Capitulo 1

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Meses atrás

La luz de sol daba en mis ojos, me dispuse a levantarme para correr la cortina, pero sentí un peso extraño sobre mi, miro hacia abajo y Maria estaba sobre mi pecho, respirando levemente, acaricie su pelo, y sonreí plácidamente. Estábamos hace días en una casa a las afueras de Madrid con algunos amigos, creo que luego de copas y unas cuantas risas terminamos en la cama, pero no en el sentido "terminamos en la cama" como si, tuviéramos relaciones y fuéramos felices, ojala hubiera pasado eso, pero simplemente nos quedamos dormidas como cuando eramos chicas, eso quiero pensar. Suspire despacio y seguí acariciando su pelo. Observe el techo gris, alumbrado por la luz del sol, muy bonito, las paredes son verde musgo y mi ordenador sigue ahí a lo lejos, con la cámara de maría de lado. Volví a mirar el techo frustrada por que no me animaba a decirle que la amaba, decirle lo que sentía por ella, pero había dos posibles situación que podrían llegar a suceder

1) podría ser correspondido o

2) y la que mas temo, es que no lo sea y nuestra amistad acabe.

Me enoje conmigo misma por ser presa de mis ideas y no dejarme ser, pero debía ser pacifica y con el tiempo se lo diría, aunque note cambios de ella conmigo, pero capas que lo es porque no se, yo lo siento e imagino o ella siente algo. Al diablo, como voy a pensar eso, es mi mejor amiga. Necesito salir de esta habitación, antes de hacer cosas que no debo, corrí despacio a Maria y se quejo al no sentirme, no se como reaccionar a eso, pero ya esta, debo olvidarle. Conseguí ponerme la remera y mi calsa de yogin, me acerque despacio a la puerta, tome el pestillo y la abrí despacio, la cerré detrás mía. El pasillo era alumbrado por los rayos de sol que traspasaban las ventanas. Mis amigos aun seguían dormidos, porque al llegar a la cocina no encontré a nadie, seguro están mas pasados de copas que yo, deben de tener una gran resaca, son las siete de la mañana mínimo estarán despiertos a la una del mediodía, o mas. me acerco a la mesada, tomo una taza del mueble y preparo el cafe en la maquina, un buen cafe, a estas horas me haría muy feliz. Veo como la taza queda completamente llena y giro mi cuerpo hacia la mesada.

- mierda Cadepe, me asustaste - digo y vuelvo a poner mi cuerpo a la normalidad, ya que se encontraba rígido sin saber que hacer, me acerque a ella- bájate de mesada, maría, te vas a caer - dije divertida, parecía inconsciente de sus actos.

- ven, - me tomo de los brazos - dame eso.- agarro la taza y la coloco lejos nuestro, sentía aun su aliento a alcohol.

- Maria, vamos, te llevo a la cama, no estas bien. - me acerque a su cuerpo, la tome de la cintura, solo llevaba una camiseta y un culote, sentí algo húmedo en mi cuello, intente localizar y Maria estaba besando mi cuello, de mi boca salio un gemido y aunque no la vea, sentí la sonrisa de Maria en mi cuello, si iba a jugar con fuego, no me iba a quedar atrás.

metí mi mano, por debajo de su camiseta y sentí como me humedecía al sentir que Maria no llevaba sostén, sentí su mano meterse dentro de mi calsa, y gemí en vos alta al sentir sus dedos haciendo contacto con mi clitoris, como hacia ochos imaginarios sobre mis bragas. empece a masajear bruscamente su pechos, le quite los botones de su bluza y acerque mi boca a sus pesones, chupándolos y tirando de ellos, hasta que se encontraron bien erectos.

- Oh, dios Maria, no pares - incline mi cuerpo hacia sus dedos, pero derrepente sus movimientos sesaron y no entendí el porque, mi vista estaba nublada por el orgasmo que me iban a dar sus dedos, se bajo de mesada, de un solo movimiento, quede yo del lado de la mesada, el choque frió de la mesada a mi cuerpo fue extraño. Maria me comenzó a besar ferozmente, su lengua bagaba dentro de mi boca y sentía como mordía mis labios como quería, con mis manos fui directo a su redondo culo y lo apreté fuerte y despacio a la vez, haciendo que suelte un gemido sonoro en mi oído, vi sus manos como me quitaban fugazmente la calsa y mis bragas al mismo tiempo, a los segundos no veo a Maria y me preocupo. - oh - solté, cuando sentí la lengua de Maria en mi, absorbiendo mi humedad y sentir como entraba en mi entrada rápidamente con su pequeña lengua - oh si - susurre, tome su cabeza para que no se alejara, con sus manos desocupadas me apretaba fuerte y satisfactoriamente mis pechos debajo de la remera, su lengua daba duros golpes, sentía su respiración y mis gemidos solo se escuchaban en la cocina, su lengua fue a mi clítoris y mi cadera se movía involuntariamente para crear mas fricción,- maría, por favor, mas rápido - comenzó a chupar haciendo que mi cuerpo se retorciera, sentía como mi estomago de contraía, mis manos sudaban y apretaban fuerte el borde de la mesada, su lengua era mágica, no lo voy a negar. Levante mis caderas hacia arriba estaba apunto de correrme, solté un gemido de satisfacción, me había corrido, los espasmos en mi cuerpo eran agridulces, y se sentía muy bien. Maria me follo, en la cocina y se sentía genial, pero ahora estoy a deuda con ella. esto esta mal Melo, esto esta mal, te vas arrepentir. repetía mi mente. Maria se levanta de su pose y se acerco a mi boca nuevamente, la tome de las caderas, y comencé a saborear sus labios con mi sabor.

- eres perfecta Melo y sabes perfecto - susurro en mi oído, mi mente dio un giro, no la quiero cagar es mi amiga, la alce despacio y apoyo su cabeza en mi hombro, sentí como su respiración se sentía suave y lenta. luego no se acordaría de esto. Camine lentamente con ella en brazos y su perfecto olor impregnaba en mi nariz, me sentía bien y conforme, pero debía dejarla y yo también debía dejarlo, olvidar por completo lo sucedido. La luz del pasillo iluminaba su cabello castaño con las puntas desteñidas, empuje la puerta con el pie y la habitación se encontraba iluminada, las cortinas estaban corridas y se veía el mar a lo lejos, la recosté en la cama suavemente, corrí su pelo e intente abrocharle la camisa, pero no podía, debía dejar eso.

Prepare mi mochila, me aliste un café en una taza térmica, me coloque una campera finita gris, acomode mi calsa, ate mis zapatillas y me encamine a la salida de la casa, con la longboard, para llegar mas rápido y aprovechar la bajada.

El mar se encontraba tranquilo, saque mis zapatillas y camine el camino de arena hacia el mar. La arena húmeda, se sentía bien en mis dedos, y el ruido de las olas chocando, era relajante. Puse una manta no muy lejos de agua, y me recosté.

- Dormilona, despierta - grito alguien encima de mi estomago, abrí los ojos despacio. - vamos Melo - dijo divertida.

- hola, no me di cuenta que me dormí - sonreí.

- cuando vi que amanecí sola en cama, me preocupe, pensé que luego de eso íbamos...

- ¡chicas! - grito mi gran amiga, que venia tomado de la mano con su novio. gracias por aparecer, dije para mis adentros, me sentí presionada, por lo que diría Maria.

- hola - tome a maria de la cintura y me sente, mejor, con ella en mis piernas, nunca se corrio, ni creo que tenia intencion de hacerlo, pero es mi amiga y no creo que lo haga, yo soy la que debe saber separar las cosas.




La luz del sol se acultaba, mis amigos armaron una fogata, mientras nos sacábamos fotos, tanto como para recuerdo, como para hacer facha en instagram. María no se separaba de mi y no dejaba de mirarme, su mirada era extraña como si supiera algo que debia de contarme pero no estaba segura de si misma. Y ahi estaba, sentada sobre la roca fria aun lado de la playa, me acerque despacio con una gran sonrisa, la brisa de la playa daba en mis cabellos y el agua del mar tocaba la punta de mis dedos.

- hey Cadepe - dije sonriendo, pero su cara no era nada buena. - ¿sucede algo? - la miraba desde abajo de la piedra se encontraba muy alta, me pregunto como llego sin ayuda.

- no te gusto ¿verdad? - abri los ojos como plato.

- de... de... que hablas? - tartamudie.

- por dios melo, hoy en la cocina, estaba conciente no borracha, pensé que la habias pasado bien, y... - dudo unos segundos - que obtendría algo a cambio - lucia furiosa - que me llevarias a la cama y no solo me recostaste y te fuiste. - grito.

Me quede en silencio mirando sus pequeños ojos con el delicado maquillaje en su cara y su pelo con mechones rubios. Se bajo de la piedra, pensé que se lastimaria cuando bajo ya que sus piernas se doblaron, gimiendo del dolor, pero lo hizo bajito, me acerque para ayudarle pero se alejo de mi furiosa.

Quede ahi, otra vez inmobil, mirando como se alejaba. Mierda. Comence a correr, la alcanse, estabamos algo lejos de la fogata pero puedo jurar, que nos estan mirando, como si supieran el desenlase de la historia. La tome del brazo delicadamente y la voltee. No lo dude, no dije nada simplemente, apoye mi labio al suyo, puse una mano detras de su nuca y con la otra que sostenia su braso, fui acariciando despacio hasta llegar a su cintura, senti como su boca se abria y me besaba ferozmente, mientras nuestras lenguas se juntaba y se alejaban, mis dientes jugaban con su labio inferior, sintiendo un pequeño gemido salir de su boca, esto esta mal lo se, pero no quiero que piense que no siento nada por ella, que ese encuentro fue en vano, la amo, pero no se si estamos preparadas para arruinar nuestra amistad.

Holis, lo se, es corto, pero los capitulos de recuerdos, siempre lo van a hacer, cuando recuerda su historia con ella lo va a hacer.... pero el capitulo 2 es largo para que se vayan enterando mas de esta historia, que espero atrape a todas y todos obviamente... voten y comente eso seria genial hasta luego... LOL

Olvidada - MelepeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora