Uncharted: Cassie Drake y la isla de San Borondón *Escribiendo*

Capítulo 2: Llegó el día de la aventura

✴ 6años después ✴

Cassie ya tenía 21 años y su sueño de la infancia cobraba cada vez más fuerza, siempre que podía intentaba recopilar toda la información sobre la isla misteriosa pero nunca había llegado a ninguna conclusión clara, todo se basaba en leyendas y fotos borrosas en la lejanía que dejaban en duda su originalidad.
Al llegar a casa, Cassie siempre enciende su portátil para actualizar su blog y hechar una ojeada a sus redes sociales. Se fijó que tenía un correo de Víctor Sullivan, el gran acompañante y protector de su padre en sus grandes aventuras, en él ponía lo siguiente:

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Hola Cassie, ¿adivina dónde estoy? Sí, en las Islas Canarias, concretamente en la isla de Gran Canaria, llevas tantos años hablándome de ellas que no he podido resistirme a parar unos días por aquí a relajarme. Tengo una información que te va a gustar mucho, he conocido a una persona que trabaja en el museo canario en Las Palmas (capital de Gran Canaria) y hablando le comenté la leyenda d la isla de San Borondón. Él me dijo que hace años cuando empezó a trabajar en el museo llegó a ver una carta antigua del navegante Juan de Abreu Galindo donde aseguraba haber visto la isla y haber atracado en ella unos minutos, junto a la carta estaba un mapa del mismo aunque aseguran que en ese lugar no se encuentra absolutamente nada, sólo agua. El chico se llamaba Daniel Rodríguez.
Es lo poco que he podido averiguar pero espero que te sirva de ayuda.

Un abrazo y recuerdos a la familia

- Víctor Sullivan -

Cassie estaba totalmente emocionada, una carta de un antiguo navegante donde aseguraba que existía San Borondón. Sabía que tenía que viajar a las Islas Canarias si quería averiguar más sobre el asunto pero antes tendría que hablar con sus padres ya que eran sus consejeros a ver que opinaban, así que esperó a la hora de la cena.

Mientras cenaban Cassie le dijo a sus padres lo que Suly le había contado en el correo y las ganas que tenía de viajar a las islas para averiguar más sobre el asunto, su padre la apoyaba totalmente ya que en ella se veía a si mismo cuando pequeño, aparte, solo era buscar una isla, no se nombraba ningún tesoro de por medio asi que no había ningún peligro, en cambio, su madre era más cautelosa, aunque no hubiese tesoro, el simple hecho de aparecer en la historia como el descubridor de algo importante puede hacer cambiar a muchas personas. Pero Cassie ya era mayor y sabía que tarde o temprano iba a querer seguir los pasos de sus padres así que lo mejor era apoyarla y desearle buena suerte.
Su madre se encargó de pagarle el billete y el hotel donde hospedarse mientras su padre le daba consejos por si las cosas se ponían feas o intentaban aprovecharse de ella.
Tres días después Cassie ya estaba en el avión rumbo a la isla de Gran Canaria con muchas ilusiones y con ganas de volver con la suerte de poder contarle una gran historia a sus padres.