V

519 60 7
                                    

Cinco años después.

Ambos chicos ahora tenían 15 años de edad. Era el cumpleaños del moreno, todos sus amigos estaban allí, festejando con alcohol y la música a máximo volumen, ahora tenía 15 y podía decirse que era un chico independiente con una casa propia, viviendo con su amado rubio y con estudios garantizados en la preparatoria Tôô.

Su vigilancia estaba bajo el rubio, quien estaba ebrio por haber tomado tanto. Pasaba por los regazos de todos los allí presentes, a quienes besaba y acariciaba de vez en cuando.

Kise se había convertido en un guapo modelo adolescente, no tenía estudios, puesto que el moreno nunca se lo permitió, dejándolo siempre encerrado en ésa aburrida casa, de vez en cuando los celos le llegaban y abusaba de él.

Éste era uno de esos momentos. Los celos recorrían el cuerpo del moreno, se estaba cansando de ver a Kise encimándose en casi todos, provocándolos, gracias a ésto los chicos le acariciaban o apretaban el firme trasero que poseía. Ya harto de la actitud de Kise fue directo hacia donde se encontraba y lo tomó con fuerza, haciéndolo levantar del regazo en el que estaba, fue a un pequeño "escenario" que ahí se encontraba y tomó un micrófono. Con el rubio tomado por la cintura prendió el aparato y comenzo a hablar totalmente enojado.

-Hey, escuchen, es momento de que todos se vayan. Se acabó la fiesta-

Apagó el micrófono y vio las miradas incrédulas de los presentes que no hicieron más que empezar a marcharse.

Cuando todos se fueron el moreno subió a la segunda planta de la casa, caminó a su cuarto, lleno de pósters con su modelo favorita, Mei, junto con las de su modelo, Kise. Entró, aventando al ya mencionado a la cama matrimonial, el rubio se quejó con un pequeño gemido, provocando más al moreno.

-A-Aominecchi-

No estaba consciente, el moreno se acomodó encima de él, Kise lo jaló por la parte de atrás del cuello, atrayéndolo y comenzando a besarlo con lujuria, cosa que jamás había hecho.

- Metémela.-

Susurró una vez que dejó de besarlo, quitó sus manos del cuello del moreno y las bajó a su pecho. Aomine no hacía nada, estaba en shock, entonces sintió como desabrochaba su camisa y acariciaba su pecho ahora ya descubierto, la camisa salió volando.

- Ki-Kise...-

- ¡Joder, que me la metas!-

Sin más, el peli-azul obedeció. Lentamente quitó la camisa del más bajo, empezando a dejar besos y marcas en el pecho del rubio, mientras éste se deshacía en jadeos.

Al estar desnudos, el moreno tomó su miembro ya erecto, restregándolo en la rosada y abierta entrada de Kise, quien gemía sin control. De poco a poco fue introduciendo su miembro, provocando más placer en el menor.

-¡Nngh!-


Estaban calientes, los gemidos eran complacientes, le encantaba al moreno oírlos, era su delirio.

Kise se corrió en un "hermoso" gemido, o eso creía el moreno, quien al sentir como el interior del rubio le apretaba, enseguidamente empezó a salir pre-semen, para después correrse y llenar la entrada del rubio.

»Anormal« (Aokise)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora