-- Luffy ¿puedo hacerte una pregunta?
La joven de cabellos cobrizos giró la cabeza para ver a la cara al muchacho que la abrazaba por la espalda. Se encontraba sentada sobre su regazo en la cabeza del Sunny bajo el cielo estrellado.
-- Dime.
-- Casi nunca nos hablas de tu infancia. Incluso llegamos a descubrir que tenías dos hermanos por pura casualidad. ¿Hay algo que te carcoma de tu pasado?
-- ¿Por qué piensas eso?
El muchacho apoyó la barbilla en el hombro de la chica.
-- Porque te conozco Luffy y siempre que eludes o ocultas un tema es por algo.
-- ¿Y por qué quieres saber eso ahora?
La giró con delicadeza para poder verla a la cara de nuevo.
-- No se, siento que necesitas hablar de algo importante, pero te niegas a ello. -- Confesó con una expresión que demostraba preocupación.
El joven suspiró y volvió a acomodarse como antes estrujando a su enamorada con más fuerza en un gesto por buscar mimos.
-- Quizá tengas razón. Sí que hay algo que me carcome.
-- ¿Me lo contarás?
-- No se si quiero hacerlo. No es algo que te pueda agradar.
-- Luffy puedes confiar en mi, solo quiero que te sueltes. Se lo cabezón que eres para ciertas cosas, pero no puedes ocultar tus pesares para siempre. Dime ¿Que te pasa? ¿Por qué últimamente estás tan raro? ¿Que es lo que te carcome?
El chico de cabello negro azabache sonrió, realmente Nami era increíble al ser capaz de notar algo que el resto de sus camaradas no habían percibido ni un poco.
-- Está bien, te lo contaré. Pero no es una historia precisamente bonita, más bien todo lo contrario.
-- Ah, ¿Que me vas a contar una historia?
-- Sí, algo así.
Empezó a jugar con el cabello cobrizo de la muchacha mientras comenzaba a contar.
-- Esto pasó cuando yo era muy pequeño. Para empezar yo nisiquiera nací en la villa Foosha, sino en un lejano pueblucho...
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Tears
FanfictionTodos conocemos la infancia de Luffy, pero ¿que fue de él antes de conocer a sus hermanos, antes de conocer a Shanks y antes incluso de acabar al cuidado de su abuelo? La vida de Luffy no siempre a sido alegre y vigorosa. Y el propio joven aun guard...