II

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Ambos pequeños llegaron a casa del moreno, sus padres no estaban, la casa era un poco grande.

Puedes sentarte por allí— El moreno señaló un pequeño sillón color crema.

G-Gracias El rubio sonrió un poco asustado y se sentó, era incómodo, nunca había estado en alguna casa ajena, le daba miedo y más sabiendo que no conocía al moreno de nada, en cambio le había ofrecido alojamiento, era extraño.

Aomine se sentó al lado de Kise cabían perfectamente, volteó a verlo y le sonrió, admiraba sus delicadas facciones, se había enamorado a temprana edad. Bajó la mirada, viendo el delgado cuerpo del menor, no era muy alto.

Espero y te sientas a gusto

Sí, gracias—

¿Por qué no tienes hogar? ¿Pasó algo?

Los ojos del rubio se cristalizaron y empezó a llorar.

—M-mis padres estaban discutiendo, to-todo por mi culpa. Mi madre me sacó y mi padre fue a buscarme, pe-pero yo me escondí de él, no quiero regresar con mi madre, es muy mala. N-no me deja vestirme como yo quiera, me decía que debía vestirme como el hombre que era—

El moreno sólo pudo abrazarlo, tenía suerte de que sus padres fueran buenos.

Los sollozos se escuchaban por toda la sala, eran deprimentes. Aomine tocó un mechón del rubio, acariciándolo, se estaba dejando llevar, pero Kise sólo pensaba que le acariciaba para que se tranquilizara.

Un pensamiento depravado surcó la mente del más alto. Desde de los 9 años ya sabía que era el sexo, su padre tenía muchas revistas sobre éso, o revistas mostrando varías modelos con grandes pechos, y ahora a los 10 era un tanto perverso. Sonrió para después dejar de abrazarlo, mientras poco a poco soltaba el rubio mechón.

⚠❌ADVERTENCIA COMIENZO DE SHOTA "HARD"❌⚠

Se alejó un poco y tomó al rubio, jalándolo para que se levantara, lo cual hizo un poco confundido y preocupado.

Vayamos a jugar Aomine sonrió un tanto pícaro mientras jalaba la mano de Kise, que se sonrojó, no confiaba en él.

Una vez que llegaron a la habitación, Aomine cerró la puerta detrás de ellos y aventó al más bajo a su infantil cama.

¡A-Aomine! Gritó el rubio alamardo.

—¡Shh!— Se subió encima de Kise, tomando sus delgadas muñecas y colocándolas sobre su cabeza.

Kise tenía miedo, sus lágrimas empezaron a caer y los sollozos no se hicieron esperar.

Había prometido que no le haría nada, pero era increíblemente bello.

El peli-azúl empezó a besarlo con fogosidad, mordiendo los labios del menor, una mordida causó una pequeña herida en el labio del rubio, este "gritó" entre el beso, le había dolido.

Aomine dejó de besarlo, sujetó las muñecas del más bajo con una mano, para así empezar a acariciarlo por debajo de su ropa. Su piel era realmente tersa, le encantaba.

Te soltaré, pero no hagas nada

Tenía miedo, no podía hacer nada, el pequeño Kise lloraba. Asintió preocupado y asustado.

De un momento a otro ambos pequeños estaban desnudos, el más alto tomó las delgadas y pequeñas piernas de su contrario, abriéndolas y separándolas. Kise no hacía nada más que jadear y taparse la cara, sentía vergüenza, miedo, dolor, preocupación e impotencia.

El pene del moreno entró sin preparación alguna en la entrada del rubio.

¡AHH! Gimió desgarradoramente, echando su cabeza para atrás.

Mgh.. K-Kise El moreno empezó a moverse rápidamente, abriéndose pasó a la estrecha entrada del de piel blanca.

Los morbosos sonidos de sus pieles chocar hacían excitar más al pequeño de piel morena, quien estaba medio montado en el rubio, colocando sus brazos a los costados de éste.

A-Aomine, lo prometiste Tapó su boca tratando de no gemir, admitía que le estaba haciendo sentir cosas que jamás había sentido, pero le había traicionado.

Cállate— Las estocadas se hacían un poco más profundas, entonces el moreno tocó el punto del menor.

¡Ahh!.. ¡Ngh!

K-Kise

¡Basta!.. N-No puedo, Ahh

Los espasmos se sentían en los abdómenes de ambos, Aomine gruñó, estaba a punto, sacó su miembro de la entrada de Kise, se acercó incado hacia su boca.

Mmm, l-lame

El rubio por miedo lo hizo, empezando a lamer el "pequeño" miembro del peli-azúl

¡Ahh!.. Mmm~

Aomine metió su miembro por completo, la pequeña boca del rubio empezaba a atragantarse. Daiki sentía la saliva bajar por su pene.

¡Mngh! N-no puedo más—

El sonido de la saliva era excitante, el mayor se corrió dentro de la boca de Kise.

¡Ugh!— Sólo ése sonido salió de la boca del menor, fue obligado a tragarse toda la escencia del quien se la había dado. Kise llegó al clímax un cuanto asqueado.

Unos cuantos minutos después, Aomine estaba vestido y Kise sólo tenía ropa interior, le dolían las caderas.

El pequeño Aomine se percató de su error, había abusado de Kise, había sido un manipulador sucio y pervertido.

El rubio se encontraba durmiendo, con las mejillas rojas y la cara inchada, ¿Podría escapar? Su vida era miserable.

Perdón..

Susurró el moreno empezando a derramar pequeñas lágrimas.

El rubio no podría perdonarlo.

Corregido por: Jimin_Senpai

»Anormal« (Aokise)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora