BELONEFOBIA | Larry Stylinson

Prólogo: Respira conmigo.

Cuatro.

Cuatro vacunas debía ponerse. ¿Qué clase de broma era? ¿Cómo es posible que existiera tal desgracia?

"De todas maneras irás, Louis." "Louis, debes ir." "Es por tu bien." Sabía que era por su bien, ¿pero es que debía ser por vacunas? ¿No había otra manera? Estaba odiando cada maldito ser humado que mirase en ese momento. No sólo eso, su madre lo estaba esperando afuera con el auto. Debía entrar solo.

—Tienes diecisiete, Louis —le dijo su mamá ésta mañana—. Estás un poco grande.

—Y tú treinta y ocho —habló en un tono molesto—. Estás un poc-

—Se acabó. Debes ir. No se discute más.

Y allí estaba. Sentado. Esperando a que lo llamaran por su apellido. 

Sus piernas temblaban y sus manos estaban sudando desde que su mamá le comentó que debía ponerse cuatro vacunas. Dos en ese mismo mes, y dos el mes siguiente.

Entrelazó sus manos nerviosamente, hasta que una voz grave dijo:

—Tomlinson.

Levantó su rostro para ver aquella persona pero no tuvo tiempo, ya que el enfermero había entrado rápidamente hacia el consultorio.

Quería salir de allí, pero sabía que si lo hacía... su mamá estaría afuera. Y la verdad era que, no había salida. Así que con demasiado miedo caminó hasta el consultorio, y entró.

—Cierra la puerta, por favor —dijo.

Y Louis lo hizo. Luego, volteó hacia el enfermero que levantó su rostro y lo miró, y cuando lo hizo alzó sus cejas.

—¿Louis Tomlinson, cierto? —Louis asintió—. ¿Puedes sentarte en la camilla?

El castaño silenciosamente caminó hasta la camilla para sentarse. Y el enfermero se sentó en el escritorio para revisar algunos papeles mientras asentía.

—Quiero irme —habló Louis en un susurro.

—Acabas de llegar, Louis —dijo, y lo miró—. Mi nombre es Harry. Y tu madre dijo que le tienes cierto miedo a esto.

—Mi madre no sabe nada —dijo en un tono molesto mirando hacia la pared—. Ella no tiene idea.

—Estará todo bien —carraspeó y se levantó de su asiento para caminar lejos de Louis, para ponerse guantes de látex y tomar una jeringa en su mano—. Sólo serán unos segundos.

Aunque cuando volteó, Louis se encontraba con sus ojos lagrimosos y negó con la cabeza.

—Dije que quiero irme. Ayúdeme a irme —le suplicó—. Mi madre está allí afuera.

—Cálmate. ¿De acuerdo? —dijo, y se acercó a él—. Louis, está todo bien. Sólo serán unos segundos.

—¡No! —le exclamó—. Usted no entiende. Le... le tengo miedo a esto. Le temo mucho a las agujas.

Harry se colocó el cabello detrás de su oreja, y suspiró. Louis quiso bajarse de la camilla e irse, pero el rizado lo detuvo colocando una mano en su abdomen.

—Quédate ahí. ¿Sí? Es por tu bien, entiende esto.

—Usted entienda que le tengo miedo —habló enojado quitando la mano de su cuerpo.

—Tranquilo —dijo, y rápidamente deslizó hacia abajo la remera dejando su hombro en descubierto. Le pasó por su piel alcohol con el pequeño algodón, y musitó en un tono calmado:—. Respira conmigo.

Fue ahí cuando Louis se desesperó, y lo empujó para irse.

—No. No quiero. ¡Sal de aquí! ¡Aléjese! —le exclamó yendo hacia un rincón.

Harry abrió sus ojos más de lo normal, y bajó la jeringa.

—Escucha. Tu madre me informó de esto, y de verdad... te juro que no tienes por qué temer —dijo—. Sólo... no te asustes.

Louis respiró entrecortado y negó.

—Déjeme en paz. —Volteó para tomar la manija e irse pero el rizado fue aún más rápido y lo tomó de la muñeca.

Lo atrajo hacia sí, y bajó su mano hasta la cintura del ojiazul tomándolo con fuerza. Harry miró a Louis a los ojos, y mientras lo hacía clavó la aguja en el hombro del castaño.

Los ojos de Louis se cerraron debido al ligero dolor.

—Maldito —murmuró el ojiazul.

Sin embargo al enfermero se le escapó una sonrisa.

☾☾☾☾☾☾☾☾☾☾☾☾☾☾☾☾☾☾☾☾☾☾☾☾

el comienzo de todo. espero que les haya gustado y nos leemos pronto bebxs <3.

ashi ☼.