Una gota de sudor rodó con lentitud desde frente hasta mi mentón,estaba acorralada pues mi espalda chocaba contra el tronco de aquel árbol y sus brazos sostenían mis hombros mientras esperaba una respuesta de mi parte.
Me era imposible creer que Axel podría hacerme daño, sin importar los rumores y lo que había sucedido con su padrastro — el maestro de deporte Steve— pero debía aceptar que el ha cambiado mucho en cinco años ,el ya no era el chico conocí .
Inició faltando a la escuela,luego el vandalismo, allanamiento,robo,peleas y finalmente...su padrastro. Mi cuerpo temblaba mientras el nudo en mi garganta se intensificaba.
— no me hagas daño— pedí con un hilo de voz fijando mi mirada en las hojas secas en mis zapatos. El tomó mi mentón entré sus manos e hizo que lo mirara a los ojos. Cuando me encontré con su mirada sentí una punzada en el pecho, lucia.. ¿Decepcionado?
Axel soltó una carcajada sin humor mientras se alejaba de mi
— de todas las personas de este pueblo pensé que tu eras diferente, me equivoque...eres igual a todos ellos.Me sentí herida por su comentario pues entendía a que se refería.Aquí en RoseVille las personas juzgan sin conocer toda la historia.
El dolor en mi cabeza era cada vez mas intenso, cerré mis ojos con fuerza intentando detenerlo pero sólo se intensificaba.
Axel se acercó a mi con preocupación.
— ¿Zoe?— preguntó intentando que abriera los ojos.
Negué con lentitud.
— me duele— susurré sintiendo martillazos en mi cabeza.
— ¿puedes caminar hasta las cabañas?— preguntó mirando a nuestro alrededor ansioso. Abrí mis ojos e intenté caminar sin ayuda pero no pude hacerlo .
Axel suspiró resignado y me tomó en sus brazos como si se tratara de un saco de papas.
— ¡Hey! ¡Bajame! — exclamé golpeando su espalda mientras el caminaba ignorándome.Decidí rendirme y dejar de gritar pues el no me haría caso de todas formas. Llegamos a la entrada de una de las caballas ,el abrió la puerta y me indicó que entrara.
Al ver que yo no me movía el entró y tras unos minutos abriendo cajones y revisando estantes encontró un botiquín de primeros auxilios. Entré con lentitud y tomé asiento en una silla mirando a mi alrededor . La cabaña antigua de madera estaba decorada con fotos de los campamentos pasados, el suelo estaba manchado con pisadas de lodo secas y el techo tenia algunos agujeros .
Axel me extendió unas pastillas y un vaso con agua.
— te harán sentir mejor— explicó fijando su mirada oscura en mí.
Lo observé indecisa sin entender porque me ayudaba.
— gracias— susurré aceptando su ayuda. Bebí la pastilla confiando en el y salí de la silla sintiéndome un poco incómoda por encontrarme sola a su lado.
Sonreí cuando mis ojos se posaron en las camas ,una estaba hecha un desastre a diferencia de la otra que estaba tendida a la perfección.Al parecer Axel no había cambiado del todo pues seguía siendo igual de ordenado que cuando lo conocí.
El aclaró su garganta para llamar mi atención .
— creo que regresaré al partido ,en unos minutos las pastillas harán efecto y...
— ese eres tu— lo interrumpí tomando una de las fotografías de la pared.
En ésta el lucia inocente e indefenso mientras abrazaba a dos amigos mas pequeños que el riendo a carcajadas con lodo por todos lados.
ESTÁS LEYENDO
Las Mentiras De Nia
Mystery / ThrillerEs extraño como el rumbo de la vida puede cambiar en un segundo con una decisión tan simple como tomar o no una llamada común en un día relativamente normal. Aquella fatídica tarde en la cual mi único error fue tomar una siesta cuando debía cuidar a...