Capitulo 5: Salvación y Reencuentros

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A pasado unas pocas horas desde que abandonamos la ciudad y la noche está acechando. Todos estamos tranquilos poco a poco nos estamos acostumbrando y aceptando esta nueva realidad. Me gusta esta camioneta, es más cómoda y grande, ahora cada uno tiene un asiento, pero lo más importante es que es azul como mi pelo. Hay en el vehículo un silencio que me esta asesinando. Desde el espejo retrovisor puedo ver como Silvina, Eliana y Daniela se encuentran durmiendo mientras que Sofía desde que partimos solo ha estado viendo por la ventana a un punto imaginario. Damián y Javier se encuentran despiertos, pero para mi sorpresa los dos se encuentran muy callados desde que partimos.

- Dios que silencio horrible – dijo Milagros a mi lado

- Shh, baja el volumen algunos están durmiendo – comento Damián mientras que señalaba con su cabeza a las otras

- Es que Mili en realidad tiene razón – dijo Javier

- Bueno no hagan escandalo – les dije mientras que miraba hacia adelante

- ¿Habrá algo en la radio? – nos preguntó Milagros

- Pero, ¿Sos sorda o qué? – le dijo Damián – hay gente durmiendo

- Es que no estoy acostumbrada al silencio – le respondió Milagros con los brazos cruzados

- Hace lo que quieras Milagros – le dije

- ¿Por qué hacen tanto ruido? – dijo Sofía mientras que estiraba sus brazos

- No dejan dormir loco – hablo Silvina

- Parece que Eliana y Daniela son las únicas que duermen como roca – dijo Javier mientras señalaba a la nombrada

- Todo para prender la radio – comente mientras que le mandaba una mirada a Milagros

- Parece que ahora vamos a poder resolver el misterio – hablo ella mientras que buscaba el botón para prender la radio

- Milagros sos la única persona que en medio de una catástrofe se pone a escuchar la radio – dijo Silvina mientras que esbozaba una sonrisa

- Bueno gente a ver si se calma que al fin encontré el botón – comento la nombrada

Entonces Milagros apretó el interruptor y lo siguiente que pudimos escuchar no era nada más ni nada menos que...estática

- Era obvio que no iba a ver nada – dijo Daniela mientras que despertaba- ¿Quién se quedaría en una radio en medio de una catástrofe Mili?

- ¿No era que estabas muerta vos? – le dijo en contraataque Mili

- Bueno cálmense mierda – hablo Silvina

- Sigan jodiendo y choco el auto contra el primer árbol que vea – les dije mientras que movía el auto en dirección a un árbol que había a unos metros

- ¡Nos calmamos, nos calmamos! – gritaron las dos

- Eso espero – dije mientras que retomaba el camino

- ¿Por qué tanto ruido? – hablo Eliana para luego bostezar

- Despertó es un milagro – dijo Damián mientras que levantaba sus brazos – lo que pasa es que Lau casi nos choca contra un árbol porque no se callaban estas dos – dijo mientras señalaba a Milagros y Daniela

Entonces el ambiente del vehículo fue invadido por un sonido proveniente de la radio y lo siguiente que se escucho fue la vos de un hombre

- Este es un mensaje del Ejercito de los Estados Unidos para los supervivientes de la zona. Damos el aviso de que vamos a llevar a cabo una extracción el día miércoles. Los supervivientes deberán concurrir a Washington D.C y dirigirse a lo que antiguamente era la Casa Blanca. Allí se procederá a llevar acabo la extracción. Fin del mensaje

Luego de que terminara el mensaje decidí detener el auto y lo siguiente que hice fue mirar a los demás los cuales se habían quedado en silencio desde que había terminado el mensaje.

- Todavía hay salvación – dije

- Es verdad – comento Milagros

- ¿Cuánto tardaríamos en llegar? – me pregunto Damián

- Hoy es lunes, tardaríamos un día para llegar. Debemos parar a descansar y buscar comida. Llegaríamos el miércoles a la mañana – respondí

- Todavía hay una oportunidad chicos – dijo Silvina con notable felicidad

- Bueno, vam.... - estaba diciendo cuando se escuchó un Pikachu proveniente del bolsillo de Milagros

Entonces Milagros saco de su bolsillo su celular. Desde que comenzó todo ninguno de nosotros ha vuelto a sacar su celular. Desbloqueo la pantalla y luego nos dijo:

- Chicos es un mensaje de Paloma – dijo Milagros con notable sorpresa y felicidad

- Cierto no se acuerdan que nos dijo que iba a ir a el campo de su abuelo este fin de semana – comento Silvina

- ¿Qué dice el mensaje? – pregunto Javier

- Dice que necesita ayuda, parece que uno de esos bichos entro a la casa y mato a su abuelo, pero ella logro matarlo – respondió Milagros – debemos ir a ayudarla – dijo con firmeza

- Está bien, todavía no pasamos la casa, creo – comente – ¿Es a la que fuimos una ves?

- Si – afirmo ella

Fijé mi vista en los demás y todos asintieron con la cabeza, puse en marcha el auto y comenzamos el viaje.

(....)

- Llegamos – dije mientras nos acercábamos a una casa la cual se encontraba iluminada

- Espero que se encuentre bien – comento Damián al ver la casa

Luego de unos minutos detuve la camioneta frente a la entrada de la casa. Era una casa con apariencia antigua pero que era bastante grande ya que tenía dos pisos. Todos bajamos y cada uno tenía su respectiva arma a la mano. Milagros se acercó rápidamente a la puerta, la cual toco. Después de unos segundos la puerta se abrió lentamente al abrirse totalmente pudimos distinguir a la persona a la cual habíamos venido a buscar. Milagros y Silvina se abalanzaron rápidamente sobre Paloma para abrazarla

- Menos mal que te encuentras bien – dijo Silvina

- Gracias a Dios que siguen vivos, pensé que no quedaba nadie – comento ella mientras disolvía el abrazo – entren chicos estaba haciendo la cena

- ¡COMIDA! – grito Silvina mientras que entraba corriendo a la casa

La cena estuvo genial. Habíamos hablado sobre todo lo que había pasado desde la muerte de Agustín hasta el mensaje que habíamos escuchado por la radio. Habíamos decidido que nos quedaríamos a dormir y mañana partiríamos todos a Washington.        

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