Narra Rubén
Había pasado una semana desde lo ocurrido en casa de Alex, no habíamos vuelto a sacar el tema y sinceramente lo prefería así.
Mangel apenas había intentado hablar de ello, supongo que estaría esperando a que yo lo hiciese pero por ahora eso no iba a pasar.
Había logrado hablar con mi madre y como siempre habíamos acabado llorando como dos estúpidos pero así éramos nosotros, supongo que de alguien tuve que salir.
Mangel y yo habíamos salido de fiesta cada noche después del drama con Bea, habíamos salido tanto que al final de la noche acabábamos tan agotados que en cuanto llegábamos a mi casa él se quedaba a dormir conmigo y hacíamos eso, dormir.
En ocasiones incluso Mangel se había metido en peleas por mi culpa.
La noche después de lo ocurrido Mangel y yo fuimos a un club de ambiente o bar gay y un tipo enorme llamado Samuel se me había acercado insinuante.
La verdad es que no acabaron muy bien, ni él ni Mangel.
Mangel en su afán de protegerme recibió varios golpes de Samuel y el tal Samuel acabó con un ojo morado.
Después de su estúpida pelea de machitos nos fuimos y deseamos no volvernos a encontrar con él porque dejó bastante claro que si nos veía cerca de él no sólo mataría a Mangel sino que me pegaría a mí.
Después de esta aclaración Mangel intentó atacarlo de nuevo pero lo detuve y le obligué a irse a casa conmigo.
Después de eso definitivamente no quería volver a verlo.
Desde que estaba con Mangel cada día me sentía mejor, ya no decaía y me ayudaba a olvidarme de todo lo malo.
Nunca habría esperado que alguien lograse ese efecto en mí, era extraño, casi adictivo quererlo cerca.
Me preguntaba si él sentía lo mismo...
Narra Mangel
Esa tarde decidí hacerle un regalo a Rubén, últimamente solo salíamos y ya, a penas hablábamos y ya que parecía feliz ¿qué había mejor que un regalo sorpresa?
Fui a una tienda en un centro comercial del centro de Madrid en la que hacían regalos personalizados y después de dar mil vueltas por la tienda y preguntar a la dependienta su opinión acabé fijándome en un cojín con una foto.
Era bastante bonito y cuando le consulté a la dependienta si podía cambiar la imagen y me dijo que sí, decidí que ese sería el regalo.
Era gracioso y tierno, tal y como era Rubén.
Elegí el diseño más romántico y cursi que vi, la dependienta me hizo una foto en la que puse la cara más tonta que pude y escribí un "Siempre tuyo" en el cojín. Sabía que a él le encantaría, era fan de este tipo de tonterías cursis que yo ha decir verdad no llegaba a comprender pero valía la pena si dibujaba en su bello rostro una sonrisa.
Amaba sus sonrisas, siempre tan perfectas, todo en él brillaba con luz propia.
No entendía porqué alguien querría dañarlo, simplemente no entraba en mi cabeza.
Al saber de todas sus malas experiencias no entendía como la vida le había tratado como una mierda, era la persona más pura y sincera que había conocido y en tan poco tiempo me había demostrado lo mucho que valía la pena.
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Rescátame (Rubelangel)
FanfictionRubén comienza a sentir que su vida se desmorona y el único que puede salvarle de acabar siendo aplastado por los escombros de su pasado es su mejor amigo, Mangel. "Cada lágrima vale la pena derramarla si es por ti, cada acción vale la pena realizar...