Mentiras
El viaje a Bruselas se estaba aproximando.
Íbamos a ir todos, pero ¿qué coño me iba a importar a mi eso? Pensaba estar tranquila con mis amigas y disfrutar sin pensar demasiado en nada.
Pero gracias a tu continuo afán de protagonismo volviste a escena.
Hemos follado.
Esa fue la maravilla que decidiste que sería buena idea pregonar por el colegio.
No nos hablamos desde hace meses y la única puta manera que encuentras de que te vuelva a dirigir la palabra es inventándote que hemos estado juntos.
Me tocaste los cojones de una manera que solo tú eres capaz de hacerlo.