»Anormal« (Aokise)

III

Había pasado aproximadamente una semana desde que Aomine había abusado del pequeño Kise, quien había sido amenazado por el anterior. Le odiaba y tenía miedo, pero el no hacer nada le ayudaba a mantener un hogar, comida y atención, es por eso que se mantenía callado.

Aomine trataba de disculparse con el rubio, éste siempre le ignoraba, tenía la culpa y todo por abusar de él. Lo quería.

En una tarde Aomine salió a comprar comida, ya que su padres no tenían tiempo debido al trabajo. Kise aburrido decide salir al patio a relajarse. Jugaba pacíficamente hasta que sintió un leve dolor en su cabeza, el cual fue provocado por un balón de baloncesto al golpear en la misma.

—Lo siento, ¿estás bien?—

El niño saltó la cerca, tomando su balón y mirando con preocupación al rubio.

—Sí, no te preocupes. ¿Cuál es tu nombre?—

—Yukio Kasamatsu, ¿y tú?—

—Ryôta Kise—

El peli-negro toma asiento al lado del contrario sin quitarle la mirada y dando su mejor sonrisa.

—Bueno Kise, ¿Quieres jugar?—

Pasó alrededor de una hora y los chicos no paraban de jugar. Kise se sentía bien ya que en ningún momento recordó al moreno, el causante de su desdicha.

El feliz momento acabaría, puesto que el peli-azul había llegado y estaba buscando con desesperación al rubio. Desgraciadamente los otros dos pequeños no se percataron de aquello.

Daiki paró en seco y se dio la vuelta, mirando a la puerta del patio trasero debido a que de éste provenían risas. Caminó hacia al patio, cuando llegó vio a un niño peli-negro encimado en SU Kise, haciéndole cosquillas.

—¡Kise, ¿Quién es éste?!—

El mencionado, ya víctima de un ataque de nervios, empujó a Kasamatsu, y miró con temor al imponente Aomine Daiki.

—Vete..—

Aomine vio a Yukio, quien ya se había levantado, éste también temeroso acató las órdenes del moreno.

Al percatarse de que se había ido fue acercándose lentamente y con pasos seguros al rubio, que inútilmente se alejaba, ya que terminó chocando contra la cerca.

Y una vez más abusó de él.

Era tan grande la distracción del moreno que no se percató que el niño de ojos azules los miraba al otro de la cerca.

Colaboración con: Jimin_Senpai