Capítulo 9

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Tres meses después y todo es confuso, he evitado a Adrien todos estos tres meses, no sé qué pensar, no sé qué sentir...no sé nada. Lo que me estresa aún más. Es que no le encuentro sentido, ni pies ni cabeza... Le gusto a Adrien Agreste... Le gusto a Adrien Agreste... Le gusto a Adrien Agreste. Por más que lo repita no logro creérmelo aún, no le puedo gustar, no, definitivamente no. No soy la chica adecuada para él, merece a alguien mejor no...alguien...como yo.




Abrí la puerta de la casa y suspire frustrada. Frustrada con la vida, frustrada con Adrien, frustrada por absolutamente todo.

-Estoy exhausta, Lillit –susurré.

-Deja de quejarte -dijo Lillit.

-¡Pero es que no puedo máaas! –me queje y cerré la puerta- ¡Además...!

Iba a continuar hablando pero me calle porque oí un ruido, algo no estaba bien... ¿Porque todo estaba oscuro?

Encendí las luces y me tarde en adaptarme a estas por el cambio repentino.

-Oh, ya llegaste a casa. Bienvenida.

-¿Eh?

Mire al sofá y ahí estaba una mujer de cabellos rubios hasta la cintura, piel blanca y perfecta como la porcelana, ojos azules como zafiros, un lunar al lado de su labio que le otorgaba un aire sensual. Vestía una corta falda tubo negra; una bruza manga larga blanca de seda; un abrigo blanco con detalles negros; unas mallas y tacones blancos... Su belleza era increíble, enamoraría cualquier hombre, pero... esa mujer era...

-Mamá... -murmuré sorprendida.

-Hola, ___ -saludo sonriente con esa sonrisa que dejaba anonado a cualquiera y te da una increíble tranquilidad.




Francheska Boutter, diseñadora y empresaria... Conocida por su gran belleza y talento en el negocio; ha estado por todo el mundo y sabe doce idiomas. No hay cosa que no haya logrado esta mujer inteligente, encantadora, audaz y sensual. Con sólo un chasquido y obtiene todo lo que desee.

Esta gran mujer de tan solo treinta y tres años a dominado al mundo y a todos los hombres en el... Y esta mujer es mi madre.

-¿Qué ha...haces aquí? –pregunté al ver a mi madre frente de mí. ¿Acaso me habrán drogado y ni cuenta me di?

-¿Así saludas a tu mamá? -sonrió Francheska y me abrazó. Las personas consideraban que tenía la misma belleza que mi madre al igual que su elegancia.

-Se suponía que estarías en New York... –balbuceé.

-Ya lo dijiste "Se suponía" -dijo-. Pero hubo cambios de planes, tengo un nuevo negocio y lo acepte para poder verte, mi pequeña niña.

-Mamá... -dije y la abrace con fuerza- ¡Me alegra que estés aquí!

-También a mí... También a mí...




-¿Adónde vamos, mamá? –le pregunté mientras ella me maquillaba, nunca me ha gustado maquillarme, o al menos no mucho. Soy más de algo ligero pero cuando mi mamá venía... Como le encantaba dejarme como un payaso de tanto maquillaje que me echaba, pero ¿qué se puede hacer? Es mi mamá y así le quiero.

Yo confié en ti (Miraculous Ladybug)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora