Desde que te conozco

11. Vuelo

Quedamos con Kou al lado de una de las tiendas de suvenires, su avión llegaba tres horas antes de que saliese el avión con destino a Sídney por lo que haríamos un descanso a comer cuando llegase y luego embarcaríamos.

Mientras esperábamos mirábamos los estantes de la tienda para hacer tiempo y para coger alguna cosa olvidada en el último momento.

-Mira, Haru, allí hay almohadas.

-Te he dicho que no me iba a hacer falta, por eso la he dejado en casa.

-Pero si justo ayer la dejaste cerca de las maletas para no olvidarte de ella, ¿cómo puedes ahora negarlo?

-He dicho que no hace falta, Makoto, deja de preocuparte.

-Simplemente ve a mirar una y nos la llevamos.

Volví la mirada para observar detenidamente los estantes que teníamos detrás por si encontraba algo que echase en falta en la maleta, pero entonces vi a Kou entrar en la tienda. Miraba alrededor con el objetivo de encontrarnos, después de unos vistazos rápidos nos localizó a todos en el interior y levantó la mano para saludarnos e indicarnos que había llegado. Entonces nos acercamos con ella. Hacía bastante tiempo que no la veíamos de manera presencial, aunque sí por las videollamadas o en fotos pero parecía que había madurado un poco, al menos se notaba algo más que viéndola de otra manera. Llevaba el pelo algo más largo y esta vez no lo tenía recogido en una coleta, sino que lo llevaba suelto y este le caía por los hombros. Vestía una americana negra con una camisa blanca debajo y unos vaqueros, su nuevo estilo le daba un toque más adulto al que yo recordaba en ella.

-¡Hola, chicos! Hacía ya que no nos veíamos, ¿qué tal?

-Hola, Kou, parece que has madurado mucho en el tiempo que no nos hemos visto, ya verás cuando te vea tu hermano.- Sosuke se acercó a ella de manera amistosa, no era raro ya que se conocen desde hace años. Cabe mencionar que para referirse a ella con nosotros usaba Gou, pero cuando hablaba con ella en verdad usaba Kou, esta actitud de Sosuke hizo que se me escapase una leve risa que intenté tapar con el saludo.

-Hola, Kou, hacía ya que no nos veíamos, ¿qué tal el vuelo?

-Hola, Makoto-senpai. Bueno, ha sido algo cansado pero cuando comamos tendré fuerzas para la segunda parte del viaje -Kou rió-. ¿Está por ahí Haruka-senpai?

-Estaba buscando una almohada ya que se ha olvidado la suya en casa, lo más seguro es que no te haya visto hasta ahora mismo.

En ese momento Haru se acercó a saludar a Kou, llevaba una almohada con motivos marinos en las manos.

-Hola.

Puede que Kou haya cambiado mucho, pero no tengo la impresión de que Haru lo haya hecho en todos estos años.

-Será mejor que paguemos la almohada y vayamos a comer, no queremos que se nos pegue la hora.- Me dirigí con Haru hacia la caja mientras Kou se quedaba charlando con Sosuke-. ¿Por qué has elegido esa almohada? Creí ver algunas que emulaban agua y pensé que elegirías una de esas-reí.

Haru señaló una de las partes en la había un dibujo de una orca.

-Me recordó a ti cuando la vi.

Se me subieron los colores, Haru de vez en cuando soltaba algo así pero creo que nunca llegaría a acostumbrarme del todo. De todas maneras desde un principio nunca pensé que acabásemos siendo pareja.

Volvimos con Kou y Sosuke después de pagar y nos dirigimos a la zona de restauración, estaba llena de gente comiendo junto con su equipaje, en verdad uno nunca se plantea la gran cantidad de gente con sus propias vidas y problemas que pasa aquí a diario, quizás algunos van a visitar a sus familiares, quizás otros lo hacen por empleo, otros simplemente irán a visitar otros lugares. Ver a todas esas personas me hizo plantearme un poco mi situación, si uno se fija lo suficiente han ocurrido muchas cosas para poder llegar al punto actual. Si Haru nunca se hubiese apuntado conmigo a natación nuca hubiésemos conocido a Rin, ni a Sosuke, ni a Kou. Probablemente no estaríamos aquí esperando un vuelo con dirección a Australia.