escape en barriles I

190 21 0
                                    

No pude con la emoción, esa misma noche, salí de mi cuarto a escondidas (Legolas se quedó dormido en mi cama) y caminé sigilosamente hacia los calabozos.

Los enanos se veían pálidos y cansados, supongo que estaban perdidos en el bosque negro. Así que conseguí una canasta con suficiente comida para los 13, aunque algo se me hacía raro, uno de los enanos estaba muy separado a el resto. ¿Los habrán capturado por separado?

Cuando los guardias se fueron a ver otros pasillos, yo caminé hacia una de las celdas.

-¿Hola?-susurré. Un enano con barba amarilla se sobresaltó al verme.

-¿Un elfo?-me preguntó. Yo no podía quitar mi cara de emoción.

-Sí, pero... déjame decirte que no comparto la misma opinión de los elfos...-digo. El enano me miraba confundido.

-Señorita... ¿No debería estar durmiendo?-me pregunta.

-Esto...sí, pero quise traerles algo de comida a ti y a tus amigos.-le digo. Y le enseño la canasta. La cara del enano se animó. Debe tener hambre.

-¿Es enserio?-me pregunta. Yo asiento y le ofrezco la comida de la canasta.

-Sí, lo que quieras a cambio de tu nombre.-le digo. El enano cogió una fruta y la acercó para olerla, luego me sonrió.

-Mi nombre es Fíli, hijo de Dís. Y estoy a su servicio, bella elfa.-el enano me guiña un ojo. No puedo evitar soltar una risita, pero inmediatamente me callo. No me deben oír.

-Me dicen Evana, pero puedes llamarme por mi nombre original: Aleissa.-le digo.

-Aleissa, bello nombre, como los brillantes diamantes de nuestras minas.- Fíli siguió coqueteándome. Quería volver a reír pero solo me limité a sonreír.

Pasé por el resto de las celdas, a ver si recuerdo, sus nombres son: Fíli, Kíli, Dori, Nori, Gloin Oin (Realmente se esfuerzan en sus nombres) Bombur, Bifur... ah... ¿Quién más? No recuerdo... al final terminé de pasar con el último enano, el apartado.

-¿Hola?-pregunto. El enano es serio y mira hacia el frente. No contesta.- Este... traigo un poco de comida por si...

-Largo de aquí elfo, no quiero nada que venga de ustedes.-me contesta. Levanto las cejas sorprendida.

-¿Disculpa?-pregunto ofendida.

-¿Te ofendí?-dice con sarcasmo.- Perdón, tú y tu raza merecen mejor respeto ¿no? Ya que ustedes se creen superiores.

Sentí como mis mejillas se volvían rojas del enfado. ¿Quién se cree? Coloco el cesto de comida en el piso, cerca de los barrotes de la puerta.

-Tu nombre...-digo seco. El enano me mira.

-Thorin, hijo de...

-Bien, Thorin.-le interrumpo.- Creo que deberías conocer antes de criticar. Mi nombre es Aleissa y soy hija de Elrond, he causado muchos problemas en Rivendell y por eso estoy aquí en el bosque negro...

Thorin finge no escucharme, pero se nota que está muy atento a lo que digo.

-Mi padre me ha desterrado de Rivendell por mi mal carácter hacia los elfos-Ahora sí Thorin voltea a verme confundido.- no he compartido el mismo pensar que los otros, y se me hace injusto lo que pasó con ustedes hace años. Todo ese tiempo no tuve amigos por mi carácter, y ahora no ha cambiado mucho, solamente tengo dos amigos...

>>Yo he admirado a los enanos desde hace años, y he tenido muchas reprimendas por ello, he admirado su valor y su trabajo en las minerías. Y... hoy quise verlos en persona... pero veo que no importa lo que yo te diga, no cambiarás de opinión sobre mí ¿verdad?...

Como una estrella inalcanzableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora