CAPÍTULO 1

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Sino en un lejano pueblucho llamado Kuriketto que se encontraba en una isla remota.

Mis recuerdos, de todas formas, se remontan a partir de los 4 años, pero aun así a esa edad ya conocía el significado de la muerte al igual que muchas otras cosas que no debería entender un niño a tan corta edad.

En ese pueblo fue donde nací y me crié hasta casi cumplir los 6 años.

A pesar de que es verdad que nunca he llegado a conocer a mi padre en persona, si concí a mi madre. Ella fue quien me crió junto con las dos mujeres que tenía por tías, aunque esas personas eran más ruines y brutas conmigo. Ellas nunca me tuvieron mucho cariño.

Bueno, pues ese lugar cabe decir que era un sitio llermo, sin prácticamente nada de campo para cultivar y el agua escaseaba. No hace falta decir que allí la pobreza era el principal de los problemas.

No teníamos nada más que un poco de cultivo y un par de jarras de agua que teníamos que coger de un río el cual se encontraba a 20 Km de distancia.

Así pues a mis 4 años me encontraba bastante raquítico al igual que el resto de niños y adultos que vivían con nosotros.

Entre toda esa desgracia, sin embargo, yo tenía dos puntos de apoyo que me ayudaban a sonreír. Uno era mi madre y el otro una niña, unos 4 años mayor que yo, que me hacía compañía siempre que podía.

TearsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora