con toda la calma del mundo respondió el mensaje de su hermana que, para ser honestos, jamás había tenido una buena relación:

"El momento en que subí a ese avión acepté mi situación. Haz de cuenta que jamás existí"

A partir de ese momento y durante esos meses, no tuvo más contacto con su familia, y para cortar completamente las relaciones, cambió su número de celular y correo electrónico.

Ahora se sentía completamente concentrado en sus estudios y por mantener la beca que había conseguido. Adicional había conseguido un trabajo a medio tiempo en una de las cafeterías aledañas a la universidad. El que Nicholas fuera el ahijado del dueño había sido de mucha ayuda, por lo que ya podía costearse, no solo material académico, si no sus gastos personales.

Una canción, el inicio de todoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora