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1 año después.

Mi hogar. Al fin en mi hogar. Había llegado a Washington hace un par de horas, y ahora estaba en la universidad esperando a que Zeina apareciera a abrazarme. Sin embargo, quién apareció frente a mis ojos hizo que sonriera.
Jeremy corrió hacia mi y me abrazó fuertemente.
Habíamos permanecido en contacto todo este tiempo y habíamos logrado que la relación durara. Incluso le había explicado la razón por la cual mi llegada a Washington se propuso.

—Creo que los días se extendieron a años —me susurró en el oído, lo que provocó que me estremeciera un poco.

Vi por el hombro de Jeremy a Zeina que sonreía con los ojos cristalizados.
Obviamente también le había platicado a mi mejor amiga que no podría regresar en días a Washington y la mantuve al tanto de todo. Sino, ¿qué clase de amiga sería?

—¡Eres una mentirosa! —me gritó riendo y nos abrazó.

Me relajé en los brazos de Jeremy. Era como sentirme segura, mientras lo demás seguía. El tiempo y mi padre me hicieron cambiar, me volvieron fuerte y segura. Los dos años sirvieron lo suficiente.
Cuando los dos me soltaron, miré la universidad de nuevo, era un poco diferente, ahora las paredes eran blancas en vez de cafés. Una vez en la secundaria había entrado a ese edificio por algo que mi madre necesitaba.

—Yo los dejo solos —Zeina nos guiñó un ojo y se fue.

Noté que Jeremy me miraba y yo bajé la mirada a nuestras manos entrelazadas. Todo parecía un sueño. Al fin estábamos juntos. O eso parecía.

—Tu y yo necesitamos hablar —me dijo con una sonrisa en la cara.

—Depende, si me vas a regañar no.

Río y yo me uní a él. Nuestras miradas se cruzaron y estuvimos así como cinco segundos, antes de que acercara su boca a la mía. Era la segunda vez que me besaba, o tal vez sería la segunda, ya que estaba a punto de hacerlo. Sólo que esta vez iba enserio.
Vi de reojo una silueta que se acercaba corriendo a nosotros, luego de eso, supe que era Tason. Hacía tiempo que no lo veía y era bueno volver a verl...

—¡¡Jeremy!!

Nos separamos al instante, aún sin unir nuestros labios. Los miré a los dos con cara confundida, sin saber que pasaba.

—Es Jason... Ha tenido un accidente de auto y esta en el hospital —Tason respiraba con dificultad.

—Espérame afuera —respondió Jeremy.

El chico que se había acercado a nosotros se fue corriendo al igual como había llegado. Sentí sus labios en mi oído, de nuevo haciendo que me estremeciera. Escuchaba su respiración perfectamente, calmada, a pesar de lo que le pasó a su mejor amigo.

—Te veo luego —supe que sonrió.

Me quedé completamente sola después de eso, y no sabía que hacer. Juraba conocer perfectamente la universidad desde la última vez que la vi aunque fueran años, pero ahora no estaba del todo segura.
Podría haber ido en busca de Zeina, pero eso fue antes de que Erick se me acercara.

—Veo que estás de vuelta.

—Lo estoy —sonreí.

Era un poco incómodo estar con Erick, ya que no solía hablarle mucho.

—Liria, ven —Zeina se acercó un poco y me jaló del brazo, para luego llevarme a los vestidores de chicas— No te acerques mucho a Erick —suspiró— Hace un mes estuvo a punto de violar a una chica.

Sabía que debajo de esa cara y comportamiento inocente, había un demonio en su interior. Pero esto era demasiado. Me daba asco imaginar como la tocaba; sus manos pasando por su cuerpo, mientras la otra chica lloraba o trataba de hacerlo parar.

—¿y quién era la chica? —cuestioné poniendo toda la atención posible a su respuesta.

—Ann.

• • •
El pupitre se sentía extraño, pero supuse que era por el tiempo que había estado desaparecida por aquí.
Movía el lápiz al ritmo del reloj, ya que no tenía nada que hacer, y el maestro solo me miraba una que otra vez.
Había terminado de hacer la actividad que nos había puesto, y justo en ese momento estaba preocupada por lo que podría estar pasando con Jason. Aun que también me preocupaba por Jeremy.
La puerta se abrió, captando la atención de todos mis compañeros, y por supuesto, la mía.
Un policía estaba entrando al salón, mirando al profesor.

—Señor Collins, tenemos en la comisaría a un alumno suyo, ¿cómo se llamaba...? —le susurró algo el otro policía que lo acompañaba por detrás. Segundos después volvió la vista al profesor— Jeremy Owens.

Solo tú (segunda y tercera parte de CPT)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora