Frío como el hielo
Mi corazón estaba ardiendo pero mi cabeza se intentaba mantener fría.
No era capaz de hablar con Ella.
Me dolía.
Ella no había hecho nada mal pues no sabía nada de mis sentimientos hacia ti.
Y es por eso por lo que me siento más tonta. Quizás hubiera podido evitar que esto ocurriera contándoselo o incluso contándotelo a ti.
Ahora lo veo más claro pero en el pasado creía que estaba bien lo que estaba haciendo.
Pero llegue a mi límite.
No aguantaba más.
Decidí contárselo, todo lo que pasó por mi cabeza, le conté esta misma historia que hoy tú estas leyendo.
No se si intentaba animarme pero me dijo que ella creía que te seguía gustando.
Eso me hacía sentir peor. Era correspondido. Pero no tuve los cojones de lanzarme.
