Tres Lagrimas

Mía

Los gritos al victorioso no se hicieron esperar, Chris había logrado encestar y se regodeo en su victoria.

-Te lo dije... ¡El mejor tino perra! ¡El mejor tino!-

-Puf...Suerte nada más- algo avergonzado de su derrota.

El salió de entre la multitud y se sirvió un whisky para tomar valor, antes de siquiera tener algún plan, había pasado mucho desde que había tenido sensaciones similares a estas; mientras tomaba su "copa" sintió un toque en el hombro.

-¡Hola! Que bueno que hayas venido.- Tratando de conectar las miradas de nuevo.

-Oh, Hola... parece que fue una sorpresa para todos- Mirando a cualquier otro lado, no se sentía listo.

-Bueno, creo que aún no nos presentamos como tendría que ser. Yo soy Mia, mucho gusto- lo tomo por un brazo y saludo con un cálido beso en la mejilla.

-Even...el gusto es mío-algo sonrojado.- ¿ya estas tomando algo?- no se le pudo ocurrir algo mejor.

-Mmm... En realidad no soy alguien que beba mucho, pero creo que te aceptare un trago- dijo con una mirada coqueta mientras le quitaba la copa de las manos.

-Ese "trago" puede ser algo fuerte para ti- con un poco más de confianza le seguía el juego.

-Tonterías- un pequeño trago basto para que le comenzara a arder la boca.

-Entonces, ¿Que me puedes decir acerca de ti?- pregunto mientras le pasaba un refresco para quitar su mal sabor de boca.

-Pues...Estamos en el mismo Salón, desde hace algunos semestres ya...-comenzó a caminar.

-Si...- siguiéndola a ningún lugar en especial

-y nunca habíamos hablado antes directamente, pero... siempre me pareció raro el cambio que diste de un día a otro.-

-¿Cual cambio?-La música se volvió lenta, al igual que sus latidos.

Ella no respondió solo hizo un movimiento con la cabeza para que subieran por las escaleras a un lugar más privado; el miro a su alrededor, amigos tomando, buscando afecto de una noche, tomando alcohol y algunas malas decisiones con hielo, cosas de las que seguro se arrepentirían por la mañana. Volteo a ver a Chris con una sonrisa hacia él, guiño el ojo y se dispuso a subir sin buscar ni esperar nada, solo estar en su compañía.

Al estar en la planta alta vieron a una pareja besándose, algo incómodos entraron a un cuarto, ella se sentó sobre la cama.

-aquí podemos hablar sin tanto ruido, ¿no crees?-Ahora con una sonrisa inocente.

-Sí, sabes Mia, podrían pensar cosas que no son, al estar nosotros dos aquí solos- dejo su trago en una repisa cerca de la ventana.

-¿Te importa?, no pensé que fueras esa clase de persona, bueno al menos por tu forma de ser...-Volteo a la ventana con algo de desdén.

-A mí me da igual, de cualquier manera no me interesa mantener ninguna reputación, pero ¿y tú?- dijo mientras recorría la habitación.

-En ese caso deja que yo me preocupe... - se levanta de la cama-

-Bueno...- se acerca a la ventana- ¿qué tipo de música te gusta?- abre la cortina del cuarto.

-Pues, me gusta en su mayoría el pop, música tranquila, y algunas canciones para bailar, ¿y a ti?- Cierra la puerta.

Saco sus cigarrillos mientras respondía. - Me gusta toda la música, pero prefiero la música tranquila, rayando en la deprimente-

El humo comenzó a inundar el cuarto, junto con un silencio inusual por parte de ella; el volteo hacía ella con el cigarrillo en la boca para ver cómo se acercaba lentamente. Su corazón se aceleró al verla tan segura de sí misma, su aroma lograba disipar el del tabaco.