OLVIDADA

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En el nombre del padre, del hijo y del espíritu santo, amen. - repitió el cura.

Vi lo oscuro que se presentaba el día, lo frió que era, mis músculos se sentían cansado, mi corazón acelerado, no sabia en que pensar, aquella lápida pequeña, enseñando su nombre, era patética. Reí. Que irónica la vida, no te deja terminar de completarla que ya te la arruina, pensar que los días ahora van a ser incompletos, vacíos, y sin la alegría de siempre. Así voy a estar a partir de ahora. Los arboles se mueven al compás del viento, algunas hojas se caen y se desasen en el suelo, el polvo se levanta y una pequeña llovizna se presenta, el olor a tierra mojada llega a mis fosas nasales, veo lo apurado que esta el cura en irse por la lluvia que mando su dios. Su melena se ve en lo lejos, eso quiere decir que aun esta acá. Esperen, ¿esta acá? corrí apresuradamente, se dio vuelta y su hermosa sonrisa se reflejo en mis ojos, estaba sonriendo, estaba bien, pero la imagen se desvaneció. Caí fuertemente de rodillas al pasto, apoye mis brazos en mis piernas tapando mi cara, los lentes me molestaban, me los quite y pude sentir las lagrimas en mis manos, pude sentir que si estoy llorando, volví a levantar mi cabeza, pero la volví a agachar para tranquilizarme, mientras la lluvia caía sobre mi cuerpo.

- vamos a casa, - susurro nana, que ella me acompaño, con mi hermana al entierro. -vamos cariño - repitió, froto su mano en mi hombro

Me levante despacio y camine en dirección a mi auto, mi hermana que se encuentra mas lucida manejaría y no me importaba, solo tenía la imagen de ella sonriéndome, pero esa sonrisa me fue arrebatada.

- vamos, Melo, todo ya va a estar mejor - no preste atención a lo que pronuncio, puse los auriculares en mis oídos y me puse a escuchar los audios de Whatsapp que tenia de ella. Apoye mi cabeza en la ventana, donde las gotas de la lluvia me acompañaban.

*¿sabes que? necesito que hablemos, ah y sin querer perdí nuestra pulsera, lo siento lo siento lo siento Melo, lo siento mucho, pero nuestro anillo aun lo tengo*

Se escucho su risa pronunciada, ese audio fue de ayer antes del accidente, debíamos hablar y yo también con ella, debía contarle...

- llegamos cariño - me quito el auricular, - sabes que eso te hace mal - pronuncio nana, sabia que escuchaba sus audios desde ayer.

Lleve mi mano a la manija para abrir el coche, salí guardando mi Iphone en el bolsillo delantero de mi campera, acomode mi capucha y me adentro a caminar a casa. Madrid se nota oscuro por la tormenta y unos pequeños rayos se ven en el horizonte, entre a la gran puerta de madera, limpie mis borsegos para no manchar el suelo y me acerque a la estufa, me senté arriba de ella, apoye ambas manos en los bordes y agache mi cabeza.

- hey, te quería abrasar y te fuiste - sonrió, acercándose lentamente.

- si te acercas te quemas Maria - reí levemente - lo digo en serio.

- sufriré las consecuencias - se acerco con un gran abraso, le tenia demasiado afecto, la quería, la amaba pero nunca se lo dije y ya no esta.

- Melo - grito mi hermana

-mierda no grites. - susurre, con dolor, el dolor de sentir que yo no esta.

- a ver, déjame sacarte una foto, que representas la tristeza.

- no estoy de coña mujer - me agache.

- volviste a hablar gallego - río, -venga solo una foto - me quede ahí, sin decir nada quien la pararía. - listo - dijo satisfecha - hey, tienes que estar bien por ella, ¿si? - asentí con una lagrima en la mejilla. - sal un rato Melo - me dio unas palmadas en la espalda.

Me baje de la estufa para subir a mi habitación, la escalera verde alfombrada se sentía bien bajo mis pies descalzos, mire la puerta de madera gris y entre a la habitación, cerrando la puerta detrás mio. Mi habitación es grande acogedora con un gran sillón contra la ventana, un televisor, consola de juego y la cama en medio, mi pared esta llena de fotos con María de nuestros viajes, mis perros, mi único gato y con mi familia. Ellos son solo mi familia. Apague las luces de navidad blanca que decoran las fotos para que les de vida, pero no quiero eso, quiero estar oscuras y recostarme. La mañana se acercaba, me despertaba cada segundo de la madrugada esperando su mensaje, pero no encontraba nada, se aproximaban las seis y el sol estaba por salir, a los ocho debería de estar lista para ir a la universidad pero no se me antoja salir hoy. Me termine de cambiar, ya estaba lista para salir, salude a nana, que recién se despertó y me aliste para abrir la puerta.

El cielo seguía oscuro y lluvioso, coloque mi capucha y me adentro en las calles vacías de Madrid. Le universidad no quedaba muy lejos. Los arboles se movían al compás del viento, sus hojas naranjas se perdían por las calles, y el viento chocaba fuertemente en mis mejillas. Me siento sola, me falta su risa, sus abrazos.

- Dios, ¿porque no le dije que la amaba? ¿porque me la llevaron antes de tiempo? - grite furiosa, debía calmarme hacerlo por ella, estar bien por ella.

Me desvié de la universidad y camine hacia el cementerio, quedaba bastante lejos, pero quería caminar y estar sola. Conecte los auriculares a mi Iphone, y Faded, su lentitud me calma, la voz de esa chica tan dulce me hace sentir bien. Y yo me pregunto "Where are you now?" (¿Donde estas ahora?)

A lo lejos vi la puerta del cementerio, entro observando todo detalladamente, sigo el mismo camino de ayer y llego donde ella esta.

- hey me tienes olvidada ya, - dije sonriendo, saque mi celular y deje en pausa la música - te extraño aunque solo sea un día, aun faltaban cosas que hacer, íbamos a ir juntas al tomorrowland este año, íbamos a hacer un viaje a Australia - seque mis pequeñas lagrimas - necesito sacarte de mi cabeza Maria, no puedo estar tan obstruida a todo. - suspire. Dios Melo, deja de decir esas destupieses, solo a pasado un día. Me dije a mi misma. Ya estaba agrandando la situación, pero no niego que el dolor es horrible. - encontré una foto de pequeñas, cuando estábamos en tu casa, armando la torta para el cumple de tu mama - sonreí agridulcemente, mire aquella imagen fijamente, una lagrima callo sobre el teléfono, cerré mis ojos inmediatamente, necesitaba respirar, tranquilizarme. Abrí los ojos de inmediato, porque sentí su voz, su dulce y angelical voz. Levante la vista y estaba ahi, con aquel pijama que usábamos de pequeñas, mierda mi cuerpo, soy una niña, que carajo paso, mi celular, sigue en mis manos, pero se nota borroso.

- Melo ven, corre, debemos ir al patio a jugar con pequi - se reía mientras yo estoy alucinada con escuchar su voz. Estoy como en un recuerdo, el mismo recuerdo de la foto del móvil - Melo vamos, dale - el acento argentino, era cuando apenas nos conocimos y a esa edad, me resultaba raro escuchar mi mismo idioma pero de manera mas leve y chocante. Mire mi celular y parecía desaparecer en mis manos, corrí a abrasar a Maria, lo necesitaba, le bese la coronilla y me enfoque en salir de galería, y cerré fuerte mis ojos.

Nuevamente estoy en este lugar vació y asqueroso que es el cementerio, pero que fue eso una ilucion o la realidad. Mierda, que pasa conmigo.

Olvidada - MelepeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora