"Todo fue culpa de Laito kun"

Esto no pude ser

-QUEE.-Gritamos todos al momento de escuchar aquella confesión.

-Ósea, que tú nos diste a beber una pócima, la cual ni siquiera sabias que era, pudiste avernos envenenado IDIOTA.-grito Subaru.

-Para nada hubiese pasado eso, porque claramente escuche cuando Reiji dijo que esa droga era perfecta, así que no había riesgos.-y por kami que fue verdad cuando todos nos dimos un golpe mental por la idiotez de Laito, mientras que Reiji suponía rojo de coraje tan solo deformaba a cada minuto más su rostro, pero es que como no hacerlo cuando más que advertidos todos en la mansión sabíamos de las dos reglas que jamás deberían de romperse.

La primera, jamás de los jamases podíamos tocar o siquiera mirar las finas tasas de Reiji sin su permiso, y segunda y aún más importante que la primera, jamás, pero nunca jamás debíamos entrar en su laboratorio y peor aún nunca debíamos tomar algo sin pensar en las consecuencias de aquel acto, que ahora mismo Laito había confesado había roto.

-¿Dime cuál de todas mis drogas tomaste?.-Laito saco un frasquito de su short y entregándoselo a Reiji me aterre al mirarlo ya que sin parpadear tan solo podía observar como Reiji a cada instante abría más sus ojos al mirar aquel frasco.

-ERES UN IDIOTA, COMO PUDISTE DARNOS ESTO A BEBER, IDIOTA, IDIOTA.-y como si todo esto no pudiera ser peor después de la confesión de Laito, las cosas se volvieron para mí una locura cuando mire como Reiji soltó el frasquito de su mano, y yéndosele encima a Laito lo tomo del cuello de la camisa para zarandearlo mientras que con mucha fuerza Laito solo llevaba su cabeza de atrás para delante y yo en shock sali de él, cuándo la puerta fue golpeada y yo con terror por lo que estaba pasando fui a abrirla rápidamente.

-¿Quién era chichinachi?.-mire a Ayato y mostrándole la gran bolsa negra que ahora traía en mis manos y que antes me había entregado un camarero en la puerta entre con ella y caminando hasta la cama la coloque encima de ella, mientras que Reiji soltando a Laito lo dejo caer de lleno al piso por fin y caminando hacia mi practica mente me lanzo hacia un lado cuando me la arrebato para después vaciar su contenido en la cama, mientras que por otro lado yo avergonzada casi chille en un grito agudo cuando mire todo lo salió de aquella bolsa negra.

-¿Que es todo esto?.-y si, mire a Shu porque tomando una pequeña falda de colegiala roja, eso ni siquiera se comparaba a lo demás que estábamos mirando en la cama.

-Le pedí a los encargados de la limpieza que no tiraran nada y que todo lo que encontraran en esta habitación me lo entregaran.

-¿Y eso porque?, digo porque no le hayo la lógica.

-Piensa Ayato, y date cuanta que esta basura tal vez nos lleve a una pista para encontrar el paradero de Kanato..

-Pues la verdad es que yo dudo mucho que una tanga nos dé una pista de donde posiblemente se encuentre Kanato.-y mirando roja de pena a Shu por poco y quise chillar de nuevo cuando lo mire tomar aquella diminuta prenda negra.

-Deja eso, y piensa que por lo menos tenemos que intentarlo, así que póngase a buscar algo mejor que nos dé una pista.-y así lo hicimos, y comenzamos a buscar entre todas esas cosas una posible pista que nos diera con el paradero de Kanato, pero es que como hacerlo con estas cosas que lejos de ayuda tan solo me hacían preguntarme más ¿qué diablos habíamos hecho anoche?, ya que ante mí solo podía mirar desde preservativos, notas de pagos y diminuta ropa interior que lejos de ayudarnos solo me hacían pensar que no tardaría mucho para que callera desmallada por tanta pena.

-Nada de esto sirve, y hasta ahora solo sabemos que alguien fue a un lugar llamado "La gran orgia", y que alguien más compro un mercedes, a y que Shu se hizo un tatuaje, al igual que al parecer alguien se la paso muy bien con todos estos preservativos.-y en ese momento claramente mi rostro podía competir con el rojo cabello de Ayato al escuchar las palabras dichas por Laito.