No me Olvides [Death Note (LightxL) Yaoi]

Capítulo 10

Perfecto, Beyond no se ha dado cuenta. Esto va a ir sobre ruedas, la fase uno ya está completa. Pasemos a la segunda. Tengo que escaparme de casa y llegar a la de Light, aunque sea andando. Lo primero que debería hacer es preguntarme si Light de verdad sería capaz de robar alcohol a un adulto. Bueno, desde que me dijo que hizo pellas por una nota me creo todo lo que pueda hacer. No me lo esperaba viniendo de él, supongo que las personas cambian. Pero después hay algunas, como Beyond, que no cambian nunca. Y él es el único que debería cambiar en estos momentos.

Me dirigí a mi armario y saqué algo no demasiado formal y algo no extremadamente callejero. Tampoco era muy simple, pero para este tipo de ocasiones venía bien. Y más con lo que pasará en cuanto nos vayamos del bar. Me puse una camisa blanca, unos pantalones vaqueros azules oscuros bastante ajustados y una chaqueta negra. Salí de mi habitación con los zapatos grises en la mano. Me los até al final de la escalera y salí de mi casa sin hacer ruido.

Procuré actuar normal, no quería que cualquier loco me viera presa fácil o que cualquier inocente saliera corriendo por mi presencia. Aunque se me hacía imposible no pintar una sonrisa algo pervertida en mi rostro, he estado esperando mucho tiempo a que un momento como este llegara. Y Light ya es mi novio, lo próximo que quiero es hacerlo mío por completo. Iremos poco a poco, acabamos de hacernos novios, pero es lo que más deseo. Y si él lo entiende... Dios, mi corazón no aguantaría la emoción. Debería ser sincero, hasta me he masturbado pensando en él. Han sido dos veces, ambas con catorce años, pero me hacía falta. En ese tiempo yo ya sabía lo que era el sexo, y que encima se me vino una imagen a la cabeza teniéndolo con Light me llevó a sentir ciertas necesidades. Como esa.

Que la gente piense lo que quiera, yo estoy muy feliz de que Light por fin sea mi novio y que de verdad haya alguien que me quiere. Beyond me dejó solo, Watari no hacía mucho por ayudarme a superar mi depresión, y no había nadie más. Por fin sé lo que es el amor y el cariño humano, estos sentimientos siempre fueron el mayor misterio en mi vida. Y debo decir que me siento vivo de verdad.

Debería acelerar el paso, casi es la hora. Empecé a caminar más rápido hasta que eché a correr como un leopardo. Ya faltaba poco, pero si seguía caminando el tiempo se nos iría volando y no podríamos hacer nada después de emborracharnos a lo grande. Espero no pasarme tanto, o tendré una resaca de narices. Menos mal que mañana es sábado y no tengo que ir al instituto.

Vi la casa de Light, llamé al timbre. Me quedé jadeando unos segundos para relajarme, por lo menos no estoy sudando. Abrió una chica de unos doce años, se parecía bastante a Light. Es Sayu, su hermana pequeña.

-Buenas noches, soy un amigo de Light -le dije-, Elle Lawliet.

-¿Elle? ¿Eres tú? -preguntó ella.

Abrí mucho los ojos. ¿Me reconoció? ¿Cómo es posible? Ella era muy pequeña cuando Light y yo éramos amigos. Se acuerda ella y no Light... depresión de por vida, esto no es normal.

-¿Sayu? -pregunté.

-¡Sí! ¡Cuánto tiempo! ¡Pasa!

La puerta de la cancela se abrió y me acerqué a la principal. Sayu sonreía amablemente. Por lo que yo recuerdo, era una niña muy tierna. No llegué a conocerla mucho, pero la amabilidad y la ternura se hereda. Como con Light, es el mismo caso.

Yo le dediqué una sonrisa hasta que oí pasos en el interior de la casa. Por detrás de Sayu vi a una señora de unos cuarenta años. Cabello oscuro corto y ojos marrones. Su mirada me fulminó, entonces reconocí a quien había llevado a Light lejos de mí cuando éramos niños.

Sachiko Yagami, la madre de Light.

-¿Qué haces aquí, Lawliet?

-Vengo a buscar a Light -le respondí yo.