Nada es suficiente
Me dio pena que dijeras esto.
Me sigue dando pena cada vez que lo recuerdo.
¿Crees que no soy suficiente para ti?
¿De verdad eres capaz de decir que no merezco la pena?
Fueron palabras muy duras que acertaron en la diana.
En el centro de mi ego.Pero este en vez de achantarse se sintió plenamente complacido cuando se dio cuenta de que aun diciendo eso; habías caído.
Por primera pero no última vez.
Acababas de caer en un pozo del que aún estamos intentando salir ambos.Me querías a mi.