El examen.

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Yo, ya era respetado por todos, incluso temido, la palabra respeto tenía el sentido de temor que se le es asociado. Mi nombre se regó rápidamente por la academia. Aunque, las personas ya no se acercaban, no hablaban, el único que lo hacía era Kórek, descubrí que la fama puede convertirse en soledad. ¿Pero acaso es mala? Ésta es un acto hermoso de la naturaleza, algo que no es innato al hombre, y que quienes lo desarrollan son verdaderos genios, genios de lo poco común. Es extraño cuán difícil es encontrar una persona amante a esto, alguien que no le teme a la soledad, alguien que no busca como casi todas los humanos, relacionarse; alguien que no conoce el verdadero sentimiento de amor compartido, sino, el de amor propio. Descubrí que los dedicados al asesinato, tienden a estar solos, tienden a asesinar a sus parientes y amados, transformando las pasiones, afectos y sentimientos, en placeres inicuos. Si la soledad no es innata al hombre, lo es al asesino, esas personas que no conocen el sentimiento de amar.

En días próximos era el examen de graduación, el momento inesperado, nadie sabía cómo era, la ansiedad era grande. El día fue un viernes lluvioso – adecuado para esta clase de prueba- , Lumber llegó tarde, un hecho extraño, pero tenía una razón, la de generar mayor curiosidad en nosotros. Después de largos actos protocolarios institucionales, al fin nos dirían de lo que trataba el examen, la espera había generado en todos mayor deseo de saberlo, así que cuando se escucharon las primeras palabras de entre los labios del instructor, el silencio fue total.

El examen consideraba dos partes, la segunda más importante que la primera, pero de esta nos hablarían luego. El hecho en esta primera parte es que todos los estudiantes que no ingresaron a nuestra arte, serían asesinados por nosotros en esa parte del examen, todos y cada uno debíamos de matar mínimamente a dos personas, quien no lo hiciera sería castigado. Y según lo que Lumber dijo, no era agradable. Todos estuvimos de acuerdo, era algo inesperado, pero los estudiantes que habían ingresado a las otras artes lo habían hecho con ese motivo – o al menos sus padres- , todos en algún momento morirían.

Pronto, comenzó la masacre, en cada salón de clase se oían gritos, brotaba sangre, era grandioso ver a cada uno de mis compañeros junto conmigo, creando arte con las afiladas hojas de las navajas y cuchillos. Las personas indiferentes, eran los voluntarios, algo que yo definiría como un suicida a largo plazo, morían tranquilamente; eran ellos el material que todos buscaban para su arte, pero lastimosamente eran pocos. Yo tranquilamente me dirigí hacia el salón de pintura, podría crear arte con creadores de arte, era mucho más interesante e ingenioso, podía usar la dádiva de los colores con la de la sangre. Los de allí eran los que menos resistencia oponían, lo hacían más fácil. Fui directamente por los más viejos, ya que son los que tienen mayor volumen de sangre en sus cuerpos. Con mi cuchillo corté la piel de los antebrazos, dejando visibles los rojizos músculos, dando a conocer los estimados volúmenes de plasma. Y no tratándolos mucho di el golpe final, el giro del cuchillo en sus vientres acabó con sus vidas. Lo único que me importó fue sólo matarlos, la verdadera obra sería en la segunda parte, en esta sólo bastaba con asesinar a dos personas. En poco tiempo terminó todo, el arte, dio su máxima expresión vista en la historia de la academia. El rojo, era el color de la naturaleza. Muchos no fueron capaces de asesinar, unos por piedad, otros por temor, pero por la razón que fuera, serían castigados. Éste castigo, era la muerte. Fueron asesinados frente a la clase por Lumber y otros hombres desconocidos, según ellos, los pobres de voluntad no merecían la vida y mucho menos pertenecer al arte de su privación.

Luego de finalizar, vendría la segunda parte. Nos dijeron algo que fue de impacto, sólo se graduaría una persona, los otros morirían. Todas las personas de las que no se tenía conocimiento de una relación de amistad fueron asesinadas también, ya que en el examen debíamos enfrentarnos a nuestros amigos íntimos, con los que habíamos formado lazos durante años, en mi caso tendría que hacerlo con Kórek, que más que un amigo era un hermano. Luego ya sería un enfrentamiento con cada una de las personas como enemigos.

Comenzó el primer enfrentamiento, pero el lazo que había entre los amigos era tan fuerte que ninguno fue capaz de realizar nada en contra, así que ambos decidieron matarse al mismo tiempo, un primer duelo decepcionante e indigno, esto era un suicidio generado por los inservibles sentimientos. Pasaron unos más hasta el mío, yo no estaba nada preocupado, lo que sentía hacía Kórek se perdió, mi único objetivo, era su muerte. Era desconocida para mí, la habilidad de suprimir sentimientos de forma repentina. En el momento, Kórek no tuvo la valentía de proceder, por lo que tome la iniciativa, y con una espada, sin piedad ni memoria, atravesé su dúctil corazón, y moribundo, tendido en el suelo, me deseó la mejor suerte en mi camino. Dándose las ultimas peleas, quedamos tan solo tres, los únicos no influenciables por algo llamado sentimientos.

En el momento exacto llegó el padre de Kórek, nuestro padre, a impedir los hechos, pero era demasiado tarde ya su hijo había muerto desangrado en el suelo. Supo de inmediato que fui yo quien cobró su vida, porque él, era quien había fundado las escuelas de asesinatos y el autor del examen final, su propia creación había acabado con su sentimiento fraternal. Asesinó con su gran habilidad a los dos compañeros y a Lumber – como era eso posible, Lumber parecía ser uno de los grandes ¿y morir de esa manera?-. Seguía yo, pero me había convertido como en su hijo menor, así que decidió no matarme, mi vida era valiosa para él más que para mí, el entendimiento de su valor, lo perdí años atrás. Los sentimientos que provocan en las personas actos sin convicción, los que cambian formas de pensar, los que matan personas estado aún vivas, los que todos quieren llegar a expresar, para mi eran desconocidos fuera del asesinar, porque por medio de este se puede expresar todo lo que se quiera, amor, odio, tristeza, alegría, porque ¿Qué es la vida sin la muerte?

El arte de asesinarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora