Enamorado De Una Criatura Sobrenatural

La guerra y la muerte van de la mano

Dylan

- «Increíble, en mi luna de miel se les ocurre atacar» ¿Que hacemos Isaac?

- Correr, por lo de mientras no podemos hacer otra cosa- estaba asustado, de verdad.

Corrimos hacia la moto, gracias a mi vista periférica vi a Thomas apuntado hacía nosotros.

- Isaac acelera, rápido.- Cuando lo hizo una bola de fuego negro dio con nosotros y salimos volando, al caer me rompí un tobillo.

- Tardará en sanar, Isaac, debes ir por mi madre y los druidas, ve, yo estaré bien, por favor.

- No te quiero dejar, no después de la advertencia del Espíritu.

- Isaac, hazme caso, ve por ellos, solos no podremos.

- No te dejaré aquí.

Estábamos perdiendo el tiempo discutiendo si era lo mejor o no.

- Lo siento Isaac, espero y me perdones- cerré los ojos y una niebla lo comenzó a rodear.

- ¿Qué haces? ¡Dylan detente!

La niebla lo tapo completamente y desapareció.

- Perdón- dije antes de levantarme y comenzar a atacarlos.

Isaac

Aparecí en la calle donde vive Dylan.

- Demonios Dylan- me dirigí a su casa corriendo. Entré sin tocar y ahí estaba su mamá con su hermano y los padres de Andrew, junto con él.

- La guerra inició, debemos darnos prisa, Dylan está solo.

- ¿Cómo lo dejaste solo?- su mamá estaba histérica.

- Señora, él me trajo aquí y creo que bloqueo todo el lugar, nada entra por magia. Iré por mi manada, ustedes vayan adelante, yo los alcanzare.

- ¿Irás con Raúl?- pregunto el amigo de Dylan.

- Acompáñame- dije así, sin más.

Nos dirigimos a mi departamento y reuní a toda la manada.

- ¿Jace? ¿Qué haces aquí?- vi a Raúl abrazar al otro chico.

- No me quiero alejar de ti.

Por algún motivo, ellos me recordaron a mí con Dylan.

- Chicos, vámonos, es hora de la guerra.

Andrew

Isaac llegó corriendo, se veía agitado.

- La guerra inició, debemos darnos prisa, Dylan está solo.

Al escuchar eso, una parte de mí se alegró de que Dyl estuviera sólo contra los Argent y los Morgaes, pero la otra parte, por muy mínima que fuera, se preocupó. Tenía que salir de ahí, no podía ir con ellos, sería el final de Dylan si iba a esa batalla.

- Veo que estás comenzando a dudar de tu lealtad- esa voz me sonó conocida.

- ¿Tú? ¿Eras tu quien me habló en el bosque?

- Así es, soy El Espíritu del Bosque, y he venido a verte, debes ir a ese lugar, hoy no será el día que mates a Dylan, ve con él, apóyalo, se su arma amiga en ésta guerra.

- Pero dijiste que yo lo mataré.

- Y lo harás, pero no ahora, no en éste tiempo, así que, ve a ayudarlo, te necesita- y sin más se desvaneció aquel hombre.

Me dirigí con los demás y nos preparamos para la guerra.

Dylan

Estaban atacándome con bolas de fuego, yo hacía todo por protegerme y a las demás personas que estaban en aquel hotel.