Capítulo 2: Toca mi cabello.

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[ Siguiente mes... ]:

Louis entró a la enfermería encontrándose con varias personas. Estaba más lleno ese día, y quién sabe por qué.

Llenos de chicos, y más. Quería irse de allí ya, y recién había entrado, qué increible. Ahora su mamá estaba afuera esperándolo, eso era una verdadera desgracia. Pasó una semana y media desde que no iba, y ahora le tocaba la tercera vacuna.

No podía creer que estaba haciendo esto.

Aunque parecía creíble ya que Harry... al parecer tenía ciertos "medicamentos" para él. Pensó en ello. Su mamá le contó que ella conocía a Harry desde un largo tiempo, ya que era hijo de una vieja amiga de ella y por eso le tenía confianza de que podía controlar a Louis de una forma adecuada.

Cuando se sentó a esperar su atención, una niña que al parecer tenía unos... 16 años, estaba a su lado y estaba mirándolo tan acosadamente que se asustó. Giró su cabeza para mirarla, y ella seguía mirándolo. Y estaba junto a él, ¿no podía ser un poco disimulada?

—¿Te debo algo? —le preguntó Louis—. Digo, así podrías decirme y te lo doy así dejas de mirarme.

Ella negó con una sonrisa.

—¿Quieres mi número?

—Antes me auto golpeo —dijo Louis, y retrocedió su cuerpo de ella.

—¿Te gusto?

—¿Disculpa?

—Si te gusto, ya sabes... podríamos salir, ¿te gusta salir?

—Me gustan los penes, lo juro —dijo Louis—. Pe-nes. Los penes. Por Dios, pensé que lo homo se me notaba.

—Entendí. Qué horror —dijo ella—. Aunque no me importa. Podríamos escaparnos, ¿sabes? Tampoco quiero estar aquí, prefiero estar contigo.

—¿Sí? —dijo—. Yo prefiero estar aquí. Bueno, no, pero antes que estar contigo este lugar es favorable.

—Grosero.

—Tu novio.

—Tú.

—Ya tengo novio —sonrió—. ¿Sabes quién es? Escucha... es...

—¡Tomlinson!

—Ese —dijo y le guiñó un ojo a la pequeña castaña—. Adiós sin pechos.

Louis se levantó, y se dirigió hasta el consultorio. Quizá no estaba emocionado por las agujas y porque otra vez debían colocarle una vacuna. Pero le emocionaba el hecho de volver a ver a Harry.

Debía admitirlo.

—Hola, Louis. Cierra la puerta —dice el rizado, y éste obedece.

Cuando voltea y ve a Louis, sonríe.

—Hola, Harry —dice Louis sin ganas.

—Pareces calmado.

—Sólo espere a que vea la aguja.

—Lo sé —dice, y toma el algodón—. No te culpo por esto. Quédate tranquilo.

—Como usted diga —dijo, mientras el rizado le colocaba alcohol en el hombro.

—No me trates de usted. Está bien —dijo—. Tengo veinticuatro años. No estoy tan viejo.

—Estás perfecto —musitó Louis, y por él mismo se sentó en la camilla.

Harry sonrió, y sacó la jeringa, y fue en ese momento que toda la calma que había cobrado Louis se esfumó por completo.

—Me arrepentí. No quiero. Lo siento, no puedo, no quiero. Lo juro, déjame —dijo Louis, y su respiración comenzó a regularizarse, aunque Harry tomó su muñeca para que se quedara quieto—. ¡Qué no! ¡Déjame! —Sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas—. ¡Déjame! Harry, por favor, déjame.

—Cierra los ojos y respira hondo, Louis —dijo Harry en un tono calmado con su voz completamente grave—. Sólo calma. Toca mi cabello.

—¿Qu-qué?

—Toca mi cabello. Sólo hazlo.

Y Louis lo hizo. Llevó su mano derecha al cabello del rizado para acariciarlo suavemente. Su cabello estaba delicadamente entre sus dedos, y sin darse se acercó completamente hacia el rostro del rizado.

—¿Estás mejor? —preguntó en un susurro el rizado, y sin dudarlo clavó la aguja en el hombro del castaño y éste ni siquiera lo sintió de tanta calma que Harry podía trasmitirle—. Listo.

Aunque Louis todavía tenía sus ojos cerrados, y en eso Harry estaba tan cerca que... sólo había centímetros entre sus labios. Sólo centímetros, y muy pocos.

Al parecer Harry no podía aguantarse. Y la tensión era tan fuerte, que quería cortar esos malditos centímetros.

Louis se atrevió a abrir los ojos, y mirar al ojiverde a los ojos. Parecía hablarle con ellos, y decirle: "¿No quieres dar el paso tú?".

Pero no.

Harry se alejó.

Y en ese momento su teléfono móvil sonó, diciendo:

—Disculpa. Es... es mi esposo.

Esposo.

Tenía esposo.

Louis rió amargadamente, y asintió.

Luego de eso, sin decir nada, se marchó.

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uh, apa. tiene esposo.

escuchen, los que leen shoulder, me pasó algo horrible literalmente. estaba escribiendo el cap 13 y ya iba más de 1000 palabras y se me borró. lloré. no tienen idea de cómo llore y me reía porque fue patético pero me quería (quiero) matar. lo siento mucho sino lo subo hoy pero haré lo posible. quise hacerlo, y ya tenia todo armado. perdón.

un beso a todos <3.

ashi:(


BELONEFOBIA | Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora