Capítulo 1

17 4 3
                                    


Sonríe aún en el avión mirando la foto que acaba de sacar. Está oscureciendo... Le hace algunos retoques y la guarda en su galería de fotos. Esa va a Instagram.

Suspira.

Todo le pasó tan rápido. Un día estaba en la escuela normalmente con sus amigos, al otro le estaban ofreciendo ir de intercambio a Estados Unidos, y ahora aquí está, rumbo a su nuevo hogar por unos dos años, si todo sale bien.

Por sus buenas notas y la responsabilidad, el director de su escuela le ofreció esa grandiosa oportunidad. También dijo que irían personas de otros países, cosa que le pareció genial. Haría nuevas amistades, y eso no pudo parecerle más emocionante. Aunque la idea de dejar a su familia y amigos no pareció tan buena. Dejar a Kevin resultó realmente complicado, a pesar de lo que había hecho. 

<<No, ya no siento nada por él, nada, nada.>>  repite cada tanto es su cabeza.

La voz de la azafata avisa que el avión está a punto de aterrizar, lo que logra que se distraiga un poco y olvide al idiota de su ex-novio. 

Rápidamente se pone el cinturón otra vez , y le avisa a la señora junto a ella que también lo haga, ya que estaba con auriculares puestos. Le sonríe y lo hace.

Si algo caracteriza a Lauren, definitivamente sería la bondad. Aunque no lo admita por pena, es una gran persona; tímida, pero buena. Lo que la lleva a poder contar a sus amigos con los dedos de sus manos, pero aún así, son amigos de verdad. 

Una vez fuera del avión, con sus maletas en mano, comienza a buscar a los señores Matthews, los cuales serían sus "padres sustitutos", por decirlo de alguna manera. Cuando ve a una mujer algo bajita y a un hombre bastante alto con un cartel con su nombre y apellido, sonríe.

Se acerca a ellos y los saluda tímidamente.

—Hola.—sonríe.—Soy Lauren Baker, la chica de Australia. Gra...—

Es interrumpida cuando la mujer la envuelve en sus brazos. Le devuelve el abrazo bastante sorprendida, pero de todas formas con cariño.

Necesitaba ese abrazo.

—Claro que sí, pequeña.—se separa.—Mi nombre Loraline, y el de él, John. Somos... tu nueva familia.—se encoje de hombros con una cálida sonrisa.

Sonríe algo sonrojada y John se acerca para abrazarlas también.

Mira la hora. 22:47 p.m. 

Es bastante tarde, por lo que no podrá hacer algo hoy. Aunque no le preocupa demasiado, está bastante cansada.

—¿Vamos?—pregunta el señor tomando de los hombros a su esposa, mientras le sonríe feliz.

Lau asiente con la cabeza, y juntos, salen para entrar al auto.   

                    ***

Ya en su nueva casa, sube directo a su habitación para poder acomodar sus cosas, luego de que los señores Matthews les indicara dónde se encuentra. Abre los ojos sorprendida cuando entra al cuarto. 

- Vaya... - susurra contemplando todo con admiración. 

La habitación es demasiado bonita. Tiene una gran cama en una esquina de la pared con un acolchado rosa y almohadones rosas. Sobre ella hay una repisa con fotos de cualquier cosa, un reloj y unas plantitas.

<<¡Genial!>> piensa al ver que de forma vertical respecto a la cama hay una mesita de luz hueca, con libros dentro.

Arriba hay un reloj y unos cuantos cactus. La pared tiene un tapizado de flores, al estilo vintage.

Deja de observar todo cuando suelta un bostezo. Será mejor dormir.

En el coche, Lori —como comenzará a llamarla por petición de la misma—,mencionó que mañana es su primer día en la nueva escuela, y que también habrá un campamento.

La idea no le agrada para nada. Campamento es igual a lagos y primer día es igual a presentarse. No hacen una linda combinación.

Arruga la nariz con disgusto ante esos pensamientos. 

Mientras se pone el pijama, recuerda todo lo que pasó en las últimas semanas. 

Kevin tratando de disculparse; sus amigos haciendo locuras para que no se vaya; Mishu, su gato, lamiéndose la patita con los ojos cerrados sobre su cama. 

Ríe ante el último recuerdo. 

Y su padre, tristemente feliz por ella. Podía notar el orgullo en sus ojos, y eso era el mejor regalo que podría haberle dado jamás. 

Apaga la luz del velador, y cierra los ojos. 

Mañana será un largo día...

Lo prometoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora