Confiar en un extraño

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Me resulta difícil decirle, pero ya está aquí listo para escuchar.
- Lo que voy a decirte nadie lo puedo saber, es algo que he estado ocultando por mucho tiempo- su cara se pone seria al escucharme.
- Esta bien, confía en mí, no contare ni una sola palabra- me asegura.
- Esta bien. Hay un chico, un chico que me gusta desde hace tiempo. Siempre parece ignorarme, como si no existiera. El me empezó a hablar ayer, fue tan raro todo, porque me lo topaba en todas partes. No sé si es obsesión pero no paro de pensarlo. Me gusta mucho más de lo que imagine. Solo que cada día me voy lastimando, sé que nunca voy a gustarle. Él estuvo enamorado de alguien y por lo que se es que nunca había querido tanto a alguien como ella. Ella es perfecta para el. En verdad no sé si le gusta el. Tal vez y ya es del pasado. Pero te aseguro que cuando él la mira, algo brilla en sus ojos. Nunca causaré ese efecto en el. A veces me digo a mí misma que tengo que superarlo, pero es imposible. No es fácil olvidar a la persona que amas, no lo es- empiezan a caer lágrimas de mis ojos- Y por más que trato no puedo, siempre está ahí.
Me siento mal, me siento triste, nunca pensé en desear tanto a una persona que no puedo tenerla.
Derek seca una lagrima de mi mejilla.
- Oye, no llores ¿si? Te ves más linda sin ninguna lágrima en la cara. Sé que duele, lo digo porque ya me pasó, es feo, lo sé. Pero tú estás muy linda para cualquier hombre. No te conozco, ni sé cómo eres, pero puedo ver algo en ti. Eres bella maldita sea- me sonríe algo sonrojado.
Se empieza a reír de la forma más tierna y yo me uno.
- ¿Ves? Así te ves más linda, no llores más, tu sonrisa es hermosa- vuelve a sonrojarse.
- Gracias Derek, que lindo eres- le digo.
- Bueno Mel, perdón pero se me hace tarde, espero que estés bien- se levanta y se sacude los pantalones.
- Espera, ten mi numero, así podremos hablar más- arranco una hoja de mi libreta y anotó mi numero y se lo doy.
- Te llamaré luego- dice con una sonrisa y se va.
Miró como va desapareciendo entre toda la gente que está por la esquina de la cafetería.

Por fin acaba el día y espero a Alice para que vallamos a casa. Ha sido algo largo y cansado. Mis ojos están hinchados de llorar, no me gusta que me vean así. Por fin llega, miró por la ventana que Eithan está en el coche, pongo los ojos en blanco, en realidad no lo soportó.
Me subo en la parte trasera. Mi hermana se voltea a mí con cara de angustia.
- ¿Te pasó algo?
-¿Qué? No, no, no me pasó nada, solo que estaba viendo un capítulo de Gossip girl, ya sabes Chuck y Blair pelearon otra vez- le digo mirando hacia la ventana.
- Tú y tu Chuck, ¿cuándo tendrás un novio real?- se ríe junto con Eithan.
- Lo mismo me pregunto yo- suspiro sin dejar de mirar hacia la ventana.
El paisaje es agradable, bueno, claro que son muchos edificios pero me agrada vivir en una ciudad tan grande como esta.

Miro que el auto de mi padre está en la cochera, subo lo más rápido que puedo a mi habitación, quiero evitar cualquier tipo de contacto con mis padres, no quiero preguntas incómodas. Dejo mi mochila en la silla de mi escritorio que está justo a lado de mi ventana, al dejarla ahí unas hojas sueltas caen al piso, no me molesto en recogerlas.
Entro al baño y me lavo bien mi cara para no dejar marcas de que estuve llorando.
Usó mi iPod para escuchar música, me tranquiliza ante este tipo de situaciones, me pone de ánimo. Empiezo a bailar de aquí para allá por toda mi habitación, solo me dejo llevar por el ritmo de la música.
Los gritos de mi madre interrumpen mi paz, quiere que baje a comer.
Apago la música y bajo enseguida.

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⏰ Última actualización: Aug 26, 2016 ⏰

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