Capítulo 33

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Ayame veía como los jounin intentaban descubrir qué había pasado con la información que Kisame había obtenido pero al parecer, sí había logrado enviarla a lo que quedaba de akatsuki. Así que la ubicación de los dos jinchürikis ya debía estar en manos del enemigo. 

— Ayame, hay enemigos cerca de la isla. — Le informó Yamato con un poco de inseguridad, no sabía porque no podía confiar en ella como lo hacían sus compañeros. — No vendrás con nosotros, quédate con Naruto y protégelo. 

— Así no seré un peligro en la misión, ¿No? — Dedujo la chica con ironía, él había querido atacarla cuando Naruto presintió una presencia maligna. 

— No me presiones, Ayame. No puedes esperar que confíe en ti si no te conozco como lo hacen los demás. 

Aoba quiso interrumpir y defender a la menor, él tampoco la conocía de antes pero había aprendido a hacerlo durante su tiempo compartido con ella. 

— Lo sé. No tiene porque explicarlo. Y no se preocupe, cuidaré de Naruto con mi vida si es necesario. — Respondió ella antes de que cualquiera quisiera defenderla. — No necesito que me lo ordenen, por supuesto. 

Gai sonrió orgulloso de la alumna de su eterno rival y cuando esta decidió salir de la habitación donde tenían la reunión secreta Aoba la siguió. Ambos caminaron por un largo pasillo en silencio hasta que el jounin decidió romperlo. 

— ¿Enviaste un cuervo fuera de la isla? — Le preguntó curioso, Ayame asintió. — Lo siento, es que tuve que permitir su paso, ya sabes, por la barrera que nos protege. 

— Oh, diablos. Es cierto. — Ayame se pasó las manos por el rostro al darse cuenta de su error. — ¿La leíste? 

— Jamás lo haría, yo sí confío en ti. Y aunque pensaras en traicionarnos, al menos así verías que yo soy muy confiable. — Bromeó y Ayame sonrió, le caía bien y de alguna forma le recordaba a los dos Uchihas que perdió. 

— Sólo le escribí a una vieja amiga que me cuidó mucho. — Quiso explicar y el jounin la oyó atento. — Quería decirle cuanto la extraño y como me gustaría verla otra vez. Y tal vez, te enseñe el ninjutsu que ella utiliza, es muy ingenioso. 

— No me sorprende que le robaras la técnica, los Uchiha siempre lo hacen. — Se quejó él actuando decepcionado, Ayame no pudo evitar reír. — También me robaste la invocación. 

— En mi defensa, mi hermano también los invocaba. 

Detuvieron su charla cuando Motoi apareció y le pidió a Aoba que ya se fueran para acabar con los enemigos que se acercaban gracias al rastro de la isla y la información que Kisame les dio, eso ya hace tiempo. 

— Suerte. — Les deseó la Uchiha cuando ellos se marcharon. — Espero que nada salga mal...

Suspiró y se concentró en buscar el chakra de Naruto para ir con él. Lo encontró cerca de la cascada donde había acabado con su lado malvado, estaba meditando en silencio así fue cuidadosa al acercarse y sentarse junto a él. 

— Ayame-chan. — Se sorprendió el rubio cuando la notó, su manto del kyubi seguía sobre él. — No te oí. 

— No quería que lo hicieras, te veías concentrado. — Le respondió con una pequeña sonrisa. — ¿Qué hacías? 

— Intentaba conversar con el kyubi pero es muy terco, no quiere ayudar. — Resopló y deshizo el chakra de la bestia con cola volviendo a su estado normal. — Me recuerda a Sasuke, ¿Sabes? 

Sasuke. Ayame se tensó completamente y Naruto se alarmó. 

— No quiero hablar de él. — El pecho de Ayame se contrajo, ¿Por qué era tan difícil olvidar lo que llegó a sentir por él? — Sé que quieres lograr que vuelva, pero no estoy segura de que puedas hacerlo. 

Ayame Uchiha; La Fuerza Del Dolor 2 [Naruto]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora