Era hora. Las clases comenzarían. El timbre ya había sonado hace algunos segundos antes pero me tome toda la calma del mundo para llegar al salón cuando veo a ese chico de nuevo.
No puede ser. Si viene a agradecerme de nuevo lo golpeare, así dejara de joderme la vida.
No le permití hablar y le pregunte.
–¿Qué haces aquí? Vete a tu salón.
El chico de ojos color miel me observo sorprendido.
–Pero si eso estoy haciendo... No me digas que también estas en esta clase.
Simplemente lo ignoro y continúo mi camino.
Esto no puede estar pasando. Las coincidencias pasan pero esto ya se sale de los límites.
¿Cómo es posible que este en la misma clase que ese chico?
Es muy alto, al menos para mí, debe medir 1.84 ¿Por qué llegue a pensar que era mayor que yo? Tiene un rostro tan infantil para tener catorce años.Al menos logre evitar alargar la conversación.
Y aquí vamos de nuevo. Estoy en mi puesto. La maestra llego al salón y nos hace callar a todos. Qué curso más ruidoso.
La misma rutina de siempre. Como primer día de clases nos obligan a presentarnos.
Yo no escucho ninguna de las presentaciones. No quiero perder mi tiempo recordando nombres de compañeros que nunca veré después de que nos graduemos.El ruidoso chirrido de la silla me obligo a levantar la vista y allí estaba, el chico de los ojos color miel, presentándose como el idiota que eras.
–Mi nombre es Shinobu Itsumi, tengo 14 años, soy de Hokkaido y vine a estudiar aquí a Tokyo porque tuve unos problemas familiares... No tengo amigos porque nadie soporta mi entusiasmo, los maestros me dicen que no soy un buen estudiante aun así tengo buenas calificaciones. Ahora estoy viviendo solo... Y si me van a visitar que no sea para golpearme.
El salón completo se rió del estúpido comentario que dijo al final.
Yo no le veía lo gracioso a ese comentario. ¿Será porque me tomo todo en serio?Repetí en mi mente el nombre de ese chico "Shinobu Itsumi. Shinobu Itsumi." No sonaba tan mal.
El siguiente en presentarse fue una chica de melena castaña, creo que se llamaba Chizu Kiiro. No le preste mayor atención. Me concentre en lo que había dicho Shinobu.
¿Es que no tenía en nada mejor que pensar?
Así que tiene problemas familiares.
Quien iba a pensar que ese imbécil tiene buenas notas. Tiene cara de idiota. Debería de decírselo.Y aquí estoy de nuevo pensando en él.
Mis pensamientos fueron interrumpidos por la incesante voz de la maestra.
Había llegado mi turno de presentarme.
Tenia un discurso preparado, me lo sabía de memoria. Era el mismo discurso que decía cada año.Me puse de pie de malas ganas. Odiaba las presentaciones.
–Mi nombre es Ikuto Yamamoto, tengo catorce años y vivo en Tokyo con mi familia, no tengo amigos porque no los necesito. Mis padres me han dado todo, así que, no se cual es el estado económico de las otras personas y ni me importa, aun que hace un tiempo era un excelente estudiante, mis calificaciones han bajado considerablemente. Es todo.
Con aquel discurso, las probabilidades de hacer amigos eran nulas.
Es mejor que me odien en vez de tener amigos falsos.Al parecer dio resultado. Varios me miraban con odio y se mantenían en silencio, hasta la maestra se quedo con la boca abierta.
Allí estaba de nuevo. Ese idiota. ¿Cómo se llamaba? Ah. Shinobu. Ese chico me observaba de una manera diferente. Como si comprendiera mi situación.
No quería su lastima, así que lo fulmine con la mirada. Y el muy idiota me sonrió, con una sonrisa radiante que me irrito.La pregunta de la maestra atrajo mi atención hacia ella.
–Ikuto ¿Tienes algún parentesco con el gran empresario Yamamoto?-.
Esa pregunta me la esperaba. Porque todos creen que al tener el mismo apellido tienen que ser parientes. Odio esa parte de la gente. Son preguntas estúpidas e innecesarias.
Por su puesto que ya tenía una respuesta.
–No. No tengo ningún parentesco con esa familia.
El transcurso del resto del día fue aceptable. Nadie me hablaba. Nadie se acercaba a mí. Ser odiado es tan fácil. Solo debes ser sincero y todos te juzgaran de la peor manera posible.
El primer día de clases llego a su fin. Todos se van a sus casas felices, mientras que yo ni siquiera quiero llegar.
¿Y si voy a jugar a las maquinas?
Allí va él de nuevo.
¿Por qué es el único rostro que recuerdo?
Su sonrisa me enfada.
Como puede estar tan feliz si esta mañana casi lo muelen a golpes.Podría acompañarlo por el camino para que no se sienta tan so...lo... No. No. No. No. ¿En qué estas pensando Ikuto?
Pero... No. Basta. Deja de pensar. Sabes perfectamente que no me puedo llevar bien con las personas.En mi experiencia de vida. Los que se hicieron llamar "amigos" solo fueron atraídos por el lujo y la comodidad de mi familia.
No puedes permitirte caer de nuevo en la falsedad de las palabras de las personas.
Uf. Esto de hablar conmigo mismo es estresante. Mejor me voy a mi casa.
–!!Oye!! ¡Yamamoto! ¿Qué haces allí parado? ¿Quiéres acompañarme a mi casa? ¡Te veo muy solo!Ja. Ja. Creo que escuche mal o ese idiota me acaba de ofender.
Me dirijo hacia él con una furia que no podría calmar ni hasta el mismo ser más tierno de este mundo pero mi enojo se esfuma por completo al ver esos ojos. Me sonreía con una sonrisa tan tierna.
Fue difícil no devolverle la sonrisa. Nunca en mi vida había visto una sonrisa tan sincera. Tan maravillosa.Claro que podía hacer excepciones. Esa era una de ellas.
Sinobu fue el primer chico que me saco la sonrisa mas radiante que era capaz de expresar. Ese chico. Ese imbécil. Me provocaba un hormigueo en el estomago que era difícil de ocultar.
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El Misterio Del Amor [LGTB]
RomanceAdvertencia: Si eres homofobico no leas esta obra. PUBLICACION DEL LIBRO EN FISICO EL 2021 ¿Primer día de clases? ¿Nuevos compañeros? ¿Una nueva vida? No. La rutina nunca se acaba. Me llamo Ikuto e ingresé a un nuevo instituto par...