Miradas descontroladas:

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-¿Cuál es nuestra próxima tortura?-

-Mates- dije con alegría.

-Andando-

El salón de matemáticas no fue tan difícil de encontrar como el de biología. Así que nos sobro tiempo de escoger nuestros lugares. Me senté en la fila del medio en el segundo banco con Liz, mientras que Vero se sentó con Mia. Al parecer llegamos un poco temprano ya que este estaba un poco escaso de alumnos por decirlo así. Pero poco a poco se empezó a llenar.

Después de lo que serían diez minutos el profesor Macnus, así fue como se presentó él, dicto las expectativas de logro y explico cómo debía ser el transcurso del año. Para luego iniciar con el primer tema del año. Hasta que el fuerte ruido de la puerta chocando contra la pared abriéndose lo interrumpió.

-Pero qué demonios...- se le escucho murmurar, mientras dirigía su mirada hacia la puerta, al igual que todos los demás.

Un chico de tez blanca y cabello castaño oscuro atravesó la puerta y la volvió a cerrar con la misma intensidad.

-Puede explicarme ¿por qué demonios interrumpe mi clase de esa forma?- basto solo fulminarlo con la mirada de este para hacer al profesor retroceder –procure por lo menos que esto no se vuelva repetir en mis clases porque será expulsado de esta, a veces creo que tengo demasiada consideración por ser el primer día- dice esto ultimó más para sí mismo que para nosotros. Él pelinegro le responde con una fría mirada. El primero hace caso omiso a su desafió y voltea para poder continuar.

Pero de un momento a otro el pelinegro baja sus ojos y hace que nuestras miradas se conecten. La intensidad del azul de sus ojos me hace romper contacto visual. Muestra una cínica sonrisa victoriosa para luego irse a sentar tan solo unos cuantos metros más atrás.

Para mi sorpresa, y la de muchos, la clase prosigue de lo más normal y fluida. El profesor solo se dedica a explicar, a copiar en el pizarrón los gráficos y cuentas respectivas a estos muy detalladamente. Cada tanto esté se volteaba, pedía silencio o que presten atención y que copien a los alumnos que hacían mucho barullo. Al terminar la explicación dio una serie de ejercicios.

De golpe siento un escalofrío, pero también siento una fría y terrorífica mirada en mi nuca. Es un poco extraño. Es como si este sentimiento ya lo hubiese tenido antes. Es como si... si fuera una mirada tan intensa como la de... Me volteo para comprobar que él me está mirando. Es así, dado que nuestros ojos se conectan al instante en el que volteo. Con cada segundo que pasa sus ojos se vuelven cada vez más oscuros, mientras que los míos solo expresan terror. Un minuto después, que pareció casi una eternidad, él se tensa completamente al mismo tiempo que niega con la cabeza pero sin dejar de verme. El miedo termina de invadirme completamente y decido volver a ver hacia el frente.

-Lurdes, ¿estás bien?- pregunta Liz un poco alarmada.

-Emmm... si- eso creo -¿por?- mi vos sonó más agitada de lo normal.

-Es que estas algo pálida y un poco agitada ¿qué te pasa?-

-Es que... Emmm...- empecé a tartamudear. Debo aclarar mis ideas antes de asustar Liz más de lo que ya está. Okey... Lurdes tu puedes. Inspira profundamente para calmarte y busca palabras fáciles para explicarle lo que paso –bueno pues, veras estaba copiando hace unos instantes y de golpe sentí un escalofrío, es como si sintieras la fuerte mirada de alguien detrás de ti-

-¿Y con eso?... no entiendo, ¿a dónde quieres llegar?-

-Fue el pelinegro de hace un rato-

Touch me...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora