CAPÍTULO 3

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Ya habían pasado 3 meses desde aquel día y ahora la barriga de mamá había aumentado un poco. Se podía ver un bultito redondo sobresaliendo.

Según mamá ahí era donde se encontraba el bebé, es decir, el desgraciado que le iba a quitar la vida.

-- Mami ¿Por qué no te lo quitas? --Le pregunté frustrado.

Ella en lugar de reprenderme como habría echo cualquier otra persona, solo sonrió y soltó una pequeña risita.

-- Hay Luffy, pero que inocente eres. Eso no funciona así cielo. Además, ¿Acaso no quieres tener un hermanito?

-- No. -- Respondí con toda la seguridad del mundo.

-- ¿Seguro?

-- Seguro.

-- Bueno, eso ya lo veremos más adelante.

Me revolvió el pelo con la mano como siempre lo hacía.

De pronto me vino un ataque de tos y me temblaron las piernas. Caí de rodillas al suelo sin parar de toser en seco y hasta escupí un poco de sangre.

-- Oh Dios, estás empeorando.

La mujer se arrodilló para quedar lo más cerca posible de mi altura y me tomó la temperatura con la mano sobre mi frente.

-- Aun no tienes fiebre, pero estas algo más caliente de lo normal.

TearsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora