Mi hija no para de llorar.
No importa lo que haga, qué cuentos le cuente, los juguetes que le lleve, no deja de llorar.
Ella tiene miedo, quiere que duerma con ella, pero su sueño es eterno y en su tumba no hay espacio para dos.
-J.P. Marines Z.
ESTÁS LEYENDO
Cuentos de noches sin luna
HorrorCuando la luna se oculta y su brillo deja de guiarnos en la noche, es cuando nos encontramos en un camino lleno de oscuridad. Es en la oscuridad cuando nos enfrentamos a la penumbra de nuestras almas, a nuestros más torcidos deseos, a nuestra melanc...