Ayame Uchiha; La Fuerza Del Dolor 2 [Naruto]

Capítulo 5

Capítulo 5

— ¿Gaara?

— ¿Le conoces?— Inquirió Pain viendo de reojo la foto del chico.

— No, digo si.— Titubeó un poco sorprendida.

— ¿Irás a la misión?

— Sí líder-sama.

***

— Vamos niña, no tenemos todo tú tiempo.— Reclamó Sasori desde el pasillo.

— Estoy lista.— Contestó Ayame saliendo de la habitación y encontrándose con 'sasori'.— ¿Por qué usas a Hiruko?

— Sabes que no me gusta que me hagan esperar.— Masculló Sasori ignorando la pregunta y comenzando a arrastrarse por el pasillo hasta el final de este.

— Alguien se levantó de malas.— Canturreó Ayame para seguido seguir a la marioneta.

— ¡Deidara!— Llamó Sasori.— ¡Apresúrate!

— Ya estoy listo maestro.— Apareció el rubio detrás de ellos.

— Bien, hay que comenzar con esta absurda misión.

Y trás decir aquello, los tres ninjas renegados de sus respectivas aldeas, salieron de la guarida y comenzaron su rumbo hacía la aldea de la arena.

— ¿Por qué está de tan mal humor?— Preguntó en un susurro Ayame viendo a 'Hiruko' arrastrarse.

— ¿No lo sabes, no?— Inquirió el rubio.— Sasori de la arena roja, su aldea natal es la aldea de la arena y por esa razón esta de mal humor, hm.

— Oh. — Fue lo único que alcanzó a decir en torno a eso.

— Y dime querida Ayame.— Deidara abrazó a la pequeña por los hombros.— ¿Me dirás cual fue la razón por la cual te uniste a Akatsuki? Porque a decir verdad yo no me creo que estés aquí por voluntad propia.

— Ehm, fue mi desición venir.— Mintió.

— ¿Ehm? ¿En serio?— Rió por lo bajo.— Yo tampoco vine aquí por voluntad propia, Itachi fue quién me obligo.

— Ya somos dos.— Murmuró.

— ¿Itachi te ganó en una batalla y por eso estás aquí?— Preguntó asombrado.

— No.— Rió la niña por la expresión del rubio.— Le hice una promesa a mi hermano mayor y era confiar ciegamente en Itachi Uchiha.

— ¿Y donde esta tu hermano? — Preguntó Deidara intrigado.

— Muerto.— Respondió Ayame y tragó saliva.

— Lo siento.

— No lo sientas, tú no lo mataste.— Sonrió la pequeña a ojos cerrados.

Y sin decir nada más continuaron con su viaje hacía la aldea de la arena.

***

— En la entrada nos estará esperando un subordinado mío.— Informó Sasori, para ese entonces ya habían llegado al desierto.

— ¿Ya se te ha quitado el mal humor?— Burló Ayame.

— Y tú quieres morir niña.— Masculló.

— Tal vez.— Rió.

Sasori le dio una fugaz mirada fulminante, haciendo que esta parara de reír de inmediato.

— Sasori, viejo ya queda poco para llegar, ¿No estás emocionado?— Inquirió Deidara tan alegre como siempre.

— No molestes.