Capitulo 3: Frente a La Puerta Del Infierno

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Gracias por leer ^^ y comenten<3
Poco a poco fui abriendo mis ojos a causa de los rayos de luz que lograban pasar por la ventana. Mientras me levantaba y estira mis brazos pensé: Todo fue una pesadilla, ¿no? Pero luego de despertarme completamente con un dolor de espalda y cuello tremendo choque con la mismísima realidad, no me encontraba en mi habitación, acostado sobre mi cómoda cama, sino que estaba acostado sobre el duro suelo y a solo unos metros se encontraban Javier y Damián roncando como si no hubiera pasado nada la noche anterior. ¿Cómo carajos hacen para dormir así en la situación que estamos? Me puse de pie y vi como todos seguían durmiendo. Estaban casi todos, la única que faltaba era Silvina.

La busqué por todas las habitaciones que no eran más de cuatro, la comisaria no era tan grande, ¿dónde puede estar?, entonces la vi por una ventana. Se encontraba tranquilamente sentada en el capo de lo que era antiguamente mi auto.

Me moví hasta la puerta y al abrirla una ráfaga de viento me impacto, esta no era una ráfaga refrescante de primavera que portaba el olor de las flores, para nada, transportaba el olor a muerte, humo y putrefacción, si estuviera en el infierno seguramente las brisas serian iguales.

Lo que vi al salir no era más que otro paisaje proveniente del infierno. Una calle en donde había autos sin puertas o con algún vidrio destruido, a sus lados podías encontrar sangre o algún cadáver completo, mutilado o algún brazo o cualquier otra extremidad suelta. Los edificios que antes eran como árboles de navidad ahora no eran más que unos troncos muertos, en sus paredes y ventanas podía ver arañazos, causados seguramente por las largas y afiladas garras de las criaturas al escalarlos.

Me acerqué poco a poco al capo y me senté al lado de Silvina. Podía observar como ella se encontraba mirando fijamente a un punto invisible. Hasta que hablo

- A pesar de todo lo que paso, es muy hermoso este paisaje – dijo ella sin mirarme - la tranquilidad y el silencio que están presentes

- .... – no sabía que responderle a Silvina ante su comentario

- ¿y qué opinas vos? – me pregunto ella mirándome por primera ves

Entonces fije mi vista hacia donde miraba antes Silvina, podía ver los edificios en ruinas, cuyos vidrios restantes reflejaban la luz haciéndolos brillar mientras que la otra mitad de los edificios estaban sumidos en las sombras. En realidad, si era hermoso

- Tenes razón es una vista perfecta – le conteste mientras miraba el paisaje – Pero Silvina ¿Qué hacías levantada desde temprano?

- Es que soñé con la muerte de Agustín – me dijo ella

- Seguramente está en un lugar mejor que a este infierno – le comenté - ¿Qué tal si vamos a levantar a los otros?, todavía tenemos que ver que hacer

- Okey – dijo con una sonrisa

Silvina se acercó a la puerta y la abrió de golpe y lo siguiente que supe es que se había puesto a gritar.

- ¡Todos arriba mierda! – grito Silvina en medio de la habitación

Ante el grito todos se levantaron de golpe y al darse cuenta de que solo se trataba de Silvina y no de algún bicho, empezaron a putearla y a gritarle.

- Bueno gente a ver si despabila – dije – tenemos que encontrar un auto que no esté destruido antes de venir a despertarlos con Silvina nos fijamos si alguno de los de afuera servía, pero no hubo suerte. Además, tenemos que hablar sobre que vamos a hacer después de eso.

Entonces se escucharon varias explosiones y rugidos, rápidamente salí hacia afuera y pude ver a lo lejos como se producían unas cuantas explosiones más. Aquella tranquilidad de antes se rompió totalmente y lo siguiente que pude ver era como de algunos de los edificios de la calle empezaban a saltar nuevamente aquellos demonios con cuernos. Entre lo más rápido al edificio que pude y tome la escopeta que se encontraba cerca y les grite a los demás:

- Los bichos volvieron, Milagros vos sos la que tiene mejor puntería acá agarra la AK-47 y entrégale las pistolas a los demás – dije – voy a volver a salir cuando ya estén listos alcáncenme

Al abrir la puerta pude divisar a dos de esos bichos a unos pocos pasos. voltearon rápidamente su vista hacia mi dirección, uno de ellos se abalanzó sobre mí con un gran salto. Caí secamente contra el suelo y acerco rápidamente su mandíbula hacia mí, pero antes de morderme detuve su movimiento colocando la escopeta entre los dos, mordiendo a esta y con todas las fuerzas que tenía empuje a la bestia y le disparé a su cabeza acabando con su maldita vida. Entonces escuche un grito agudo proveniente de la otra criatura la cual había olvidado. Disparé, pero a pesar de eso siguió avanzando estaba a dos pasos de atravesarme con su cola cuando se escucharon varios disparos y lo siguiente que vi era como la criatura caía contra el suelo. Al voltearme allí estaba Milagros junto con Javier detrás de ellos salió Sofía quien se acercó a mí y extendió su mano para ayudarme a ponerme de pie. La acepté gustosamente y me puse de pie.

- Gracias chicos – dije

- No es nada – contesto Milagros con una sonrisa en su cara mientras que Javier a su lado solo hizo un gesto con su cabeza

- Sofía, ¿sabes usar una pistola? – pregunte al verla con el arma en su mano

- No, pero Mili me dio una lección rápida – respondió mientras que jugaba con la pistola pasándola de una mano a otra

La conversación se vio interrumpida al escuchar nuevamente una explosión a lo lejos, pero no solo esta era la causante de que dejáramos de hablar, sino que en la calle todavía quedaban muchos de esos bichos con cuernos. Uno de ellos se nos acercó rápidamente e intento atacar a Sofía, pero antes de que eso pasare dispare contra su pecho y murió al instante

- Chicos todavía hay bastantes que tal si comenzamos – dije mientras tenía mi vista puesta en cómo se acercaban dos más de esas cosas a nosotros – ¿y los demás?

- Algunos de esos bichos se colaron adentro – dijo Javier mientras que comenzaba a disparar – dijeron que se podían encargar de ellos

Terminamos la charla y todos comenzamos a tirar contra las bestias, al principio los mantuvimos a raya, pero por cada insecto que moría dos nuevos lo remplazaban. Empezamos a retroceder poco a poco en dirección a la puerta sostuvimos la pelea un poco más, pero eran demasiados la cuadra entera estaba repleta. Entramos y cerramos la entrada además de colocar unos cuantos escritorios detrás de esta para mantenerla todo lo posible, los chicos habían podido acabar con los de adentros por lo que parecía pensé al ver algunos cadáveres pertenecientes a las bestias.

- ¿Qué hacemos ahora? – dijo Silvina mientras respiraba dificultosamente

- ¿No hay alguna otra salida? – pregunto Milagros

- No, estamos en una comisaria – dije – esta pensadas para que solo se pueda entrar y salir por la puerta esta

Entonces todos nos callamos al escuchar como la puerta empezaba a ceder ante las criaturas, no iba a resistir mucho tiempo más. Nuestras esperanzas de sobrevivir se desvanecieron al abrirse la puerta de golpe. Estábamos acabados estaban por entrar cuando sucedió aquello.........  

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