Capítulo 10

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La risa del hermano de Quinn invadió los vestuarios.

  —así que me espías Zoe.

—bájate de esa nube Logan, no es lo que parece—expliqué con humor después de que mi espalda chocara con los casilleros. 

No le tenía ni una pizca de miedo pues a Logan le encantaba bromear conmigo y nunca se propasaba debido a que a pesar de ser un payaso era muy respetuoso, sobre todo con las amigas de su hermana.

El colocó sus brazos en mis hombros creando así una especie de jaula con su cuerpo.

—siempre supe que eras un acosadora pervertida— murmuró mordiendo su labio inferior.

— ¡oh! ¿en serio? —pregunte con sarcasmo halando los cachetes de su cara.

De pronto Logan se acercó quedando a centímetros de mi rostro y alguien tosió en la entrada llamando nuestra atención.

—para eso hay hoteles  —farfullo Axel abriendo su casillero para entrar su teléfono.

 —solo digo —comentó sin interés antes de salir.

 —se que no me espiabas a mi... Lo espiabas a el—susurro Logan con seriedad alejándose de mi rostro.

Mis ojos se abrieron de par en par al comprender que Logan también lo había escuchado.

—creo que con esa escena se mantendrá alejado pero tienes que apartarte  Zoe. El puede ser el responsable de las cosas que están pasando en RoseVille.

Asentí con resignación—bien, te dejaré esto a ti.

 —sabes que te conozco desde niña, no dejaré que nadie les haga daño a ninguna de ustedes.—susurro Logan rodeándome con su brazos.

Los amigos reales en RoseVille eran difíciles de conseguir pero se podría decir que yo tuve suerte .Me alegraba tener amigos que me protegieran de esa forma en la que lo hacia Logan.

Sali del gimnasio y me dirigí a la heladería Sweeties en donde trabajaba.

Por el camino pase por la florería de Sue y me detuve de forma abrupta cuando vi el local hecho un desastre. La puerta estaba fuera de su lugar y los cristales de la gran ventana de la entrada estaban esparcidos por toda la calle.

—¿Sue? —pregunté aterrorizada entrando al local para asegurarme de que aquella parlanchina ancianita estuviera bien.

Las rosas estaban esparcidas por todo el lugar y todos los cajones estaban abiertos.

Definitivamente la florería había sido saqueada.

El crujido de un cristal a mis espaldas llamo mi atención, Cuando volteé mi corazón se rompió al contemplar el semblante entristecido de Sue. Su corto cabello grisáceo caía alborotado sobre su arrugada frente , la cual poseía algunos rasguños frescos , su afligida  mirada azul  se poso sobre mi y un intento de sonrisa se formo en sus delgados labios.

— lo se , es un desastre pero con un poco de esfuerzo volverá a ser como antes.

Negué con mi cabeza mientras me acercaba a ella.

— no es precisamente el local lo que me preocupa— comente sin poder retirar  mi mirada del moretón que yacía en su mejilla.

Sue hizo un ademan con sus manos restandole importancia.

—Estoy bien Zoe— afirmo antes de empezar a levantar algunas cosas que estaban esparcidas por el suelo.

Mordí mi labio con impotencia pues no podía soportar la imagen de Sue siendo asaltada.

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