Narra Ikuto. +18
–¿Aquí acaba nuestra amistad?
En el momento en el que hice esa pregunta. Ya sabía la respuesta o al menos me esperaba lo peor.
–Si. Es por nuestro propio bien. Tal vez cambies de parecer si te alejas de mí.
Al escuchar la respuesta casi me da un ataque de risa pero me controle.
Como si alejarme de él iba a ser la diferencia. Se equivocaba.Con una sonrisa seductora me acerque al indefenso idiota que me miraba con ojos de ira. No se le daba bien estar enojado. Ja. Ja. Jaa. Es más, su expresión me estaba excitando.
Quería agarrarlo del cabello y besarlo a la fuerza pero antes que pudiera hacer algo, él se alejo he intento encerrarse en su habitación, por supuesto que no se lo permitiría y lo alcance arrinconándolo contra la pared.
El mal nacido era más alto que yo y no pude robarle un beso pero sus labios no eran lo único que no estaba a mi alcance.
Acaricie con fuerza su ingle arrebatándole un gemido, que al mi parecer era de placer, o tal vez era de dolor. No me importo.
Lo haría gemir de nuevo y entre forcejeo de dejar meter mi mano dentro de su pantalón yo gane. Tuve que recurrir un poco a la fuerza, con un golpe en el estomago se quedo quieto.
Fui capaz de sentir el pene de Shinobu en mis manos, aun no estaba erecto, así que tendría que esforzarme para excitarlo. Su pecho continuaba desnudo y tuve la oportunidad de morder sus pezones, succionando y lamiendo con deseo.
La respiración de Shinobu se hizo más pesada, sentía su miembro arder, desprendía un ligero aroma a seducción que me embriago, lo masturbaba con rapidez, sus gemidos me decían que lo disfrutaba. Tenía los ojos cerrados y una expresión que me enloqueció.
Libere su erección de su pantalón. Era magnifica. No me contuve y lo metí en mi boca. Lo recorrí desde la punta hasta el tronco y viceversa. Saboree esa polla con un hambre insaciable, mi lengua jugaba con su glande. Era delicioso.
Nunca había hecho una felación, no parecía tan difícil y al escucharlos gemidos de Shinobu, me decía que lo estaba haciendo bien.
Mi mano se aferro a una de sus nalgas, manoseándolo con descontrol, los gruñidos de Shinobu se hicieron las fuerte. Observe como le temblaban las piernas, apenas era capaz de sostenerse. Si no fuera porque su espalda estaba afirmada a la pared, ya hubiera perdido todas sus fuerzas.
Agarre sus huevos y se los apretuje con mi mano libre. Shinobu lanzo un sonoro gemido provocando un espasmo, así que, aumente la velocidad mientras masajeaba su trasero con ambas manos y movía sus caderas para ser más directa la penetración en mi boca.
Mi saliva tenia lubricada aquella polla, estaba lista para la acción, hasta que sentí un liquido caliente inundar mi garganta. Lo tragué mientras que una parte se perdía y se deslizaba por mi mentón. Los espasmos de Shinobu fueron disminuyendo dejándolo jadeante y agotado.
Sus piernas por fin cedieron y cayó sentado al piso, satisfecho por el orgasmo que le había provocado.
Me disponía a continuar chupando su pene pero me detuvo.
–Ikuto.. Ya basta... No me involucres en esto... Yo no soy gay.
Dice recuperando el aliento.
Aun quedaba restos de semen en mi mentón, no lo desperdicie. Cuando tragué el espeso líquido le respondí.
–Yo tampoco lo era hasta que te conocí.
–Es mejor que dejemos esto para otro día. Hoy ya fue suficiente.
Me acabo de dar cuenta que me llamo por mi nombre, eso significa que es un avance y me acaba de confirmar que quiere que se vuelva a repetir al entregarme esa respuesta.
Sin perder nada. Le pregunto con una sonrisa seductora.
–¿Quiéres que llevemos nuestro amor más lejos, ahora que nuestras amistad se a acabado?
El rostro de Shinobu se encendió como un tomate. Al parecer, el más avergonzado al hacer todo esto era él.
Entre balbuceos e intentar encontrar las palabras exactas que decir, me responde.
–¿Pero qué estás diciendo? ¿Qué clase de chico diría eso?
Sentí como mi rostro volvía a tener la misma expresión de siempre. Un rostro inexpresivo y de completa seriedad. Era mi obligación responder con sinceridad y lo hice. Tal vez así comprenda el por qué me enamore de él.
–Yo. Un chico que no a recibido el amor de sus padres, ni el amor de nadie. Un chico solitario que a vagado por la vida sin recibir cariño, esa es la razón por la que tu eres especial para mí.
El rostro de Shinobu era pensativo, como si estuviera meditando en profundidad lo que iba a decir a continuación.
Mientras que yo, estaba intentando mirar hacia otra parte pero mi vista se dirigió al miembro expuesto de ese chico. Era inevitable. Si estaba frente mío, a centímetros de mí. Aun desprendía un olor exquisito que me enloquecía.
Hasta ese momento no me había dado cuenta de mi propia erección que se abultaba en mi pantalón, cuando iba a comenzar a masturbarme, escuche la voz de Shinobu.
–Está bien.
Me sorprendió su respuesta, es más, estaba anonadado. ¿Lo decía en serio? O tal vez estaba hablando de otra cosa, así que, espere si decía algo más y estaba en lo correcto.
–Si tú necesitas cariño... Estoy dispuesto a ofrecerte el mío... Y si... Y si llegamos más allá de simples caricias... Dejare... Dejare que hagas lo que quieras... Con tal de que seas feliz-.
No había estado más feliz en mi vida, fue tanta la felicidad que lo abrace y lo bese por la emoción del momento.
Aun que me dio una condición que debía cumplir.
–Sabes que estoy saliendo con Chizu y no la dejare botada de un día para otro y menos cuando su personalidad es tan explosiva. Si le digo que rechazo su confesión después de aceptarla investigara la causa hasta descubrir la verdad.
Le encontré toda la razón. Decidimos continuar como siempre. Actuar normales, aun que para Shinobu sería difícil actuar normal en estas circunstancias.
Era mejor que me fuera a mi casa, mi madre debe de estar esperándome, aun que lo dudo.
Tuve que pedir el baño prestado por un rato mientras me liberaba de mi erección. No podía ir por la calle en esas condiciones.
Al menos había conseguido un nuevo avance o eso es lo que creí...
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El Misterio Del Amor [LGTB]
RomanceAdvertencia: Si eres homofobico no leas esta obra. PUBLICACION DEL LIBRO EN FISICO EL 2021 ¿Primer día de clases? ¿Nuevos compañeros? ¿Una nueva vida? No. La rutina nunca se acaba. Me llamo Ikuto e ingresé a un nuevo instituto par...