Extraño como eras antes.
Antes eras cálida y alegre. Tu sonrisa calmaba la tempestad que era mi ira.
Y ahora, después de esa noche ya no eres la misma. No sonríes ni me vez directo a los ojos. Tu abrazo es desconsolador y hasta tus manos se sienten frías.
Creo que deberíamos ver a otras personas.
-J.P. Marines
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Cuentos de noches sin luna
HororCuando la luna se oculta y su brillo deja de guiarnos en la noche, es cuando nos encontramos en un camino lleno de oscuridad. Es en la oscuridad cuando nos enfrentamos a la penumbra de nuestras almas, a nuestros más torcidos deseos, a nuestra melanc...