Ayame Uchiha; La Fuerza Del Dolor 2 [Naruto]

Capítulo 18

Capítulo 18

— Nuestro entrenamiento ya acabó. —Rió Siugetsu guardando su nueva espada y se marchó, dejando a los dos Uchiha solos.

— Debemos movernos.— Comenzó Ayame un tanto nerviosa y caminó intentando persuadir a Sasuke pero este agarró su brazo deteniendola.

— Quiero aclarar algo contigo. --- Su semblante era serio.

Ayame negó con la cabeza e intentó soltarse del agarre, aunque sabía que solo forcejeaba en vano.

— Bien, dilo.

Sasuke aclaró su garganta y soltó el brazo de Ayame dejandola en libertad.

— No voy a dejar que sentimientos tontos sean obstáculos en nuestra misión.

Ayame abrió su boca para decir algo pero no articuló palabra alguna, solo asintió y se marchó sin decir nada.

***

Ya habían comenzado a movilizarse, Karin seguía insistiendole a la Uchiha si es que sentía algo por Sasuke pero esta seguía negando.

Iban por un tejado bastante estrecho cuando del otro extremo aparece Kisame con su gran espada Samehada, haciendolos detener de golpe y ponerse en guardia.

— Solo Uchiha Sasuke avanzará desde ahora.

— ¿Qué tiene pensado, Itachi? —Inquirió Ayame de la nada, haciendo que una mirada inexpresiva de Sasuke se dirigiera a ella.

— No me permitió darte esa información Ayame-chan.— Informó el hombre mitad tiburón y rió estruendosamente.

Ayame caminó hasta Kisame a paso firme y apretó la mandibula al estar ya junto a él, podría perder los estribos en cualquier momento.

— ¿Vas a dejarme pasar?

— Lo siento, no.

Se tensó al oír eso y se volteó hacía Sasuke y el resto del equipo con el semblante neutro.

— Anda, debes hacer lo que creas correcto.

Sasuke enarcó una ceja al ver el comportamiento de Ayame en ese momento pero lo dejo pasar, asintió y pasó de ellos alejandose de su equipo.

— ¡¿Por qué no podemos ir con él?! —Karin euforica exclamó.

— Es algo de ellos, no podemos entrometernos.— Contestó Ayame.

***

—¡Siugetsu!—Exclamó irritada Karin.

El peliblanco con el hombre pez llevaban bastante rato con su 'encuentro' de espadachines.

Zetsu apareció por aquel techo donde aún aguardaban, junto a Kisame.

—Itachi está muerto, Uchiha Sasuke ganó.

Aquellas simples palabras hicieron eco en la mente de Ayame y con un movimiento saltó lejos de su equipo, sintió el chakra debilitado de Sasuke y de ese modo se apresuro en llegar.

Vió a Sasuke sentado contra una pared donde resplandecia el simbolo de los Uchiha y junto a él el cuerpo inerte de Itachi.

— Itachi...

Se dejó caer junto al cuerpo del mejor amigo de su hermano y sin notarlo una lágrima cayó de su ojo derecho, la cual limpió de inmediato y dejó un casto beso en la mejilla del hombre ya inerte.

— ¡Por qué!— Exclamó agarrandose del cabello, cerrando sus ojos con fuerza, quería llorar más, Itachi merecía que le lloraran océanos.

Sasuke desconcertado frunció el ceño ante eso pero un dolor agudo en su ojo lo hizo jadear de dolor, llamando la atención de Ayame.

— ¡Sasuke!

Y este cayó hacía un lado agotado, Ayame sin saber que hacer solo vió una última vez a Itachi y se levantó para ver a lo más importante que le quedaba, Sasuke.

— Eres un idiota.— Masculló mientras sujetaba la cabeza de Sasuke entre sus piernas.

— Aya-chan.

Volteó su cabeza al oír aquella voz tan gruesa y se sorprendió al ver aquel enmascarado de Akatsuki.

— Tobi.

— No soy Tobi, mi nombre es Madara Uchiha.

***

— ¿Qué es lo que pasa? ¡Quiero verlo!

Siugetsu ya harto de los gritos de Karin soltó un sonoro bufido y se percató que su otra compañera se encontraba inmóvil y perdida en sus pensamientos.

— Eh, Ayame. ¿Qué sucede?

— Uh, no nada...—

Pero unos gritos interrumpieron la mentira de la Uchiha, alertando a todos. Pronto los gritos cesaron.

— ¿Que está sucediendo allá? —Inquirió Siugetsu a punto de entrar al pasillo que los separaba de los otros Uchiha.

— No vayas.— Habló Juugo posandose frente al peliblanco, una advertencia para que no pasara.

— Juugo tiene razón, Tobi- digo, Madara quería hablar con él. —Titubeó Ayame, confundiendose a ella misma.

— Si, será mejor esperar.— Karin comentó y seguido soltó un suspiro.

***

Madara salió por el pasillo y al ver a la Uchiha le hizó una señal para que entrase con Sasuke.

Asintió y algo temblorosa pasó al pasillo bajo la mirada exaltada de sus compañeros.

Al entrar en aquella habitación vió a Sasuke viendo un punto fijo en la pared y al sentir su presencia volteó. Tenía una mancha de sangre de su ojo y una mirada verdaderamente apagada.

— Sasuke.

Se arrojó literalmente al piso y se arrodilló frente a él.

— Lo siento, yo sabía todo y no podía decirte nada.— Murmuró y sentía la mirada del Uchiha en su cabeza gacha.

— Entonces, ¿Es cierto?

— Si, él hizo todo esto para protegernos.

— Mírame.— Pidió, ya que ella seguía arrodillada.

Negó aún agachada.

— Mírame.—Ordenó.

Levantó la mirada nerviosa y solo vió a Sasuke con el rostro indiferente e inexpresivo.

— Lo siento.— Volvió a pedir.

— No lo sientas, tú no lo mataste. —Volteó su mirada hacía la pared y suspiró.

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