Cuando bajan del colectivo, Lau toma sus cosas y las lleva consigo hasta donde están los profesores todos reunidos. Hablan sobre qué harán, cómo, y los programas de actividades.
Cosas aburridas, en fin.
Entra a la cabaña y deja ahí sus cosas. Al parecer Kate no llegó todavía, porque la litera de arriba está vacía. Acomoda un poco la cama en la que dormirá, y luego sale para explorar un poco el lugar.
¿Los profesores sabrán que es nueva? ¿O directamente no saben que venía?
Pensando en eso, se da cuenta que camina por un pasillo de tierra rodeado de árboles. Esto es realmente hermoso para ella.
Hasta que ve un lago, frenando en seco.
No, gracias, ese lugar ya no es para Lauren.
Lo ignora por completo y sigue su camino sin rumbo. Al estar tan sola, piensa en sus amigos; Joe, Zoe, Macy, ¡Alex!
Suspira.
En serio los extraña. Y ni hablar de su bolita de pelos, llamada Mishu. Se lo obsequió su padre hace algunos años, cuando lo encontraron debajo de un auto, sucio y demasiado delgadito. Pero ahora es un gatito feliz.
Saca su celular, se pone los auriculares y canta bajito la canción que se reproduce. Rueda los ojos cuando sus pies la llevan otra vez al estúpido lago. Ahí ve un cuerpo. Alza una ceja y se acerca para ver que es Felipe, el chico del autobús.
Está tocando la guitarra. Interesante.
<<Sí... Bueno, vámonos.>>
Se debate consigo misma, pero al final se acerca lentamente y se esconde detrás de un árbol. Escucha la melodía producida por el instrumento. Sonríe y asiente con la cabeza. Le gusta.
Al intentar acercarse un poco más, un ramita se rompe debajo de su zapato. Queda inmóvil esperando que no lo haya oído.
La música para de golpe. Mala señal.
Feli voltea confundido con una ceja alzada.
— ¿Lauren? —pregunta parándose de la roca en la que estaba sentado para verla mejor. — ¿Me...? ¿Qué...? —comienza a balbucear notoriamente nervioso. Lau cree ver un color carmesí asomarse en sus mejillas. —Eh... ¿Qué haces aquí? —sonríe un poco más relajado.
Aprieta los labios mientras idea una respuesta en su mente que no declaren lo que realmente estaba haciendo, descartándolas a todas.
—Yo... estaba dando un paseo, y... —toca las puntas de su cabello.—Y creí ver a una persona por aquí, eso es todo —suspira pesadamente.
—Ya veo... —comenta algo divertido asintiendo con la cabeza. — ¿Quieres hacerme compañía? —señala la roca con la cabeza. Lau hace una mueca.
Definitivamente quiere, pero se avergüenza por el hecho de que la haya encontrado espiándolo.
—No creo que sea lo mejor, sólo te distraería —arruga la nariz negándose de la forma más amable posible.
—No es cierto, ven aquí —se le acerca más y toma su mano.
Se sientan en la roca gigante y vuelve a mover sus dedos sobre las cuerdas. Sonríe satisfecho.
— ¿Es tuya? — pregunta refiriéndose a la canción. No ha oído siquiera la letra y ya presienta que será muy hermosa.
Asiente cerrando los ojos y suspirando tranquilamente.
—La compuse hace poco, de hecho —susurra mirándola un segundo, y luego regresa la vista a su guitarra.
— ¿Sí? — comenta sorprendida. — ¿Y de qué trata?
<<Vaya, alguien se despertó preguntona hoy.>> se reprende mentalmente.
Feli duda un poco.
—Es... —rasca su nuca. —Sobre... Es muy tonto, ¿sabes? — ríe un poco.
—No importa, quiero saberlo — intenta de buscar su mirada.
—Okay... —suspira. —Habla sobre ser el héroe de la chica que... que conquiste mi corazón. Es algo... tonto, en realidad — arruga la nariz con un poco de desagrado.
— ¡No! ¿Qué dices? Es muy tierno —lo mira con una sonrisa.
<<Tú eres muy tierno.>>
Abre los ojos sorprendida por su pensamiento.
—Gracias, Lauren —sonríe mostrando los dientes y mira el lago. — Es hermoso, ¿no crees?
—Claro, hermoso para una muerte segura —dice medio en broma. Medio.
—Vamos, ¿qué sucedió contigo que te traumatizó tanto como para odiarlo? —pregunta amablemente. —Claro, si quieres contarme —agrega rápidamente.
Suspira y hace una mueca ante los recuerdos.
Ya se lo había contado... Aunque no a detalle. ¿Debería confesarle lo sucedido, a caso? Es un extraño... Y la última vez que se fió de alguien... Bueno, no salió muy bien que digamos.
Juega con sus dedos y lo mira decidida. Bien, lo hará.
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Lo prometo
Teen FictionCuando Lauren y Felipe aceptan ir de intercambio a Estados Unidos durante dos años, lo que menos esperaban era encontrar el amor en el otro. Pero no todo será tan fácil. El pasado y las inseguridades de ambos serán un gran impedimento para siquiera...